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Es increíble cómo esté único día se ha extendido a tres capítulos, sin embargo, no me voy a detener.
En cuánto mencionaste a Freinyer, te juro que me volvieron a dar esos celos que siempre le tuve, vendría, a despedirse, pero aún así sentía que... ¿Él era más especial?... No sé por qué siempre pensaba esas mariconadas, mejor me lo saco de la mente y listo.
Ya tenían los boletos y todo, con lo cual los las ayude a mover la cantidad de maletas que pude, quizá fue una, pero espero que haya sido la más pesada, porque si pesaba y mucho la desgraciada.
El cielo estaba tornando rápidamente su color azul oscuro para luego convertirse en morado, y luego a un color tan oscuro.
Habían muchos autobuses marchando y me decía en la mente... Con un demonio, ellos ya se despidieron y se están yendo, quizá hubieron muchos como que estuvieron en mi posición y ya se despidieron, ¿Por qué me cuesta a mí dejar ir a Belinda?... No lo sé, maldita sea, no sé nada.
Un autobús estaba ahí, sin moverse, ni encendido estaba, las luces de adentro eran un color verde, se veía que iba a ser cómodo el viaje, hasta que de pronto un problema se armó con uno de los encargados del viaje, no sé cómo se llaman, tampoco me interesa.
Veía como señalaban los boletos y en un momento escuché a alguien decir:
— Pero nosotros vamos a Puerto Ordaz.
— Esto no va a Puerto Ordaz, esto se queda en Puerto la Cruz (creo que así se llamaba, me chupa un pingo)
Claramente, intentaban estafarlas y además de eso, joderlas en el viaje y dejarlas varadas en un pueblo de mierda que ni conocían y podían joderlas aún más.
Esto es horrible.
Yo solo me quedé ahí, quería hacer algo, pero no sabía qué hacer, no quería meterme si no tenía nada que ver conmigo, solo... La cagaría.
Ese problema explotó en reclamos, hasta que al final, les fueron a cambiar el boleto en aquel cuarto donde los vendían.
Recuerdo que mientras me acercaba a ti en un momento, vi que hablabas con "Payasito", Freinyer. Claramente algo en mi despertó, como una alerta, sentí pocos celos, pero lo dejé pasar.
— ¿Ese es Freinyer? — pregunté.
— Si, estaba preguntándole a ver si podía venir a despedirse y eso.
— ¿Es la primera vez que lo ves? — Volví a preguntar.
— No, osea, yo he venido antes para acá, y en un negocio que está por aquí cerca lo vi, y no lo podía creer.
No recuerdo si me dijiste que lo habías saludado o no por pena, pero en fin.
— Hmmmm... Esta bien — Fue todo lo que dije.
— Llevamos rato hablando, y ya casi me voy, ¿Será que va a venir? — Notaba la angustia en ti al no poder verlo, y sentía algo de inferioridad ante él.
— Nah, si quieres voy a buscarlo — Propuse con tal de hacerte este último día, el más cómodo y darte un buen final antes de irte.
— No, no ,no — Rechazó — esta bien, el vendrá.
— Esta bien, no lo haré.
Fue así durante un rato, propuse varias veces lo mismo, y varias veces me negaste, y no volví a preguntarte eso de nuevo.
Pero por alguna extraña razón, mientras mirabas el teléfono noté tu emoción sin expresión, seguro estabas feliz.
— Ya vengo — Dijo mientras guardaba su teléfono en su bolsillo, mirándome con una vista eufórica.
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Hasta llevarte a París [Concluído]
Teen FictionHasta llevarte a París. Basado en la vida real de Darío villa (Yolkann [yo]) y Belinda Miclos. Todos sabemos que la primera vez no siempre es la mejor forma de conocerse, siempre se conoce a alguien de la manera más rara o estúpida posible, pero es...