Capítulo 11

10 0 0
                                    

.☞                                     ☆                                       ☜.

Hoy, mí memoria me falla mucho, pero trato de hacer lo más que pueda para recordar todo con la mayor exactitud posible.

El día de ayer me quedé leyendo la primera versión de aquel entonces de Boulevard: Capítulo 8, donde mencionaban como se pronuncia el nombre de Hasley Weigel y eso. Quizá me adelanté como hasta el 11, o más, no recuerdo bien.

Hoy, se suponía que iba a verla, para pasar mi poco tiempo con ella y quería verla, quería todos los días saber de ella como si fuera la última vez que lo haría.

A veces me preguntaba ¿Como sería ya un ida no volverla a ver a los ojos? O ¿Cómo sería dejar de escuchar su voz? O ¿Cómo sería ya no tenerla cerca de mi?. Muchas cosas así me atormentaban todo el tiempo, a cada rato.

Puedo afirmar muy bien que yo estoy profundamente enamorado de ella y aunque yo no sepa un carajo de lo que pase por su mente, o lo que piensa, o de su pasado, no estaba totalmente seguro de lo que ella sentía por mi, quizá nada, quizá algo. Un te amo no siempre es de una relación formal, quizá también es de amigos.

¿Y si cuando yo le decía "te amo" ella no lo decía con el mismo sentido que yo? ¿Y si me lo decía de amigos? Es horrible tener esos pensamientos.

Soy una persona que no sufre de miedo, asco o pena, pero esos pensamientos a veces me tenían aterrado.

Ya estoy alistandome para salir; por ella, solo por ella literalmente salía a la calle más temprano, quizá desde las 4 de la tarde, solo para aprovechar cada minuto con ella.

Cada vez que digo "alistandome" siento que es como si fuera a un campo militar, maldita sea. Cada día me vuelvo más idiota.

Hoy quizá no era un día en especial, solo intenté hacer que me perdonara por lo que había hecho con su mejor amiga y todo ese rollo. Le decía prácticamente a cada rato que me perdonara por eso y no soy alguien de pedir a cada rato perdón o si quiera pedirlo.

Pero poco a poco empezó a pasar el tiempo, estábamos mejorando todo entre nosotros, ahora Luis Alejandro López, un viejo amigo mío se había declarado gay, con lo cual, le confiaba muchas cosas, era mi mejor amigo cuando decía ser heterosexual, y lo conozco desde 6°to grado. El sabía mucho de mi, y cuánto amaba a Belinda, todo lo que pasó conmigo y María, aunque ahora ellos eran buenos amigos, y que hablaba Argentino, maldita.

Éramos un trío entre Belinda, Alejandro y yo, como un triángulo, uno muy fuerte.

Nunca pude adivinar literalmente lo que pasaba por su cabeza, pero había veces que sabía cómo estaba y su estado de ánimo, con lo cual siempre traté de hacerla reír, para que no sufriera más mentalmente.

Últimamente no estoy recordando muy bien como empezamos a continuar con esto, y cómo fue terminando todo. Pero la verdad iré a donde recuerdo mejor las cosas.

Cada semana con ella era eterna, creía que el tiempo pasaba tan lento solo para hacer que me quedara con ella, pero sin embargo, no quiero ocultar las cosas que me pasaron y que jamás le conté.

Hoy es un día muy icónico, porque hoy no salimos, nos quedamos ahí frente a su casa, con el señor Ruffy, no sé si lo escribí bien o no, no estoy muy seguro, pero esa noche lo conocí, y quién diría que él sería una fuente de mis secretos y apoyo, algo que nunca nadie tenía conmigo. Ni siquiera mi mejor amiga de 4 años conoce mis errores y pensamientos como lo hizo él.

Ellos hablaban sus cosas, y yo escuchaba música, pero también convivía con ellos; Belinda usando su teléfono pero metida en el tema también. Ella le contaba cosas de su familia al señor Ruffy y el la aconsejaba, le contaba cosas, y yo solo miraba ahí, porque no debía meterme ahí.

Hasta llevarte a París [Concluído]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora