21. ᴅᴇꜱᴄᴜʙɪᴇʀᴛᴏꜱ: ᴄᴀᴍʙɪᴏ ᴅᴇ ᴇQᴜɪᴘᴏ. (Qɪᴜʀᴏɴɢ)

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— ¡Shhhh!, que no hagas ruido basura inútil.

Mientras ponía su mano en la boca del contrario, se asomaba desde su escondite (que era detrás de un árbol) para corroborar si el tonto de su primo ya se había alejado. Cuando vio la espalda de este, internamente se sintió aliviado... Eso fue hasta que algo viscoso paso en la palma de su mano.

— Qué asco.

— Tú das más asco.

Lang QianQiu no lo iba a admitir pero al tener a su crush no crush tan cerca de él, hacía que se pusiera bastante nervioso.

— ¿Entonces?

— No lo sé Qi Rong. Los equipos ya están y no serán cambiados hasta el otro curso.

— Jodete, bien puedes hacer algo.

Ambos estaban susurrando, y por obvias razones tenían que estar así de cerca, tan cerca que el aliento del contrario chocaban en sus mejillas sonrosas.

Qi Rong nunca lo aceptaría pero sí se había emocionado cuando su compañero de trabajo era ese tonto de ojos miel y sonrisa encantadora, obvio no estaba enamorado de él ni mucho menos sabía su rutina diaria, ni que lo hubiera seguido y stalkeado en todas sus redes... Además sólo lo había hecho por pura diversión y por encontrar algo para molestarlo.

— ¿Por qué no quieres ser mi compañero? —QianQiu, quería saber el motivo, no se consideraba malo y al contrario hasta se había echo la idea de hacer todo el trabajo—, creo que yo debería de ser el que tendría que pedir el cam-

— ¡Pues pídelo jodido idiota!, ¿Quién te necesita?

— ¡No estoy diciendo que lo ha-

— ¡Lárgate con uno de tus compañeros que si trabaje entonces!

Se habían olvidado que se estaban escondiendo, Qi Rong empezó a manotear y Lang Qianqiu se estaba desesperando, así que sólo se le vino a la mente cuando su padre estaba de malas y su madre lo encontentaba con un beso... Y fue lo que hizo.

Creyendo que el contrario empezaría a pegarle, había cambiado de posición con el bajito, recargándolo en el árbol y tomar sus muñecas por arriba de su cabeza... 

— Tú-, ndg-

La verdad era que el ojiverde tenía altas ganas de darle una cachetada, pero esos labios eran adictivos.

Se dejaron llevar, olvidaron que estaban a un lado del campus, donde bien, no había tanta luz, pero no era tan difícil encontrarlos. El beso se volvió rítmico, convirtiéndose en una lucha de dominio, Qi Rong estaba a punto de ganar, pero una molesta voz, lo tuvo que interrumpir.

— Así que aquí estabas, ¿cuan-

Xie Lian quedo mudo... Mientras la pareja de enemigos no enemigos, lo veían con cara de evidente molestia pues su plática de cambio de equipo no podía seguir.


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