Veintidós

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La noche llegó y cuando el reloj marcó las diez, las puertas de El Paraíso volvieron a abrirse para recibir a sus nuevos clientes y también a los habituales.

Harry estaba entre ellos y tras ocupar una mesa individual y pedirse una copa, esperó paciente el show de Louis pues como le había dicho su psiquiatra, debía encontrar la respuesta junto al castaño omega.

El joven empresario no dejaba de pensar en lo hermoso y tierno que se veía la última vez que se habían visto y eso le asustaba pues no le había ocurrido con nadie, excepto con su difunto esposo.

Estaba muy confuso pues aunque solamente había extrañado a William durante mucho tiempo, de repente, el joven omega ojiazul se estaba abriendo un lugar en su pensamiento.

El alfa sentía que seguía amando con locura a su difunto esposo pero no podía negar que las dos noches que había pasado con Louis, habían sido maravillosas.

El abrazarlo y besarlo lo había hecho sentirse muy bien, completo y eso tan solo lo había sentido junto a su difunto esposo, por eso estaba asustado, por eso estaba en un gran dilema moral.

Habían sido varios días en los que no se habían visto y lo cierto era que le preocupaba la reacción del omega, en cuanto lo viese allí sentado, aunque mucho más le inquietaba lo que este podría pensar, al saber que solo podría estar con él y no con ningún otro alfa.

Una a una, las actuaciones de la noche se fueron dando, hasta que nuevamente el omega apareció sobre el escenario, tan lindo y sensual como de costumbre.

Decenas de ovaciones, gruñidos y obscenidades se escucharon por todo el local, aunque el omega ya en su burbuja particular, se centró en la música y en su baile, mientras que Harry sintió como su alfa interior se revolucionaba con solo admirarlo.

Louis bailó encendiendo la pasión de todos los presentes, los cuales conteniendo su lujuria, bebían más y más alcohol y también con ansias solicitaban la atención de los prostitutos.

Tiempo después y casi llegando al final de su actuación, el omega volvió a bajar del escenario como la vez anterior y se puso a buscar el mejor candidato entre los presentes.

Este estaba muy reacio pero no le quedaba de otra, aunque todo eso cambió en cuanto vio al alfa ojiverde entre los clientes, entonces suspiró aliviado y le dedicó una amplia sonrisa mientras siguió caminando sensualmente de regreso al escenario.

La actuación llegó a su fin cuando la última prenda del ojiazul cayó al suelo y una vez más, tras parar la música, este recogió su ropa y salió de allí, mientras escuchaba toda clase de piropos y obscenidades hacia su persona.

Mientras, el joven empresario en su silla apretaba los puños con fuerza, intentando calmar su alfa interior pues este estaba dispuesto a pelearse con todos y cada uno de los presentes que quisieran propasarse con Louis.

Antes de subir a la habitación donde tendría lugar el encuentro con uno de los clientes, este señaló a Zayn el que había escogido, quién sonrió pues era justo él que debía ser.

El delta fue en busca del alfa, mientras que el moreno omega subió las escaleras y tras entrar en la habitación, se preparó concienzudamente para estar limpio y lindo para el alfa, el cual esperaba que aceptaste.

Unos minutos después, unos toques se escucharon y entonces el omega caminó hasta la puerta y al abrir y ver a Harry, soltó otro gran suspiro de alivio.

...-¿Me esperabas, gatito?.

El omega asintió fervientemente y acto seguido le cogió la mano y lo llevó adentro de la estancia.

-Estoy muy contento porque estás aquí y de nuevo tú serás quién me folle...anda ven tumbemonos en la cama—habló este mirándolo coqueto.

—Espera, emm ...antes tengo que decirte una cosa...en realidad debería habértela dicho antes pero no tuve ocasión,estabas en celo y bueno en fin pasó y....

—¿Qué ocurre?, ¿Acaso no quieres estar aquí?, ¿Es eso? pe-pero yo te escogí—le interrumpió Louis con confusión.

—No, no es eso—dijo el alfa caminando hasta la cama y sentándose en el borde de esta—…verás, es que en realidad tú no me escogiste, lo cierto es que yo vine porque ese es el acuerdo.

La verdad era que el moreno no entendía nada pues tan solo podía pensar en lo viril y hermoso que era el alfa frente a él.

—Eso no importa, anda ven, tumbate a mi lado, estás muy lejos—le reclamó ya tumbado en el colchón.

-Lou—habló de nuevo el alfa—…quiero decirte que hice un trato con el dueño de este lugar, por lo que no tendrás que acostarte con nadie, yo vendré durante las cuatro noches de cada mes, las cuales tú deberías pasar con alguien.

El castaño omega entonces levantó la cabeza y lo miró con sorpresa.

—¿Que tú qué?

—Me perteneces Louis, yo seré tu dueño durante las noches que tengas que entregarte.

Una gran sonrisa se dibujó en el rostro de este.

-Oh vaya, eso es... me encanta...¿No me engañas?, ¿En serio solo estaré contigo?—preguntó el omega entusiasmado.

—Si pequeño, no podía permitir que uno de esos pervertidos te desgraciara la vida.

Al escuchar eso, Louis levantó y se colgó del cuello de Harry y comenzó a besarle.

—Oh gracias, gracias, gracias.

El empresario suspiró con pesar pues ahora llegaba la otra parte de lo que debían hablar.

—Lou, espera...lo del otro día, cuando tú y yo...

—Si, no he dejado de pensar en ello—le interrumpió nuevamente el omega lleno de felicidad—…estoy feliz de que hayas sido tú y no otro, es el destino ¿verdad?, por eso lo hiciste.

El empresario suspiró con resignación.

—En realidad no debió pasar, pequeño...yo debía protegerte, nunca debí tomarte y menos robarte tu virginidad, no me correspondía a mi hacerlo...no tengo perdón.

Louis frunció el ceño con confusión.

—¿De qué hablas?, tú has pagado, claro que te corresponde, además yo lo deseaba...lo hago ahora mismo, te deseo, quiero hacerlo contigo y solo contigo.

Tras decir eso, este se levantó y mirando fijamente al alfa, se sacó la única y fina prenda de lencería que cubría su cuerpo, luego cogió una mano de este y acarició su propio torso.

—¿Lo ves?, mi piel se estremece con el tacto de la tuya, tú eres el indicado, sé tu mi alfa.

Rápidamente, sacó la mano, se levantó y tras agacharse, cogió la prenda y cubrió nuevamente el cuerpo del omega.

—No, no vamos a hacerlo.

—¿No te gusto?, ¿No me deseas?

—Claro que si pero como te dije, quiero protegerte.

El ojiazul suspiró con pesar.

—Es por tu esposo ¿no es así?, todavía lo amas y por eso no quieres tocarme a mi.

El ojiverde lo miró pero no respondió, cosa que hizo molestarse más al omega quien se apartó y rompió a llorar.

—¿Entonces qué es lo que quieres de mi?, ¿Qué pretendes que hagamos aquí juntos todas esas noches?

Harry frotó la cara con sus manos y a continuación lo miró con sus ojos llenos de tristeza.

—Conocernos, eso será suficiente para mi.

......

😭😭😭😭

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58. Paraíso de omegas y gammas- Omegaverse - Larry Stylinson- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora