𝟣𝟩. 𝐸𝓂𝒷𝒶𝓇𝒶𝓏𝑜: 𝒩𝓊𝑒𝓋𝒶 𝓂𝒾𝓈𝒾ó𝓃. (𝐵𝒾𝓃𝑔𝒬𝒾𝓊)

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Shen Qingqiu se encontraba en la habitación que compartía con su esposo en el Reino demoníaco, hace ocho meses que no iba a su cumbre, pero Shang Qinghua cada cierto tiempo le decía que todo estaba en orden, que no tenía que estresarse de más.

Seis bolas se acercó con una bandeja repleta de deliciosos platillos, productos de Luo Binghe, que a pesar de estar ocupado con asuntos de su reino tenía tiempo para prepararle de comer.

— Esto es todo. Si tiene algo más que pedir me llama.

— Ammm, oye —Shen con cuidado se levantaba de la confortable cama. A veces ya no podía dormir por el dolor de espalda o porque simplemente no podía darse vuelta como quisiera—, ¿hay pedazos de carbón en la cocina?

— ¿Otra vez antojos?, si el señor se entera, me va a matar.

— No te hará nada. ¿Podrías traerme un par?.. Por favor.

Seis bolas sólo salió por la puerta.
Al ver lo que había en la bandeja, su corazón latía de manera desenfrenada, y lágrimas empezaron a escapar de sus bonitos ojos.

Odiaba estar de hormonal, no le gustaba tanto los cambios de humor tan repentinos.

Tomando los palillos, empezó a degustar los ricos manjares que había preparado su pequeño loto negro.

Una fuerte patada fue la respuesta a lo que estaba comiendo.

— BaoBao, es rico, ¿verdad? Papá lo hizo para nosotros. —la mano que tenía libre la paso por su abultado vientre, mientras que sentía una nueva patada—, tu papi nos ama mucho. Demasiado. Ya quiero verte, ojalá salgas como él —Qingqiu sonreía mientras lloraba—. Por favor. Sal como él.

Sin haberse percatado que el Rey demonio había estado desde la puerta escuchando esas palabras tan bonitas, empezó a sollozar más fuerte.

— Shizun.

— Binghe — extendió su mano para que Luo la tomará, cosa que hizo e inmediatamente se sentó a su lado—. Gracias por amarme tanto.

El de rizos, amaba esa faceta de su Shizun, desde que supieron que tendrían un pequeño bebé el humor del mayor había cambiado de manera drástica, ahora era común escuchar palabras amorosas saliendo de su boca dedicadas a Binghe o a ese pequeño ser que crecía dentro de él. Aunque la reacción de cuando lo descubrió haya sido completamente diferente.

...

Esa mañana, había despertado el maestro en su cama de bambú, aún tenía dolor en su parte trasera, pero poco a poco la técnica era mejor. Esbozo una pequeña sonrisa hasta que una pantalla emergente salto en su vista.

« Misión nueva: Descendencia. »

- Sistema, ¿de que hablas?

« Felicidades, felicidades, felicidades. Ha sido fecundado exitosamente. »

¿Fecundado?, que demonios significaba eso.

-Sistema no empieces. Explícame que es esto. No estarás hablando d-

- ¿Shizun?

Shen Qingqiu tenía una expresión sombría, mientras sus manos tomaban su vientre. Olvidándose del dolor se paró de su cama y todo le dio vueltas por lo que el discípulo se alarmó.

- ¿Shizun que tienes?

-No, no, no... No puede ser. Binghe, ¿estamos en tu sueño? Esto no es gracioso.

Aferrándose al de ropas negras, un abismo negro lo trago.

Mu Qingfang había llegado deprisa a la cumbre, procediendo a tomar la muñeca de un dormido Shen Qingqiu.

- ¿Pero, como?

Binghe quién estaba inquieto sosteniendo la cabeza de su esposo, levantó la vista, siendo tan intimidante que un aura demasiado peligrosa estaba a su alrededor.

- ¿Qué pasa?

Mu Qingfang estaba dudoso en decirlo.

- Shen... Tu shizun... Se encuentra... Esta...

- ¡Habla de una v-

-Binghe, no seas grosero —por fin había abierto los ojos, era mejor si él se lo decía a Luo.

- ¡SHIZUN! -ahora quien estaba llorando era el de rizos.

- Será mejor que se lo digas tú. Vendré más al rato para checarte y saber cómo te cuidarás.

Asintió con un cabeceo y abrazo a su discípulo.

-Binghe, veme -con ambas manos logro levantar su cabeza, juntando sus frentes-, si te dijera que... Podríamos tener un pequeñín, ¿qué-

Había dejado de hablar porque unos labios lo habían silenciado.

- Sabía que ese sueño había sido real.

- ¿Qué?

- Soñé que tendríamos un bebé Shizun. ¿Es verdad?, Estás emb-

- No lo digas, suena raro... Pero sí Binghe, este maestro te hará papá.

Lágrimas ya estaban adornando la bonita y atractiva cara del rey demonio. Shen sintió su corazón removerse, así que dándole un beso en la frente lo atrajo así si, rodeándolo en un fuerte y gran abrazo.

- Me has hecho el discípulo más feliz. Gracias por tanto Shizun -el pequeño loto negro, hablaba entre sollozos.

Se habían ido al Reino demoníaco a pedido de Mu Qingfang, y Binghe lo hizo más que gustoso... Y por primera vez Shen estuvo de acuerdo, según con lo que decía el Sistema, tenía que cumplir con pequeñas misiones en ese lugar como "Aprender a cuidar bebés".

...

— Binghe, eres lo mejor que me ha pasado. Incluso cuando estaba solo sin nadie a mi lado, el recordarte me hacía sentir alivio. Nunca más te vayas de mi lado.

Sonrisas y besos compartían el par de esposos en ese cuarto.
La atmósfera fue rota por un quejido del mayor y sorpresa en sus ojos.

— Binghe...

No era necesarias más palabras, pues al levantar las sábanas líquido claro era lo que salia de Shen Qingqiu.

— Tran-tranquilo Shizun.

Y en un santiamén, medio ejército demoníaco ya estaba en su habitación para recibir al bebé.

DanmeItoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora