44

134 13 1
                                    

El viento era despiadado y frío, la luna iluminó la noche por unos escazos segundos hasta que las nubes rojas de tormenta la opacaron.

El pelinegro se encontró estático, ese tipo emanaba una vibra pesada y peligrosa. Sin pensarlo dos veces, Keisuke se quitó la mano de Ling del hombro.

-Oye idiota, a mi no me estés tocando-amenazó-¿Quién te crees?-frunció el ceño y expresó en un tono malhumorado.

Sonrió satisfecho ante la reacción defensiva del pelinegro, fue alzando el tono de su voz empezando con un tono de voz profundo, podría parecer el ronroneo de un gato, pero era tan profunda que su garganta vibraba como si se tratara de la cuerda sol de un violín tocando en Pizzicatto.

-Wow, tienes fuerza niño-expresó en un tono burlón- apartó la mano de su hombro sin ser demasiado brusco.

Apareció otro personaje de entre las sombras, su cabello blanco se movía como el agua de una piscina con el viento, su mirada estaba endurecida y sus ojos estaban apagados como del carbón, sin ningún brillo y terrorificamente su mirada centrada en el medio de la cabeza del Pelinegro.

Baji se percató de esto, pero ya estaba lo suficientemente harto de lidiar con Sanzu como que para que le quedaran ganas de darle otra paliza, por si fuera poco, no tenía tiempo.

-Sería un gusto para mi darle una paliza a ustedes dos, pero tengo otros asuntos que hacer, así que pueden dejarlo para otra ocasión-se dio la vuelta con indiferencia, pero Ling insistió.

Volvió a poner su mano en el hombro de Keisuke, se molestó de una manera vulgar y exagerada, su cuerpo se estremeció de la rabieta.

-Odio tener que tener que repetir lo mismo dos veces-dio un giro hacia el ojiazul con el puño apuntando a su rostro con toda su maldita fuerza.

Ling le sostuvo la mano a Keisuke antes de que esta pudiera tocar su rostro.

-Dios, lo niños de ahora no respetan a los mayores ¿No es así, Haruchiyo?-dirigió su mirada hacia el albino.

Haruchiyo parecía dormido, cegado posiblemente por la ira y el rencor que le tenía a Keisuke. Sanzu caminó lentamente hacia Ling, el cuál le mantenía la mano de Keisuke con fuerza. Los ojos del mayor salieron de sus órbitas al escuchar el primer crujido proveniente de la mano de Keisuke, una pequeña sonrisa psicótica se dibujó en su rostro, sus pupilas se dilataron y se centraron en la cara de Keisuke.

Su respiración era agitada, nunca antes le había pasado este tipo de bloqueo, alzó su mirada hacia los que estaban en su contra soltando un leve suspiro y una sonrisita de burla.

-Vaya, incluso eres más patético que antes. ¿Necesitas ayuda para poderme dar una buena paliza?-se carcajeó.

Sanzu curveó los labios, sin pensarlo dos veces estampó tu puño con toda la fuerza que tenía en el rostro de Keisuke, le volteó la cara del golpe. Pequeñas gotas se sangre cayeron al suelo, pero pronto eso se convirtió en una pequeña "fuga" de sangre. Baji alzó su mirada y le escupió el uniforme a Sanzu, manchándolo con un escupitajo de sangre.

-Qué fuerte, bro-agregó Ling como un niño de 14 años. Se aclaró la garganta y miró a Baji-Como no me dejaste hablar, mal educado, procedo a presentarme otra vez. Soy Ling, un colega de Sanzu. Soy tu cuñado pero también soy tu enemigo dos veces ¿Raro, no?

Baji no entendió ni mierda de lo que dijo Ling.

-Oh bueno, se nota que no entendiste ¿Acaso nunca has visto de esas novelas que el hermano siempre odia al novio de su hermana?-soltó a Baji por un segundo para llevarse su mano al mentón de forma pensativa como un niño.

Keisuke se le quedó mirando desconcertado.

-¿Sabes qué?, olvídalo, no le sabes-procedió a irse algo decepcionado detrás de Sanzu.

-¡¿Qué mierda es esto, Sanzu?!-vociferó el Pelinegro como una pantera.

Por fin dejó de estar cabizbaja.

Sus ojos eran serios y se mantuvieron fijos por unos instantes, pero ciertos gestos delataron sus verdades emociones, apretaba su mano con frustración más de lo normal, eso fue seguido de aquellos ojos azules innundados en un lago de lágrimas retenidas. Su nariz cambió de color a una roja.

No quería cerrar los ojos, se mantenía duro pero en realidad estaba acabado por dentro. La molestia pudo más que él mismo y parpadeó sintiendose débil e impotente.

Sus ojos brillaron como dos luceros, pero eso ya no importaba, porque debajo de aquellos zafiros venían aquellos lagrimones como brillantes en una cadena. Sus lágrimas se deslizaron por sus mejillas con delicadeza, hasta que llegaron a su punto de unión, el mentón, luego de eso cayeron bruscamente hacia el suelo.

-Tú me robaste lo que más quería-Baji se confundió aún más, no entendía por qué lloraba tanto como el propio idiota, pero se mantendría en silencio hasta que el contrario terminara de hablar.

-Ella era la única luz que iluminaba mi miserable existencia, era mi arcoiris después de la tormenta-pronunció a duras penas.

-¿Qué? ¿Hablas de ______?-soltó una risotada-¿Qué vas a estar sintiendo tu pedazo de loco? Si la tratabas como la mierda.

-¡Cállate, maldito!-sacó un arma de su bolsillo en un parpadeo.

Baji se quedó petrificado, no por miedo, sino a que no se lo esperaba ¿Acaso Sanzu iba a matarlo?¿De verdad era capaz de hacerlo?

-Tú no la conoces tanto como yo, ¡Solo ella y yo sabemos por lo que hemos pasado!¡Tú solo eres el otro, el que se metió entre nosotros!-su voz se quebró bajando unos tonos más su timbre vocal.

-Pfff, te atreves a decir eso cuando ella era la que venía llorando a mis brazos-reviró los ojos con fastidio e ironía.

-¡Vuelves a interrumpirme y te doy un balazo en la cabeza!-Sanzu suspiró-Admito que tuve mis errores-fue caminando despacio alrededor de Baji gestualizando dramáticamente cada gesto-Somos humanos, yo soy humano y me puedo equivocar, tal vez no la traté de la mejor forma y me dejé influenciar de los demás pero...-se volteó hacia Baji.

-Cuando digo que de verdad la amo y que nadie la conoce más que yo, que nadie la va a valorar más que yo, es en serio...y por tal motivo querido Baji, queridísimo amigo Keisuke, mi gran amigo de la infancia...-se volteó hacia el pelinegro alzando el arma hacia él.

Unos "estruendos" se escucharon a lo lejos, Sanzu estaba lo suficientemente desquiciado para confundir cualquier sonido a su alrededor con el mismo ruido de su cabeza. Sin pensar, le quitó el seguro a la pistola.

-Si yo no puedo tenerla, si yo no puedo quererla, si yo no puedo amarla- el azabache abrió sus ojos a la par pensando en que todo era parte de un sueño, o mejor dicho, una pesadilla.

-Nadie más podrá hacerlo-disparó.

[ ]

Hola a todos los que leen este fanfic, retomaré las actualizaciones cuando pueda ya que la universidad me está violando y he tenido muchas recaídas emocionales en estos meses. Primera actualización del año, nos vemos en el próximo capítulo ^o^

𝐀𝐦𝐧𝐞𝐬𝐢𝐚|𝐊𝐞𝐢𝐬𝐮𝐤𝐞 𝐁𝐚𝐣𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora