TIAN | minsung

09

—No creí que las escenas de hoy serían tan intensas, realmente sentí angustia—Dijo Jisung al entrar al apartamento de Minho.

—Creo que pude hacerlo mejor—Habló el actor dejando su bolso a un lado.

—¡La escena quedó en la primera toma! Fue lo más genial que vi hoy, además Bangchan se veía bastante satisfecho con el resultado—Dijo cruzándose de brazos siguiendo los pasos del contrario hacia la cocina.

—Tengo hambre, cocinemos—Soltó Minho caminando de espaldas para verlo a los ojos, Jisung soltó sus brazos y lo tomó de los hombros para guiarlo en el camino. El actor sonrió y siguió confiando en él—¿Qué debería hacer? ¿Tienes hambre?

Jisung asintió un poco preocupado fijándose en que no fueran a chocar hasta llegar al interior de la cocina, no tardó mucho pero sintió que caerían en cualquier momento y que a Minho no le interesaría en lo absoluto recibir el impacto por ambos.

—¿Que tal si hacemos carne?—Dijo emocionado el actor abrazándose de la cintura del asistente empujándolo suavemente hacia el mesón.

Y aunque Jisung seguía sin poder acostumbrarse a esa cercanía que tenían ahora, no podía decir que no le gustara, vió la sonrisa del actor y en cosa de segundos sus manos estaban en la nuca de este, acercándolo sin mucho esfuerzo, Minho era cariñoso y siempre estaba dispuesto a recibir cualquier acción que quisiera darle para demostrarle que si lo quería.

Minho no pedía mucho, nunca le decía que quería un abrazo o le pedía un beso, el actor simplemente se quedaba todo el tiempo cerca y procuraba tener atención en caso de que el menor quisiera algo de eso. Le daba su espacio para que lo descubriera por si mismo ya que sabía que para él aún era difícil acostumbrarse, pero aún así se sentía feliz al ver que cada vez costaba menos llegar a él, justo como ahora.

Jisung que estaba decidido ladeó su cabeza en busca de saciar esas ganas de besarlo que lo habían invadido en segundos, juntando sus labios suavemente, y las manos del actor que seguían en su cintura terminaron afianzándose, su corazón latía fuerte y le gustaba, la calidez de su cercanía era tan buena hasta que poco a poco comenzaron a separarse, Jisung recibió una sonrisa sincera y retiró sus manos de la nuca del actor para ponerlas en sus mejillas sin dejar de mirarlo a los ojos, era extraño pero cada segundo era como perderse en ese lindo rostro.

Minho se acercó en cosa de segundos y robó un pequeño beso, descolocando al asistente que quedó sorprendido, una risita escapó de su boca y comenzó a subirse las mangas de su camisa para lavarse las manos y empezar a cocinar, realmente tenía mucha hambre. Jisung soltó un suspiro en medio de esa cara que se había ruborizado un poco e hizo lo mismo para poder ayudarlo o al menos para hacerle apoyo moral. El chico se cruzó de brazos con una mirada pensativa.

—¿Por qué dijiste que podrías haberlo hecho mejor en la grabación?

Minho soltó un suspiro divertido mientras se dedicaba a buscar su cuchillo favorito.

—Recuerdas cuando Tian llegó a Corea, ahí empieza la escena.

El CEO regresó a su país pese a que no tenía buena espina de lo que estaba sucediendo en ambas partes, el hombre de traje oscuro y rostro sumamente molesto entró en la empresa en la que ninguno de los ahí presentes pensó en su repentino regreso, que apenas hizo presencia con sus pasos largos se enderezaron dando reverencias mientras este pasaba sin responder a ellas, Tian estaba realmente ardiendo, sus ojos eran tan intensos que causaban escalofríos de sólo mirarlo, nunca nadie lo había visto de esa manera por lo que comenzaban a sospechar que algo andaba mal con la compañía.

El asistente que trataba de seguir sus pasos fue llamado y este escuchó con cuidado sus palabras.

—Llama de inmediato a Hyde, y dile que si aprecia su vida será mejor que se presente en mi oficina ahora mismo.