Cincuenta y seis

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La discusión entre Harry y su esposo continuó en el interior de la casa hasta que llegaron a su habitación, donde el alfa intentó de varias maneras disculparse con su disgustado omega.

...-Lo siento, perdóname, soy un idiota, estaba celoso y...

-¿Celoso de qué?-preguntó William sentándose en su tocador para cepillarse el pelo y se sacarse el maquillaje de la cara-...¡yo jamás te he dado motivos!-Gritó-...¡lo que pasa es que cómo tú tienes a ese prostituto de amante, crees que yo también tengo uno! ¿no es así?.

-No es mi amante y hablando de eso...emm hoy querría ir, quisiera saber cómo va de lo suyo y...

-¡Está bien pues ve!, ¡Te importa un carajo lo que me pase a mi!, ¡Solo te importa tu jovencísimo prostituto!

El alfa resopló con resignación y acto seguido intentó abrazarlo sin éxito.

-Venga cachorrito, no me hables así, sabes perfectamente que yo te amo y no me hubiera metido con él si supiera que tú estabas vivo.

El omega negó.

-¡Yo tampoco pedí tener el accidente, ni que me quedase sin memoria y me dieran por muerto!, ¿Crees qué es fácil para mi saber que follaste con otro y que puedes hacerlo en cualquier momento?

-No, eso no ocurrirá ya te lo he dicho...anda sonríe y perdóname cachorrito pero admite que si me hubieras dicho a dónde ibas de verdad, nada de esto hubiera pasado.

El castaño omega asintió molesto, entonces se levantó y caminó hasta el armario para ponerse una ropa más cómoda.

-Ok, la próxima vez que quiera darle una sorpresa a mi esposo, lo anunciaré con bombo y platillos y además llevaré varias baterías de repuesto para no quedarme sin ellas, ¿De acuerdo?.

El joven empresario suspiró profundamente.

-Está bien, lo siento, ya no sé que más decirte.

El omega estaba furioso y no daba su brazo a torcer, a pesar de que su alfa intentó acercarse de nuevo y hacer las paces pues el solo saber que este tenía la intención de ir al prostíbulo en cuanto se diera la vuelta, lo enfurecía aún más.

-Déjame...oh no espera... ya sé, porque mejor no me pones un radar en el culo, así sabrás en dónde estoy en todo momento....eh, Harry, haz eso, ponme uno y así ya me tendrás controlado.

-Vamos, vamos... tampoco es eso...anda cálmate y déjame verte lo hermoso que estás-dijo el empresario intentando abrazarle por enésima vez-....cachorrito lindo.

Este hizo un puchero.

-¿Para qué?, total de nada servirá, me seguirás viendo viejo y feo, aunque me haga mil tratamientos de belleza y te irás con ese.

El alfa sonrió mirándolo con asombro.

-Oh Dios pero si es mi precioso esposo quién tengo delante, es que tanta la belleza que me dejó tonto y no sabía quién eras tu-bromeó para intentar sacarle una sonrisa.

-Eres un garrulo Hazza...incluso me puse lentes de contacto y ni te has dado cuenta.

El joven empresario le agarró las manos y se las besó.

58. Paraíso de omegas y gammas- Omegaverse - Larry Stylinson- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora