TIAN | minsung

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Jisung abrió los ojos asustado cuando escuchó la alarma a eso de las seis y media de la mañana, revisando su teléfono de inmediato, desde hace tres meses cuando consiguió ser el asistente del señor Bang, amanecía con correos de su jefe que contenían pedidos o simplemente pidiendo su horario del día. Aquel chico aún no podía comprender cómo ese tipo podía levantarse a las cinco de la mañana para entrenar y luego ir al trabajo, Jisung que apenas podía abrir los ojos respondía correos y empezaba su día tomando una taza de café cargado, saliendo de casa rápidamente hacia la oficina.

El señor Bangchan se había quedado con él debido a que el chico era muy capaz, sus asistentes antecesores habían hecho trabajos mediocres o simplemente no eran pasases de seguir su ritmo y eran despedidos o renunciaban a la semana de empezar, pero Jisung seguía de pie a pesar del duro trabajo que le tocaba todos los días desde muy temprano. Por lo que para su jefe Jisung era un chico especial, confiaba en él en silencio y cuando podía le alivianaba la carga sin que él supiera.

Cuando ambos se juntaban en la oficina era cuando verdaderamente comenzaba el trabajo, Bangchan era un hombre ocupado, donde su día completo eran reuniones con agencias, actores y modelos, revistas y entrevistas, y era trabajo de Han Jisung mantener el orden de su estrecho horario y guiarlo a cada uno de los encuentros.

Está demás decir que estaba siempre a su lado y era un verdadero dolor de cabeza cuando Bangchan tenía uno, Jisung había comenzado a acostumbrarse a llevar pastillas para su jefe y a estar al ritmo de los días ajetreados buscando restaurantes elegantes, y uno que otro snack para el señor Bang cuando le era imposible que comiera algo entre reuniones. Y justo ahora en medio de un gran proyecto, el tiempo era aún más reducido pero aun así no paraba, a veces era difícil llegar a todas las reuniones, todos querían hablar con Bangchan o tener negocios ligados a él.

Al medio día el señor Bang tenía una de las reuniones más importantes, por lo que Jisung debía ir personalmente al restaurante a verificar que todo estuviera en orden, su iPad indicaba una junta con el señor Lee Felix junto con los protagonistas principales de la serie que filmarían, por lo que era de suponer que hablarían sobre ello con suma importancia, como fechas de iniciación, vestuario, horarios y demás, era importante que todos ellos estuvieran cómodos mientras platicaban, y aún más, sabía lo importante que era para el señor Bang que su amigo se sintiera a gusto.

No sabia mucho del señor Felix, pero lo que tenía a su alcance era que su personalidad es una muy amable y genuina, pero su mente maquinaba a mil por hora, era una persona que pensaba muy profundamente sobre todo a su alrededor, y crear buenas reacciones en él era la meta a alcanzar y naturalmente le daba un poco de miedo hecharlo a perder por algún inconveniente, quería que todo fuera perfecto y salir con vida de ello.

Cuando fueron las doce y media, el señor Bangchan llegó al lugar de encuentro buscando a su asistente, el cual se encontraba hablando seriamente con el personal, advirtiendo que no podía haber ningún error.

—Jisung, ¿Todo listo?

—Si señor, pronto comenzarán a llegar.

—Bien.

Jisung podía notar en los ojos de su jefe algo de nerviosismo, pero su postura seguía siendo perfecta, y mucho menos decir de su traje de ese día, camisa blanca a su medida que combinaba bien en pantalones grises.

De pronto un auto azul oscuro lujoso se estacionó frente al recinto, Jisung supo de inmediato quien debía ser la persona que se bajaría de ahí, la puerta fue abierta por el que debía ser el asistente y logró divisar un pantalón blanco y camisa azul cielo bajarse del vehículo, con cabello hacia atrás rubio como el sol y ojos amplios. Se veía casi brillante esa escena, como ver a un tipo de príncipe o algo por el estilo, era un verdadero espectáculo.