SeokJin quería matarse, no literal, figuradamente quería estar bajo tierra o bien lejos de ese lugar. Hacía dos simples noches que el microbio irrespetuoso había ido a su casa junto a sus hijo y amigos. El problema no era tan solo el descaro de TaeHyung cuando lo provocó, acorraló o se declaró en su cocina; no, el problema era todo las sensaciones y pensamientos pecaminosos que había tenido tras esas palabras y acciones sumado a lo descarado del mocoso durante la cena.
TaeHyung se había sentado a su lado y mientras comían pizza pedida a domicilio y todos mantenían una conversación tranquila entre risas, el joven Alfa había tocado su muslo de forma lasciva y provocativa bajo la mesa.
Y SeokJin era humano, un humano necesitado del calor carnal así que aquella noche había terminado con una erección y un exceso de lubricante en su ropa interior. Aquella noche debió darse placer y masturbarse como hacía tiempo no lo hacía. Algo que no estaría mal si la persona que imaginaba de lo hacía no fuera ese microbio molesto.
Ahora, un día cualquiera por la tarde de entre semana, su hijo le había convencido de que la mejor persona para hacerle la foto de carné que necesitaba para renovar sus papeles era Kim TaeHyung. Y no podía negarse o marcharse a otro lugar porque JungKook estaba ahí a su lado acompañándolo.
-Hola Felix Hyung. -Saludó alegre JungKook al entrar al estudio de fotografía, el Omega rubio tras el mostrador le sonrió.
-Hola Kook. -Saludó de vuelta antes de que se escuchara un grito alegre en la trastienda.
-¡¿Ese que escucho es mi Kookie?! -El nombrado rió infantil y cantarina sacando una sonrisa a su padre que lo miraba embobado como siempre. -¡Hola renacuajo! -Saludó llegando hasta él, dando la espalda a SeokJin y centrándose solo en el joven Alfa con una sudadera afelpada de color lila. -¿Por qué vas sin bufanda? Puedes pillar un resfriado, aún hace mucho frío. -Le regañó haciendo el corazón del Omega latir desenfrenado; por la preocupación innata por su hijo y los tonos paternales de regaño natural que desempeñaba con él.
-No pasa nada Hyung, venimos en coche. -Respondió avergonzado JungKook. Para él era difícil acostumbrarse a los cuidados de alguien más que su padre.
-¿Venimos? -Preguntó entonces girando y notando la presencia de SeokJin. -Oh, señor Kim, que gusto verlo. -Y ahí estaba esa sonrisa ladeada que volvía a alterarlo.
-Papá tiene que hacer unas fotos de carné. -Explicó JungKook ante el repentino silencio de ambos más adultos. -Ve papi, yo me quedo con Felix mientras viene Jimin por mí.
-Está bien cariño. -Susurró acercándose a besar la frente de su hijo. -Dile a Jimin que conduzca con cuidado y no llegues tarde, mañana tienes clase. -JungKook asintió y empujó a su padre hacia TaeHyung quien, en un silencio tranquilo, lo guío hacia una pequeña sala de paredes negras y que tenía una de estas cubierta con un panel blanco y una cámara enfrente en un trípode.
-¿Para qué son las fotos? -Preguntó TaeHyung encendiendo la cámara.
-Para los documentos nacionales de identidad. -Respondió tomando asiento en el pequeño taburete frente al pelinegro.
-Entonces serán sencillas. -Afirmó antes de escanear el cuerpo tenso del mayor con parsimonia. TaeHyung aún no comprendía como un cuerpo cubierto de tantas capas de ropa por el frío podía lucir tan sexy ante sus ojos. -Quítate el abrigo, tapa mucho tu cuello y es bonito. -Pidió tomando la cámara entre sus manos.
SeokJin obedeció y volvió a tomar asiento con el abrigo plegado sobre su regazo, TaeHyung se colocó a cierta distancia y tomó varias fotos sabiendo al instante que ninguna estaría desenfocado o arruinada. Simplemente Kim SeokJin era perfecto.
-¡Papi! ¡Ya ha llegado Jimin, me voy! -Se escuchó a JungKook desde fuera.
-¡Vale! ¡Pásalo bien cielo! -Gritó en respuesta viendo hacia la puerta cerrada para evitar que la luz de la calle estropeara las fotos. Al volver a fijar su vista al frente hacia la cámara descubrió la cercanía que TaeHyung había tomado con él.
-¿Y tú? -Preguntó con la voz baja en susurros el menor, SeokJin enarcó una ceja confuso sin comprender. -¿Quieres pasarlo bien Jin Hyung? -El apelativo respetuoso y cercano, junto al embriagante aroma a melón entrando por sus fosas nasales le hizo suspirar rendido. -Creo que sí quieres. -Murmuró ronco, con un tono tan bajo y llamativo para sus sentidos que se dejó hacer cuando TaeHyung sujetó como aquella noche su barbilla con su dedo índice y pulgar para abrir con ligereza su boca. -Tus labios son un pecado, ¿lo sabes verdad Jinnie?
El pulgar de la mano izquierda de TaeHyung pasó haciendo una ligera presión sobre el labio inferior del Omega, arrastrándolo y notando lo jugoso y carnoso que era. La cámara se disparó inmortalizando ese momento y haciendo a TaeHyung mirar el resultado.
-Borra eso. -Pidió aún con los dedos del menor sobre su rostro, este negó.
-Algún día haré una sesión de fotos de todo tu cuerpo Jin. -Declaró con convicción. -¿Sabes por qué? -Los ojos oscuros del menor lo taladraban llegando a su lobo, a sus más profundos deseos. -Porque tu cuerpo será completamente mío y el mío será tuyo.
Era una declaración tan acelerada como el resto que el menor le había hecho. Tan llana y a la vez explícita que provocaba ansiedad en su sistema, su corazón latía desenfrenado, su respiración se entrecortaba, su lobo correteaba y su mente se desconectaba.
SeokJin sabía que iba a cometer una estupidez, pero no se privó de probar esa boca que siempre degustaba paletas de caramelo.
🦙🤍🦙
Nota: Volví con esta bella historia que amo demasiado. Espero no haber perdido lectores y que sigáis dándole amor 🤍🤍🤍 comentar para saber si os guste el proyecto de esta obra 😘
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El suegro de mi hermano (TaeJin) (Kim TaeHyung y Kim SeokJin)
FanfictionKim SeokJin a sus 15 años fue padre de un lindo y adorable Alfa al cual nombró Jeon JungKook. Su pequeño, ya con 16 años, acaba de iniciar su primera relación con un Omega terriblemente adorable y tierno llamado Park Jimin. Y Park Jimin tiene un me...