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El domingo por la noche había llegado, los chicos se habían arreglado he iban en el auto en dirección al restaurante al que habían sido citados para la cena final de la producción de la serie, el lugar era un poco apartado y ni LeeMinho había conocido antes a ese lugar.

Jisung iba como un buen copiloto, mirando por la ventana interesado en el paisaje sintiéndose algo ansioso, mientras que Minho miraba bien las indicaciones del mapa para no perderse. Todo era silencioso y tranquilo hasta que el menor decidió abrir la boca.

—Aún no entiendo porqué estamos usando trajes tan parecidos, te dije que tu deberías usar uno más bonito ya que eres el actor principal de la serie—. Se quejó girandose en dirección al mayor.

—Nos vemos bien así, y de seguro Bangchan se verá mucho mejor así que no te preocupes por esas cosas, es sólo una cena.

Jisung mostró un rostro resignado ante su respuesta y miró su traje, no podía negar que le gustaba mucho, habían salido temprano para visitar una tienda conocida de Minho para elegir lo que usarían esa noche, la gente del lugar fue muy amable y los alagaban cada cinco segundos por ser tan guapos, y luego de que ambos estuvieran listos, el mismo personal de aquella gran tienda los asesoraron y arreglaron para que sus rostros se vieran bonitos.

No usaron demasiado maquillaje y eso le agradó muchísimo, Han se sentía cómodo y seguro de sí mismo, cuando se vió al espejo luego de todos esos arreglos en su cabello, sintió que no había razones para sentirse pequeño, se veía genial y elegante, aún no lograba creerlo por completo y mirando hacia su costado izquierdo, se encontraba LeeMinho aún siendo arreglado por las estilistas, y pensaba en lo irreal que se veía ese hombre, su cabello peinado hacia atrás lo hacían ver de rostro fresco, y esos pequeños mechones que caían por su frente le daban esa sensación de intensidad en esa mirada segura, era muy típico de él, muy su estilo.

Era increíble lo bien que podía verse sin hacer absolutamente nada, Jisung sin duda era su gran fan, y esperando un poco más ambos estuvieron listos encaminandose al encuentro. Minutos pasaron y al momento de estacionar el vehículo en el estacionamiento del gran restaurante Jisung hace la pregunta del siglo antes de bajarse.

—Minho, ¿Deberíamos ocultar que estamos saliendo? Todas esas personas siempre fueron muy chismosas, no quiero que tengas problemas.. siempre estuve muy ocupado en el set regañandolos.. a veces eran muy molestos.

Minho vió la incomodidad y frustración en sus ojos y con expresión tranquila habló.

—Está bien si así lo prefieres, aunque de todos modos no creo que haga falta decir nada—. El actor se arregló un poco la solapa de su traje y chequeando que Jisung estuviera perfecto, añadió—¿Listo? Pasemos una noche agradable~

Jisung que había quedado en silencio por un momento reaccionó y asintió con una sonrisa y salió del auto negro brillante caminando a la par con el mayor, sentía que su corazón latía rápido y por alguna razón era como si fuera el dueño de ese lugar. La forma en la que se sentía "superior" era increíble, tal vez el traje o quizá el hecho de estar caminando junto a Minho lo hacían sentirse así, como en una entrada épica de una película de acción.

Ambos cruzaron el umbral de aquellas puertas de vidrio elegantes, encaminándose dentro de un amplio y hermoso restaurante de enormes candelabros de cristal en el techo alto, luces en tonos amarillos cálidos y las grandes mesas redondas muy bonitas y elegantes, en una esquina se encontraba una gran barra y tras ella un grupo de meseros bien vestidos, listos para salir en cualquier momento para atender a cualquier comensal.

En el restaurante no había ninguna persona que no conociera, todas las caras que lograba ver las sabía de memoria, parecía ser que Bangchan había reservado el recinto completo para la ocasión. Logró ver a un grupo grande de al menos unas treinta personas o quizá un poco más, las cuales componían parte del staff de todas las áreas y gente de producción audiovisual que se encontraban sentados conversando con copas de champaña en sus manos, todos se veían muy elegantes y felices hasta el momento en que sus pasos fueron más evidentes y todos esos ojos terminaron clavados en ese par de chicos que caminaban a su dirección desde la entrada.

TIAN | minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora