𝟐𝟎. 𝐏𝐞𝐥𝐞𝐚 𝐲 𝐝𝐢𝐬𝐜𝐮𝐥𝐩𝐚: 𝐋𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐧𝐨 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐚𝐬í. (𝐁𝐢𝐧𝐠𝐪𝐢𝐮)

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— ¡¿Qué tú hiciste que cosa?!

— Sólo lo comente, pero ese novio tuyo se lo tomo muy personal —Shang Qinghua levantaba sus hombros restándole importancia —, no es mi culpa que sea un celoso de primera.

— Qinghua, es que no fue lo que le dijiste —Shen sacaba su celular mientras llamaba a su loto negro—, es el contexto con el que se lo dijiste.

— Pero yo estaba ahí, sé como pasaron las cosas.

— Maldita sea, contesta Binghe —el mayor se estaba frustrando porque el buzón de voz era lo único que escuchaba—, estabas pero no consciente. El tonto juego de chupitos que hiciste con Wei Wuxian te dejo en el suelo, ¿en serio creíste que le podías ganar?

— No estaba TAN borracho —Qinghua seguía tomando de su bubble tea.

— Cuando viste a Mobei Jun lo fuiste a besar y le dijiste "que querías que te tomará".

— Yo-yo no dije eso.

Era la última vez que ingería alcohol, era un promesa, se repetía en su cabeza el de chongo.

— Yo no estaba ebrio como tú, ayúdame a buscarlo —mientras jalaba a su amigo, Shen iba refunfuñando—, si le pasa algo me encargaré personalmente de decirle a ese apuesto estudiante de derecho que lo quieres montar.

— ¡Yah!, hermano pepino eso n-

— Me vale —estaban atravesando el campus corriendo, no le importaba si empujaba a estudiantes más jóvenes o a viejos maestros, tenía que detener a Luo. Sabía que a veces era explosivo y más cuando se trataba de alguien queriendo propasarse con él, pero no había pasado como lo había contado ese tonto hermano Avión.

—Hey —las piernas de Shang ya le estaban fallando, no podía, le dolían y estaba sudando a mares—, ya no puedo. Ve tú.

—Tú tienes la culpa así que vamos —con un tirón de su muñeca lo fue arrastrando por todo el campo de futbol —, demonios Qinghua debemos de retomar las clases de zumba.

Estaban a punto de llegar al estacionamiento cuando vio un tumulto de personas. No le agrado.

— ¡SI MI SHIZUN TE DIJO QUE NO, ERA NO! —esa voz claramente era de su novio—, ¡NO DEBERÍAS APROVECHARTE DE LAS PERSONAS ENGENDRO!

Golpes se escuchaban, el corazón de Shen latió aún más rápido cuando vio policías acercándose.

— ¡BINGHE BASTA!

La imagen era aterradora, un furioso Luo Binghe se encontraba sobre el vicepresidente de la carrera de Ingeniería, el cual ya tenía sangre escurriendo por su boca, un ojo hinchado, sangre brotaba de alguna parte de su cabeza y no hacía nada para defenderse.

— ¡LUO! — Mobei Jun ya había llegado, era el único que se atrevía a acercarse para tomarlo de los brazos y alejarlo del pobre muchacho que yacía en el suelo.

Shang Qinghua se había quedado estático en su lugar, no creyó que unas simples palabras fueran las responsables de todo eso.

Los policías llegaron y los estudiantes alrededor corrieron por temor.

Ya llevaban 5 años de noviazgo y a veces había peleas o inconformidades que ambos sabían resolver con una buena charla y una sesión de besos en la residencia del mayor. Pero esa última ocasión no le hizo caso al menor y fue a esa fiesta al que fue invitado por el vicepresidente que cada que podía lo cortejaba, y aunque Shen Qingqiu no se diera cuenta, Luo Binghe sabía muy bien que intensiones tenía con su mayor.

El estudiante de artes le había dicho a Shen que no fuera a esa dichosa fiesta porque había escuchado de sus compañeras, que el anfitrión tenía planeado llevar otro tipo de diversión, y esas palabras todos las entendían, menos su lindo novio al parecer.

Luo creyó en su novio cuando le dijo que no iría, pero grande fue su sorpresa al escuchar de Qinghua que no cumplió con su palabra y ese tonto vicepresidente lo había llevado a una habitación desapareciendo por tres horas, después de que le ofreciera una bebida con un burbujeo extraño. No se pudo contener y fue en busca de ese ser que sólo sabía aprovecharse de las personas.

— Binghe, deja de voltearte. Necesito desinfectar esto —Shen resoplo, el menor nuevamente estaba haciendo un berrinche—. Lo siento, pero Shang quería ir y yo...

— Me mentiste.

El pecho del mayor dolió, pues la vocecilla de su novio era apenas un susurro y tenía un mote lleno de dolor.

— Lo siento.

— Al parecer no te he dado la confianza como creí. Pero al menos ese tipo tuvo lo que merecía — la vista llorosa del pequeño de rizos se poso en la ventana—, no tuvo que haberte tocado sin tu consentimiento. No estabas ap-

— ¿Qué historia te contó Qinghua? —dejando aun lado el paño con el que limpiaba la cara de Binghe, Shen Qingqiu se poso enfrente de la ventana—, las cosas no fueron así. No tome esa bebida y mucho menos fui con él. Ese hermano Avión tonto estaba ebrio. No debes de hacerle caso.

— Esta bien.

— Bing-

— Me voy a la dirección, supongo que me van a suspender.

— Oye-

— Te mando mensa-

— ¡YAH BINGHE! — Shen lo había abrazado por la espalda, antes de que tomara la manija de la puerta —, lo siento. No tuve que mentirte... Pero sabes que te amo y no haría algo para perjudicarte... A excepción de esto. A veces no soy muy receptivo. Pero no volverá a suceder.

Sollozos se escucharon y Qingqiu lo rodeo para darle un beso en la frente mientras lo estrujaba más entre sus brazos.

— Lo siento. 

— Creí que me dejarías Shizun.

— No seas bobo Luo, no podría.

— Shizun tonto, me tendrás que compensar esto.

— Pídeme lo que quieras.

Un beso fue robado de los labios del mayor, mientras veía como una gran sonrisa se estampaba en la cara de su menor y esas lágrimas cesaban.

— Ayer encontré un nuevo vídeo...

Ya no era necesario que dijera más, Shen sabía lo que quería ese pequeño loto negro suyo.

DanmeItoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora