58. Paraíso de omegas y gammas- Omegaverse - Larry Stylinson- Terminada

Cuarenta y cuatro

Harry estaba totalmente encantado de tener a su omega junto a él, vivo y totalmente entregado como lo había tenido anteriormente, sin embargo, había algo que no le dejaba ser plenamente feliz y eso era la preocupación de que hacer con el tema: Louis.

Durante los dos primeros días del regreso de William, el alfa se dedicó por completo a este pues lo abrazó, atendió y besó en cada oportunidad que se le presentó pero siempre con un ligero desasosiego, el cual no logró entender.

Junto a su esposo, las manos volvieron a picarle por la necesidad de tocarlo, su exquisito aroma penetraba en sus fosas nasales y despertaban en él sus más fieros instintos, era una agotadora agonía, la cual tenía que desahogar si no quería perecer.

El omega lo miraba dispuesto, realmente el deseo era desgarrador pero no podía tomarlo así, no mientras este no estuviese bien del todo... lo amaba demasiado.

Por todo ello, este tenía los nervios a flor de piel durante el día y en las noches no pegaba ojo pues tener el cálido cuerpo del omega a su lado, le era demasiado tentador.

Así que en varias ocasiones, el alfa tuvo que levantarse y meterse bajo el agua helada para calmar sus ansias pero en algunas de ellas, eso no fue suficiente por lo que debía liberarse, bombeando su polla enérgicamente entre suspiros y gruñidos ahogados.

Tener tan cerca y tan dispuesto a su omega lo hizo enamorarse aún más o al menos eso era lo que sentía estando con él pues en cuanto se separaban, los pensamientos hacia el omega del prostíbulo volvían a su pensamiento.

Con el paso de los días y durante el tiempo que permanecía en la empresa, al ojiverde le fue muy duro tener que acallar el instinto y deseo de ir con Louis pero debía ser fuerte pues por el momento debía atender las exigencias de su omega.

Finalmente y luego de varios días, sorprendentemente, su esposo dijo recuperar la totalidad de sus recuerdos, aunque extrañamente alegó que el momento justo del accidente aún estaba muy borroso.

Como explicación a que fuese atrás y no de copiloto fue que a mitad de camino se había cambiado con su compañero muerto porque estaba harto de ir delante.

A lo de que le entregarán al alfa su pertenencias como si hubiera sido el fallecido, el omega dijo que seguramente se habrían confundido y este se quedó conforme.

Aún así, había una cosa que este no podía entender y esa era el cómo y porqué de que nadie en el hospital se hubiera dado cuenta que William era uno de los heridos y no le avisaron para que fuera a recogerlo.

(...)

Una tarde, tras llegar de la oficina, Harry se lo encontró en el suelo retorciendose de dolor.

...-¿Qué ocurre cariño?..Estás temblando-preguntó este corriendo a su encuentro.

-Mi ce-celo...m-mi ce-lo -gimoteó el omega agarrándose a su cuello.

El alfa no pudo evitar llenar sus pulmones con el fuerte olor de su esposo, haciendo que su alfa interior se estremeciera y por ende, su entrepierna se pusiera dura al instante.

-Fo-Follame mi alfa...t-te ne-necesito-Suplicó William con la voz entrecortada-...te ne-necesito...

El ojiverde asintió y tras cogerlo en brazos, subió las escaleras hasta su habitación, a continuación lo tumbó en la cama y sin perder ni un solo instante más, le bajó los pantalones, se agachó y comenzó a chupar el erecto miembro de su esposo, mientras que este gemía y jadeaba delirante.