troublemaker | jean k.

๛ seis.

hola!! este capítulo como dije anteriormente, va a ser una vista al pasado de Jean con Bonnie por lo que va a ser más largo,,, recomiendo que lo lean con calma y mucha música triste<3

Se sentía vacío.

Cursaba su tercer año de universidad, tenía dinero, amigos leales y cuántas chicas podía desear, cualquiera diría que lo tenía todo, y si lo tenía todo, ¿entonces por que se sentía así?
No lo sabía, no tenía la más mínima idea pero Jean sentía que su vida no era tan increíble cómo todos creían que lo era, carecía de emoción, simplemente vivía una vida común y corriente cómo todas aquellas personas que lo admiraban por su envidiable vida.

Era normal.

Algunos compañeros lo habían invitado a un club cerca del campus aquella noche, y aunque se negó, luego comenzó a pensarlo bien y quizás no le haría tan mal salir a divertirse un viernes por la noche. Tuvo que cancelar su noche de películas con Sasha y Marco y sí, la castaña se molestó con él, pero Jean sabía que su enojo duraría tan solo un par de horas y luego estaría buscándolo otra vez, así era siempre.

Apenas puso un pie dentro del recinto, se arrepintió de manera casi inmediata. Logró percibir al instante el olor a marihuana que emanaba desde distintos puntos del bar, las luces de colores lo cegaban levemente cada vez que cambiaban de tonalidad y tenía que acostumbrarse a la vista de estos, la música estaba bastante fuerte pero era soportable. ¿Hacía cuánto que no salía a divertirse así? ¿Harían unos dos meses? No lo recordaba con certeza, y para ser honestos, le daba igual.

Entre toda la gente que bailaba, logró reconocer cuatro o cinco rostros de compañeros o conocidos de la universidad, en realidad la mayoría de personas que estaban ahí estudiaban en el mismo lugar que él, pero Jean jamás sabría eso, porque jamás prestaba atención a otras personas que no fuesen sus dos mejores amigos. Sentía miradas sobre él, y ciertamente las tenía, más concretamente de los chicos a quienes les había negado la invitación esa misma mañana, quienes se cuestionaban entre ellos que demonios hacía Jean ahí.

Llegó a la barra y para su buena suerte, el barman era un tipo que podría considerar su amigo, por lo que no estaría tan aburrido en el transcurso de la noche. Tomó asiento y esperó pacientemente a que el chico se volteara, y así lo hizo.

—¿Jean?

—Connie, ¿qué tal?

Al chico de cabeza rapada le pareció sumamente extraño el ver a Jean ahí, por lo general era retraído y no muy sociable, por lo que no entendía que hacía el castaño en ese lugar, sin embargo prefirió no decir nada y alegrarse de que Jean por fin estaba tratando de abrirse más socialmente.