.☞ ~☆~ ☜.
Estoy llegando a Cabudare, mi emoción de verla de nuevo es la misma de siempre, la de un niño, maldita sea, incluso yo me llamo niño, soy tonto... Apuesto que vas a decir "Lo sé, Darío".
Rato después estando ya en casa de mi tía, guardé las cosas de inmediato, mi bolso y todo y salí sin perder tiempo. Empecé a correr y di lo más que pude de mí para llegar rápido, eran las 6 o 7 de la noche y quería hacer algo. Aunque ya tenía planeado lo que iba a hacer.
Bajé y estaba cansado pero aún seguía, y empecé a caminar cuando venía cerca de la casa de María, y —por si acaso— pasé en frente de su negocio a ver si Belinda estaba ahí y mientras mas me fui acercando fui notando las piernas blancas y regordetas de María y otras piernas morenas, no identificaba las otras hasta que me acerqué más.
Mis ojos brillaron, mi pulso se aceleró, mi corazón latía más rápido, sentía una fuerte presión y era porque... Estaba ahí aquella alma rota y atormentada que daba brillo a mi mundo con su presencia... Belinda.
Su mirada llegó a la mía y en cuanto la vi no perdí tiempo. Me recosté de aquellas rejas que cuidaban el local de María, en el cual ella vende ropa y esas cosas, en la esquina, sentadas mirando el teléfono estaban ellas dos y cordialmente saludé.
— Hola jeje — Empezaba a sudar un poco, esto ya empezó mal, pero mi vista no se apartaba de la de Belinda, aunque la de ella a la mía si.
Noté como sus ojos decían "¿Qué carajos? ¿Cuando llegaste? ¿Qué haces aquí?... ¿Pero como?", Si, ella nunca supo que iría a Cabudare y quizá la sorprendí.
— Hola, ¿Cómo estás? — Dijo María respondiendo mi saludo, casi que incómoda por mi llegada, se los noté a ambas.
— Hola — Fue todo lo que dijo Belinda (creo) para luego apartar su vista de la mía.
Mis ojos dieron vuelta hacia María para verla a ella.
— Tengo el libro, si quieres te lo traigo — Le dije a María hablando del libro que escribí a mano llamado "Faded Away/ Desvanecido".
— Esta bien, pero mejor no, vives lejos — Respondió María.
— No no, yo vivo aquí cerca, si quieres voy y lo busco, eso es rápido.
— ¿Él vive cerca de aquí? — Le preguntó María a Belinda.
— El vive aquí en la 8, creo que es la 8, pero de aquí para allá es lejos — Había puesto su mirada en María y luego en su teléfono.
No podía ver bien a María a los ojos ya que había hecho algo con ella cuando Belinda y yo peleamos aquella vez cuando me dijo: "No podemos seguir así" pero eso es para después.
— No, eso queda lejos.
— Tranquila chica, yo voy y vengo.
— ...Esta bien.
Salí corriendo otra vez, mi suéter rojo oscuro, casi vino tinto, me daba calor pero podía soportarlo, si puedo soportarlo de día con un sol bien hijo de perra, esto solo era ridículo.
Mientras subía tenía miedo a algunas cosas, no paraba de pensarlas, como... ¿Y si voy y vengo y se va? ¿Y si me hace preguntas sobre boulevard, sabiendo que me lo recomendó hace mucho tiempo? ¿Y si ya no me vuelve a hablar?, Qué jodido es esto.
No paraba de sentir mi sudor correr por mi piel, la noche fría y despejada, las luces y partes oscuras de la calle, todo a mi parecer me decía que no tenía esperanzas, y no sé por qué, mis pensamientos se perdían en aquel lugar que para mí, ahora es nostálgico.
ESTÁS LEYENDO
Hasta llevarte a París [Concluído]
Teen FictionHasta llevarte a París. Basado en la vida real de Darío villa (Yolkann [yo]) y Belinda Miclos. Todos sabemos que la primera vez no siempre es la mejor forma de conocerse, siempre se conoce a alguien de la manera más rara o estúpida posible, pero es...