𝐀𝐦𝐧𝐞𝐬𝐢𝐚|𝐊𝐞𝐢𝐬𝐮𝐤𝐞 𝐁𝐚𝐣𝐢

20

Y se tomó la pastilla sin dudarlo un segundo, a pesar de todas las humillaciones que le hace pasar Sanzu; ella confiaba plenamente y ciegamente en él.

El peliblanco se le dibujó una sonrisa a la par, extendió su mano para tomar la de ella.

—¿Serás más cariñosa conmigo, mi amor?—preguntó dulcemente dejando un camino de besos en sus delicadas manos.

Ella le sonrió, aunque estaba confundida y mareada al tal punto que no sabía quién era, sabía quién era la persona que tenía en frente.

—Baji...—musitó muy suavemente.

Sanzu la tomó de la mano y la pegó más hacia él, quién lo viera no lo reconocía ¿Tan bondadoso y bueno de repente con su novia?

Ver para creer.

Mientras tanto en el otro lado de la ciudad...

Baji ya se había cansado de buscar a ______ sin descanso por aquellos salones, incluso hasta en los olorosos baños de la escuela había entrado...pero ella no estaba, Chifuyu no había ido a clases porque estaba castigado por llegar sumamente tarde a casa y, por si fuera poco, de había resfriado por lo mismo.

Ahora sólo era él y la lonchera que tenía de frente, nadie le hablaba y aquel azabache no hacía el esfuerzo por socializar. Sentimientos como nostalgia y soledad eran desconocidos para él. La escuela era para estudiar, y eso se lo decía su mamá a diario; pero al menos esa cárcel con adultos malhumorados odiando su existencia cada segundo y alumnos pesados que ni sabían qué hacer con su vida era más interesante cuando _____ y Chifuyu estaban con él.

Ya no era lo mismo desde las primeras veces que estuvo con _____, ambos habían cambiado físicamente sólo que ninguno lo notaba porque se veían a diario; pero al ver el album de fotografías que la mamá de Baji hizo especialmente para ellos se podía notar cuánto habían cambiado.

Sonrió sin darse cuenta, pese a la soledad que sentía en ese momento; tan sólo pensar en _____, a Baji se le dibujaba una sonrisa.

—Piojosa... cuánto...—se guardó sus palabras.

×

La música estaba a todo volumen, los chicos bailando y _____ parecía otra chica. Los pensamientos nublados y su juicio perdido en un ambiente como ese, no era más que un futuro desastre.

Y allí estaba dándolo todo en la pista junto con Sanzu, los anteriores "amigos" simplemente disfrutaban del show.

Pasos rápidos, su cabello dando vueltas en el aire, bajaba, subía, tocaba la punta de sus pies para luego con la yema de sus dedos tocar suavemente su piel mientras miraba de forma insinuante al albino. Aquel se mordió el labio, tras la chica pegarse más a él, su trasero rosaba la entrepierna de Sanzu, movió su cola en círculos hasta que el ritmo salió por sí solo.

Dio un giro con su cabello mientras esa risita de medio lado se mantenía descaradamente mientras veía la reacción esperada por Sanzu. No lo pudo aguantar más y le soltó una nalgada mientras los siseos escapaban de su boca.

La tomó de su abdomen y en el transcurso de llegar a sus brazos le dio una vuelta. Sanzu sonreía, esa era la _____ que quería; no a la chica que siempre se quejaba.

La quería, sí, pero no se llevaba muy bien con aquel carácter.

—No sabía que podías bailar de esa forma—soltó una risita mientras que sus labios se atraían con imanes, aquella sensación caliente en el cuerpo de ______ era más que eufórica, quería más de eso.

—¿Quién diría que podía sacar esos pasos? Supongo que eso lo desarrollé cuando hacíamos ejercicio con tu mamá—rió.

Sanzu no sabía a qué se refería, pero estaba drogada así que no le dio importancia.