Aiden.
Desperté y tomé una ducha con agua tibia, salí del baño con una toalla atada a la cintura. Fui hasta el closet y tomé ropa que una criada había ordenado ayer. Ropa interior negra, pantalones negros, camiseta de manga larga negra, con unas rayas rojas en los puños y una gran raya roja en la zona del pecho, zapatillas de vestir rojas. Me vestí con todo eso después de secar mi cuerpo y cabello. Además, tomé mi supresor, lamentablemente es algo necesario, debo tomarlo diariamente, aunque hay veces en las que olvido tomarlo.
Miré mi teléfono y era bastante temprano, para ser exactos, las seis con treinta minutos de la mañana.
Bajé al primer piso, ahí sólo estaban unas criadas limpiando, tal parece que nadie ha despertado todavía. Pregunté por el desayuno y me prepararian algo. Fui a al comedor y desayuné, mientras estaba en eso, escuché pasos, miré hacia la entrada y era Christofer en pijama, venía estirándose y bostezando.
- Buenos días - Dije con voz tranquila.
- Buenas... - Dijo para luego desviar su mirada.
Bueno, al menos saluda...
Una criada le trajo el desayuno.
- Hey - Parecía llamarme.
- ¿ Pasa algo? - Pregunté.
- Mamá dijo que tenías que estar pegado a mí, pero ni creas que lo permitiré, asegúrate de mantenerte lejos en la escuela y de que lleguemos juntos a casa para que no se enfade, ¿ Entendido? - Dijo con un tono fuerte y frío.
¿ Por qué debo soportar a este idiota?, lo que tiene de guapo lo tiene de imbécil, eso sería mucha imbecilidad.
- Entiendo, ¿ Algo más que deba evitar o que deba hacer? - Pregunté con una leve sonrisa.
Sé que quizás estoy siendo muy tonto al sólo sonreír pero, ¿ Qué más puedo hacer?, no es como que quiera provocar peleas.
- Bueno, en realidad soy bastante popular.
Egocéntrico...
- ¿ Y eso qué? - Pregunté de forma inocente.
- Pues bueno, siempre tengo oportunidadades de salir con alguien, y aunque esté comprometido, no quiero dejar eso, por lo que creo que hasta el día de la boda, deberíamos salir con quien queramos, ¿ Vale?, ambos ganamos.
No me gustaba su actitud... Pero no es como que pueda negarme.
- ¿ Le dirás a tu madre sobre esto?
- Claro que no, ella no debe saberlo.
- Ya veo...
Me levanté de la silla.
- Avísame cuando sea hora de ir a la escuela.
- Aún no me respondes si estás de acuerdo o no - Dijo con ese tono molesto que tiene.
- No me interesa, haz lo que quieras.
- Vaya, pensé que te opondrías, me alegra que lo entiendas - Dijo con una sonrisa más falsa que la edad que dice tener el líder dragón.
De todas formas, le devolví la sonrisa tranquilamente.
Después de eso fui a mi cuarto, tomé del escritorio el bolso que me había dejado la señora Wolfgram ayer por la tarde, dijo que tenía todo lo necesario, como cuadernos, lápices, toallitas húmedas, un botón de alarma... Vaya, hay muchas cosas...
Tomé mi billetera y la metí en mi bolsillo, ahí tengo el dinero y la tarjeta que papá me había dado, además de mi tarjeta de identificación, también tomé mi móvil, revisé y tenía mensajes de mi hermano, de Fénix y de Viena, todos dicen que me extrañan y que quieren que vuelva pronto... Yo también quiero volver.
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Aiden (Yaoi/Omegaverse)
RomansaEn un mundo donde tanto hombres como mujeres pueden concebir, existen dos castas distintivas, alfas y omegas, sin embargo, todas las persona de este mundo guardan una herencia instintiva que proviene de cierto animal o de un dragón; los dragones son...