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Con ambos ojos cerrados y tomando una gran bocanada de aire llenó sus pulmones hasta el tope, subiendo lentamente los párpados para encontrarse de regreso en su país, Jisung cargaba su mochila sobre la espalda y en su mano derecha llevaba la maleta con ruedas bajada recién del avión, siguiendo de cerca los pasos del mayor que le indicaban el camino al auto que los estaría esperando para ir por fin a casa.

Minutos más tarde y luego de ver con ojos brillantes aquellos paisajes que sabía de memoria, llegaron al apartamento del actor, dejándose caer en la cama sintiendo la comodidad en su espalda relajando sus músculos luego de aquel vuelo. Sintió la cama hundirse y abriendo los ojos vió a Minho recostándose a su lado, aquel que cerrando sus ojos y con ambas manos tras su nuca en una posición cómoda respiraba ondo para descansar.

Jisung se le quedó mirando un segundo con su mente en otra parte, cayendo poco a poco dormido del cansancio, no supo más de ello hasta que escuchó la voz suave del mayor llamar su nombre, encontrandolo apoyado en el umbral de la puerta con ambas mangas de su camisa arremangadas.

—Hice la cena, ven vamos a comer—. Minho dió un par de pasos y le acercó la mano para ayudarlo a levantarse.

El menor aceptó de inmediato caminando tras él.

—¿Dormí demasiado?—. Preguntó frotándose los ojos.

—No te preocupes, estabas cansado—. Lo escuchó decir en voz baja y frenando en medio del pasillo le dijo—. Ve a sentarte, llevaré los platos—. Doblando hacia la cocina con rápidez dándole la espalda.

Jisung asintió sin saber bien cómo sentirse al respecto y se sentó a esperar tal y como le pidió, mirando sus manos apoyándose en la mesa y soltando un poco de aire, hasta que escuchó unos pasos acercarse con la comida sobre una bandeja.

Minho quizo sentarse a su lado en vez de al frente, por lo que puso su plato junto al suyo al igual que su silla, viendo la reacción de Jisung que sonrió de ojos entrecerrados y apoyó su cabeza en el hombro del mayor, parecía encantarle la idea y Minho no supo hacer más que buscar su mano para acariciarla.

—Hoy me llamaron para decirme que la serie ya está en emisión desde hace unos días atrás ¿Deberíamos verla juntos?—. Dijo tomando los palillos del costado del plato.

Los ojos de Jisung se abrieron brillantes al escucharlo y asintió de inmediato al tener la boca ocupada de fideos para hablar.

—Bien, entonces comamos y veámosla en el sofá—. Minho frotó sus cabellos divertido y vió al menor comer rápidamente—. Despacio, despacio.

Y luego de unos minutos se encontraban sentados en el sofá reposando la comida, con un Jisung descalzo que se acomodó apoyándose en el brazo del actor a su lado, buscando de su calor.

—Trabajamos tan duro en el rodaje, me siento nervioso por ver el resultado—. Soltó mirándo a Minho buscar en la televisión.

—Tranquilo de seguro.. ¡OH AQUÍ ESTÁ, MIRA LA PORTADA!—. Terminó gritando.

—¡WOAA TU VISUAL! ¡MINHOO DIGO, TIAAAN!

—¿Cómo la portada puede ser tan buena?—. Preguntó Minho colocando su mano sobre su barbilla, intrigado al verse así.

—¡YA PON EL PRIMER EPISODIO!

Y suspirando sintiéndose regañado puso la serie, Jisung miraba expectante la pantalla y al actor le pareció gracioso lo emocionado que estaba, hasta que logró escuchar su propia voz narrando el comienzo del episodio, moviendo su cara hacia la pantalla viéndose completamente genial en ella.

—WOAAAA—. Dijeron al unísono como si fueran dos niños por primera vez en un cine y se quedaron viendo atentamente todo lo que ocurría.

Ambos podían recordar perfectamente el día en que grabaron en aquel museo, la pintura en la que se había quedado inmerso el personaje, el clima que había y la forma en la que ambos se trataban en ese entonces, recordando que se estaban recién conociendo, habían sentimientos encontrados en el aire al sentir esos días, sus corazones latían rápido y la felicidad de saber que ahora estaban juntos viendo el resultado de sus trabajos era emocionante.

TIAN | minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora