Treinta y cinco

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Los semanas pasaron como si de días se tratasen pues tanto para Harry como Louis era felicidad, ya que cuando estaban juntos, vivían en una burbuja de amor, que debido a las circunstancias ambos querían creer que era solo sexo.

Sin embargo, cuando se cumplieron seis meses de estar viéndose y todo parecía ir sobre ruedas, algo inesperado sucedió que lo enrareció todo sin prevenirlo.

De repente el alfa notó de nuevo la necesidad imperiosa de recordar a William totalmente presente, de tenerlo cerca y entonces comenzó a visitar a menudo la tumba de su difunto esposo, incluso a confundir al moreno omega con él.

En realidad no sabía cual era el motivo de su cambio, ni porque decía «Will», siempre que quería decir «Lou» pero aunque era muy consciente y se sentía muy apenado por el omega del prostíbulo, ya que se había vuelto muy importante para él, no podía omitir la necesidad que albergaba su alfa interior por el difunto.

Era superior a sus fuerzas y este se sentía como cuando su esposo vivía y ansiaba llegar del trabajo para verlo de nuevo, como cuando iba al Instituto a recogerle si no tenía mucho lío en la oficina, en fin como cuando tenía a su omega vivo y cerca.

Sin embargo, no solo fue eso todo lo que sucedió pues en varias ocasiones, el joven alfa creyó ver a su ex omega en la calle caminando, mientras él iba en el coche o parado frente a él a unos cuantos metros, incluso por la ventana de su salón, aunque cuando volvía a mirar, lo llamaba o perseguía, este se desvanecía.

Por ello, el joven empresario ojiverde volvió a visitar a su psiquiatra, ya que creía haber perdido la razón, aunque no quiso decir exactamente que era lo que le estaba ocurrido realmente pues no quería terminar en una clínica mental, por lo que se pasaba las visitas terapéuticas diciendo que eran sueños.

Eso también comenzó a afectar al castaño omega pues aunque este intentó entenderle, no podía evitar estar triste y abatido cada día que no iba a verle el joven empresario.

Todos los que lo querían estaban mal por él, aunque se lo habían temido, por lo que creyeron que sería una buena terapia si bailaba más noches, ya que estaría más ocupado por el día ensayando pero no fue así.

Lo cierto era que aunque no lo decía en voz alta, Louis sentía que había encontrado a su alfa destinado pues no existía otro para él y estaba seguro que nunca lo haría.

Se había enamorado de Harry sin remedio y en el fondo había creído que este terminaría por declararse y amarlo definitivamente pero al parecer todo le estaba indicando que no era así.

No era que se creyera cenicienta o cualquier otra princesa de cuento, las cuales sus príncipes dejan todo por ellas pero siempre pensó que el alfa al fin pasaría página y aceptaría que lo necesitaba.

Con gran dolor, este estaba descubriendo que la vida no le había traído a su príncipe pues él había pasado de ser un atento y cariñoso amante, a llegar molesto y con reproches, aunque siempre terminaba discúlpanodose.

El omega comprobó que ninguna de sus artimañas anteriores surgía igual efecto pues ni los bailes, ni los masajes, ni besos y caricias, evitaban que el joven alfa acabase hablando de su difunto y santo esposo.

El único que lograba calmar el molestar del joven alfa, era hablar de la empresa, de que todo estaba yendo bien pues poco a poco Luke había estado reponiendo el dinero y aunque sus viajes a Nueva York no habían cesado, si estaban siendo menos frecuentes.

Y es que desde que el hermano menor volvió a intentar confiar en su hermano todo había ido bien por ese lado, aunque a veces lo notaba más nervioso de lo habitual.

El joven alfa notaba que este estaba siendo más responsable con sus actos, aunque en los últimos días, lo cierto era que este estaba muy irascible, por ello habían estado evitando hablar entre ellos a menos que fuera estrictamente necesario.

Una tarde, en la que Harry se topó con un viejo cliente de su padre, el cual después de hablar largo y tendido en su despacho, el joven alfa decidió irse a comer con él, por lo que fue a decirle a su hermano para que los acompañara.

La secretaria de este ya se había ido, por lo que el más joven se fue directo a la puerta con intención de tocar con los mudillos y entrar pero entonces escuchó hablar a Luke.

...-No...no ni se te ocurra, tranquilo lo conseguiré.

Al parecer estaba al teléfono y parecía muy molesto, por lo que el joven alfa dudó un momento si entrar, aunque finalmente no lo hizo y esperó.

-Lo sé...lo sé- Escuchó de nuevo por lo que curioso acercó la oreja-... pero ¿que quieres que haga?...no, no puedo darte más, ya te lo dije...¡oye!, no lo hagas...¿qué?, ¿que ya estás aquí?...oh no, joder...pero ¿cómo?, es peligroso... hey, no perdóname precioso... está bien, te prometo que este fin de semana seré todo tuyo solo no salgas de ahí, ¿De acuerdo?

El alfa ojiverde resopló con molestia pues estaba claro que su hermano estaba hablando con su amante y que este lo reclamaba, al igual que más dinero.

Finalmente escucho que este colgaba por lo que tocó en la puerta con los nudillos y acto seguido entró como si nada.

Al verlo, el alfa mayor dio un salto en su sillón.

-Joder hermano, que susto me has dado.

-¿Que pasa?, ¿acaso estabas con algo ilegal?...buah da igual...emm, vengo a invitarte a comer... he invitado al señor Sullivan a un restaurante, ha prometido contarnos más historias de papá.

El moreno suspiró con resignación.

-No, no puedo tengo algo que hacer, ve tú.

-Pero ya le dije que irías...oh venga no puedes dejar eso para más tarde.

-No, no puedo-habló con molestia el mayor.

-Pero...

-Joder, que no...oye entiendo tus razones Hazza y sé que de corazón deseas saber más de papá pero en serio no puedo.

-Ok...ok, entiendo, tranquilo...en fin, ya te contaré.

El joven salió de la oficina de su hermano con una sonrisa en su rostro pues realmente estaba emocionado por la comida con esa nueva visita y ni reparó en que el mayor soltó un profundo y ahogado gruñido mientras apretaba su cabeza con las manos con rabia.

-Maldita...maldita sea, joder...no debí decirle nada...esto va ha explotar en cualquier momento y no me gusta, no me gusta nada.

....

😱😱😱
Estamos a mitad de la historia.
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58. Paraíso de omegas y gammas- Omegaverse - Larry Stylinson- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora