Kim SeokJin a sus 15 años fue padre de un lindo y adorable Alfa al cual nombró Jeon JungKook.
Su pequeño, ya con 16 años, acaba de iniciar su primera relación con un Omega terriblemente adorable y tierno llamado Park Jimin. Y Park Jimin tiene un me...
El siguiente capítulo contiene escenas para mayores de 18, leer bajo vuestra responsabilidad. Este capítulo es completamente KookMin así que cero faltas o insultos a mis PERSONAJES o lectores. El capítulo es de extensión larga. Sin nada más que añadir: disfrutar del maratón.
Super maratón fin de semana 1/6
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JungKook quería morirse en ese mismo instante, es decir, los nervios le estaban carcomiendo el alma.
Después de que hablara, pasando un momento muy vergonzoso, con su novio sobre tener relaciones; Jimin tan solo de había alejado de él, entrado a su casa y puesto cómodo.
Ahora, ambos veían una película de dibujos en la televisión del salón y el menor no entendía porqué Jimin actuaba con tanta naturalidad. ¿Cuándo lo iban a hacer? ¿Había un momento específico para ello? En las películas siempre lo hacían de noche o en un arrebato de pasión...
Pero lo que realmente le tenía mal era la posición de Jimin. No es como que nunca hubiera examinado el cuerpo sexy de su novio, ni que no hubiera dormido abrazado e íntimo junto a él, pero aquello era demasiado y más después de esa conversación.
JungKook estaba sentado en una esquina del sofá, de forma recta y tensa por las vistas. Unas vistas de Jimin, que a pesar del frío en la calle, portaba un short negro que a penas cubría su trasero y un suéter enorme rojo. El short, literal, dejaba a la vista parte de las mejillas bajas de su trasero que se veía mucho más grande por el mayor estar tumbado de lado en su tronco pero bocabajo en sus piernas.
Fue inevitable, bueno, más bien una necesidad, llevar una de sus manos a los gemelos de Jimin y comenzar a subir por su pierna de piel suave y cálida hasta llegar a esos gordos y deliciosos muslos. Jimin lo miró de reojo y lo ignoró, dejando algo de espacio a la valentía de su adorado novio.
JungKook apretó la blanda carne y disfrutó de la bella imagen de ver sus dedos marcarse en rojo en ella. Relamió sus labios e introdujo su mano entre sus piernas, tan solo tocando los muslos internos, que se mantenían calientes al estar en contacto uno sobre el otro.
Sus largos dedos rozaron la entrepierna de Jimin, el mayor cogió una gran bocana de aire que alertó al menor su alejó su mano. El pelirrojo pausó la película, girándose hasta colocarse bocarriba y buscar a tientas la mano de su novio; con lentitud la guió de nuevo a sus muslos internos.
-Toca lo que quieras Kookie. -El menor pasó saliva y miró el rostro tranquilo, con una sonrisa bonita, de su mayor. Con cuidado se puso de rodillas en el sofá y se encaramó sobre el cuerpo más pequeño para acunar con su mano una de sus mejillas, Jimin rió tierno. -De todo lo que puedes tocar, ¿eso es lo que decides tocar? -JungKook sonrió antes de asentir e inclinarse es besar su pequeña nariz de botón.
-Es que tu carita es demasiado preciosa. -Jimin se sonrojó. Ese era uno de los momentos favoritos de JungKook, poder ver a su descargo y atrevido Minnie sonrojado.
