Kim SeokJin a sus 15 años fue padre de un lindo y adorable Alfa al cual nombró Jeon JungKook.
Su pequeño, ya con 16 años, acaba de iniciar su primera relación con un Omega terriblemente adorable y tierno llamado Park Jimin. Y Park Jimin tiene un me...
Tengo el fin de semana complicado; así que he decidido subir un maratón hoy. Como dije, arriba pañuelos. Besos y disfrutar la lectura, comentar para saber que os está gustando.
Maratón 1/4
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
TaeHyung entró directo a su casa con dirección el cuarto de su hermano, al abrir la puerta encontró el cuarto a oscuras y la cama tendida. Un sollozo lastimero se escuchó haciendo eco en el pasillo, al salir de nuevo a este se encontró con su madre en batín y fumando un cigarrillo; sin duda la mujer acababa de tener sexo y su amante dormitaba en su cuarto.
-Acaba de llegar llorando y no quiere hablar conmigo. -Dijo la mujer. La madre de TaeHyung y Jimin era demasiado peculiar, una Omega que disfrutaba tal vez demasiado su vida sexual cambiando de "novios" cada poco tiempo pero con ciertos principios. Aún si muchos la veían como una puta; ella nunca estuvo con hombres casados, ella nunca se aprovechó del dinero de sus amantes y ella siempre cuidó y dió cobijo a sus hijos. Sin embargo, el paso de los años, logró que su propia descendencia de hartase de ella y quisiera huir de esa casa. Porque como bien opinaban los hermanos: si queremos seguir amando a mamá y no odiarla debemos dejar de ver sus fechorías y vivir con ella. -¿Puedes tratar tú de ver qué le pasa? -Preguntó esperanzada.
-Ya sé que le pasa. -Habló TaeHyung acercándose a su madre, besando su frente y recibiendo una sornisa de esta antes de entrar a su propio cuarto. Entre sus sábanas y con la luz apagada de encontraba el pequeño cuerpo de su hermano temblando por el llanto. -Jiminnie.
-Hyung. -Dijo con la voz rota, tomando asiento de golpe en la cama y pidiendo un abrazo que fue concedido al instante. Ambos se tumbaron juntos en la cama del mayor. -Él ha vuelto a decir cosas feas de mí y Kookie se ha callado de nuevo.
-Lo sé pequeño, sé que lo que debe doler. -Lo arrulló contra su pecho trasmitiendo su aroma con ráfagas de calma. -Creo que Kookie necesita algo de tiempo, necesita pensar bien cuáles son sus prioridades y abrir sus ojos. -Jimin creyó a su hermano, porque nunca le había mentido y siempre le había cuidado. Pero la mayor duda resonando de nuevo en su mente tras comprender que solo había un modo de que supiera esos datos.
-Hyung. -Lo llamó tras un largo silencio. -¿Te estás acostando con Jin? -TaeHyung sintió como su alma abandonaba su cuerpo, era una angustia que apoderó cada fibra de su ser y no pudo hacer otra cosa más que removerse incómodo sobre su cama. -Tienes su olor, al igual que el otro día que volviste de viaje. También vi como te abrazaba el otro día en tu oficina y como su actitud ha cambiado contigo.
-Yo... -Murmuró bajo, sabiendo que no era el momento pero que aún así había llegado este. -Yo estoy enamorado de Jin. -Jimin se alejó de su pecho para verlo a los ojos en la oscuridad.
-¿Y él de ti? -Preguntó examinando el rostro angustiado de su hermano mayor.
-Creo que también... -Una sornisa radiante iluminó su rostro. -Sé que sí, ambos estamos enamorados. -Jimin trató de sonreír, pero en su boca tan solo se mostró una mueca. -¿Te molesta? -El menor negó débilmente.
-Jin se merece a alguien tan bueno como tú y tú a alguien tan bueno como él; soy feliz por ambos. -TaeHyung apretó sus labios con fuerza, sin duda su hermano era una bellísima persona que le amaba sin criterios ni contemplaciones. -Me molesta que no me lo hayas dicho antes.
-Hay una larga historia detrás, no ha sido sencillo para ninguno de los dos; sobretodo para él. -Jimin asintió, conociendo la historia de su suegro y a la vez viendo en la oscuridad de los ojos de Kim que había más que él no conocía. -Queríamos decilo a ambos a la vez.
Jimin volvió a sonreír ladeado, TaeHyung lo estrujó de nuevo contra su pecho y besó su cabello rojizo enmarañado con cariño y protección. De nuevo el menor rompió el silencio cuando el sol comenzó a iluminar el cielo.
-Tan solo... -Susurró lamiendo sus labios. -Si Kookie y yo hemos terminado de verdad; no m obligues a verlo como a mi sobrino porque sería incapaz. Yo siempre voy a amar a Kookie.
-Y estoy seguro de que él siempre te va a amar a ti.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SeokJin miró de nuevo a su hijo, observando triste y abatido como la luz radiante que siempre desprendía se había apagado de un momento para otro. Su pequeño había dejado de llorar entrada la mañana del domingo, pero no había sonreído en ningún momento y ya era lunes por la tarde. Con pesar se acercó a él al sofá y tomó asiento a su lado.
-¿Quieres merendar pequeño? -JungKook alzó su vista de su teléfono móvil sobre su regazo y miró a su padre; ojeras marcadas bajo sus grandes orbes.
-No tengo hambre, estoy pensando. -SeokJin lamió sus gruesos labios y acomodó su cabello con delicadeza.
-¿Sigues sin saber que hacer? -JungKook movió su cabeza de un lado a otro mostrando algo de confusión.
-Hablar hoy con Hobi me ha hecho reafirmar qué es lo que quiero. -El mejor amigo de su hijo había acudido a su casa al terminar las clases a las que JungKook no había acudido, sin embargo su pequeño seguía taciturno. -Pero él tampoco sabía cómo aconsejarme, necito a alguien que pueda comprender por lo que estoy pasando y que me quiera pero pueda ser imparcial; que me hable con franqueza. -SeokJin sonrió orgulloso por la madurez de su pequeño de 16 años, sin darse cuenta realmente BangChan tenía razón y su cachorro ya no era un niño, sino un proyecto a adulto.
-¿Y en quién has pensado? -Murmuró, JungKook parpadeó indeciso.
-¿Crees que si llamo a Tae Hyung él vendrá a hablar conmigo? -El lobo Omega de SeokJin de removió feliz ante la sola mención de su Alfa y el humano sonrió amplio sin poder evitarlo.
-TaeHyung te quiere mucho y no solo por ser tu cuñado. Si lo llamas estoy seguro de que vendrá a verte.