Capítulo 1

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No todo comienza en aquella noche, no no no, ese no fue el comienzo. Todo comenzó hace mucho años, teniendo yo alrededor de 8 a 12 años, fue ahí cuando vi su casa, por primera vez, y así fue hasta los 12 años, su casa era azul por fuera, ya que tenía una muralla pintada de azul, o lo que yo denominaba así, un gran árbol de mangos, su casa era doble piso, y se encontraba al lado derecho de la casa una pollera, y al lado izquierdo de la casa otra común.

Yo cada que pasaba por el frente, deseaba con anhelo conocer a quien vivía ahi, siempre me decía en mi mente cada que pasaba por ahí:

– Ojalá supiera quién vive ahí, quien será la persona que vive ahí, ojalá sea una persona de mi misma edad, que, si es un chico, que sea un gran pana, que ese chamo sea como mi mejor amigo, y si es una chica, intentaré que sea mi novia, o que lo sea, si es una chica, pero por ahora quiero conocerla. —decía con ese entusiasmo, con esa felicidad y sueño con que así sería, que conocería algún día a esa persona.

Pasaban días, e intentaba conocer a esa persona, incluso cuando tuve 13 años, no dejaba de buscar a esa persona, hasta el último día que estuve ahí en Cabudare, así se llama el lugar donde fui tan feliz.

En febrero me fui a colombia, durante casi un año, 11 meses para ser exactos... Y aunque allá pasé los peores y mejores momentos de mi vida causados por mi depresión y otras cosas, no odio a nadie, ni a ti María Montilla que me destrozaste siendo tú mi primer amor después de todo, pero eso es para otra historia.

~16 de Enero de 2020~
El año que comenzó todo.

Este, no solo para mí, sino para todos los seres humanos, este fue el peor año, y fue el 16 de marzo según recuerdo que comenzó la pandemia estando yo tan lejos. Eso es para otra historia.

Volví, volvimos de allá, un lugar llamado "La guaira" un estado playero que se llevó tantos recuerdos de mi infancia y de mi vida amorosa. Me rescataron de allá, y quería irme con mi prima  que tanto me había apoyado, Yorgelis, pero, no se pudo, solo fuimos mi padre, mi hermana y yo.

Volví con una depresión algo crónica.

Poco tiempo después, mi padre se va con mi hermana a colombia, Bogotá, mi hermana fue a quedarse con mi madre y el volvió después del tiempo, fue un 16 de octubre, no sé por qué el 16 fue un número tan jodido y trillado en mi vida, pero lo fue. El volvió un 16 de octubre caminando hacia el lugar de trabajo donde estaba con mi abuela y mi tía.

Conocí una chica, me enamoré, no era correspondido, bla bla bla, solo empeoró mi depresión, porque pensé que ella era el amor de mi vida, y no me di cuenta que era algo pasajero.

Se acercaba diciembre, la fecha de tan malos recuerdos en Colombia - Bogotá: Santa fé del centro.

Mi único deseo ahora era volver a Cabudare, beber con mis amigos, mis 15 años iban siendo los peores de la vida, odio tener 15 años. Maldita sea, ¿Necesitaba nacer? ¿Para que mierda nací? ¿Era tan necesario verme sufrir en silencio? ¿Mis cortadas en los brazos eran necesarias o mis lágrimas?, ¡Maldita sea!.

Yo era alguien de ver llorar, era difícil que llore, soy difícil de hacer llorar, no podía llorar por alguna razón, me costaba mucho. No llore cuando mi tío murió y lo vi morir por aquel cáncer que lo consumía en aquella cama y lo vimos en su funeral, mi hermanita lloro, sus amigos lloraron, todos lloraron menos yo, hasta mi madre, y gente desconocida. Yo intentaba llorar y no pude.

Hasta llevarte a París [Concluído]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora