Kim SeokJin a sus 15 años fue padre de un lindo y adorable Alfa al cual nombró Jeon JungKook.
Su pequeño, ya con 16 años, acaba de iniciar su primera relación con un Omega terriblemente adorable y tierno llamado Park Jimin. Y Park Jimin tiene un me...
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-¿Estás seguro de que lo tienes todo claro Kookie? -El menor rodó sus ojos, como había aprendido desde pequeño de su padre, antes de asentir cansado.
-Sí papi. -Sonrió. -Tengo comida en la nevera, sé cocinar, puedo salir pero no llegaré tarde y te avisaré con un mensaje cuando llegue a casa, además...
-Sí, lo sé. -Susurró bajando la mirada a su pequeña maleta de viaje. -Ya no eres un cachorro.
-Estaré bien. -Aseguró llegando junto a su padre a la puerta de su casa para abrazarlo con fuerza, SeokJin lo contuvo con amor. -Igualemente cualquier cosa te llamaré. -El mayor asintió escondido en el cuello de su pequeño. -Ahora vete o perderás el tren. -El Omega hizo una mueca ante la mentira piadosa que le había hecho a su hijo sobre una escapada a un spa para desconectar y que necesitaba hacer.
-Una última cosa. -Dijo abriendo la puerta de su apartamento y señalando a su hijo con sus ojos achicados en modo de amenaza. -Sé que vas a traer a Jimin. -El menor se sonrojó haciendo a su padre rodar los ojos ante lo obvio de la situación. -Si vas a perder tu virginidad déjame decirte que te compré un paquete de condones y está en el mueble bajo del baño...
-¡Papá! -Exclamó avergonzado echándolo de casa a empujones, SeokJin salió y bajó las escaleras aún riendo sin control. Al llegar a la parte trasera de su edificio reconoció el coche de la padre de TaeHyung y vio a este salir de él.
-¿De qué ríes? -Preguntó el Alfa riendo por ver al mayor reír, SeokJin negó con su cabeza y trató de controlarse.
-Le he comprado condones a Kookie y casi se muere de la vergüenza. -TaeHyung soltó una carcajada y le ayudó a acomodar su maleta en el maletero antes de abrirla la puerta de copiloto.
-¿Ves? Esto es un dos por uno. -Habló una vez ambos estuvieron dentro y emprendieron camino.
-¿Por qué? -Cuestionó ladeando su cabeza para ver al menor. SeokJin se fijó en lo sexy que se veía TaeHyung conduciendo con tan solo una mano, como las venas de sus brazos se marcaban entre la tinta de los tatuajes en sus brazos de mangas negras arremangadas.
-Nosotros nos vamos a follar y ellos aprovechan la casa sola para follar. -Sonrió. -Todos salimos ganando.
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