TIAN | minsung

20

—¿Eres nuevo aquí verdad? ¿Espera, estás herido?

El cuerpo que había estado sano hasta hace un par de horas atrás, ahora se encontraba adolorido y con algunos moretones, Jisung contestó a la pregunta asustado.

—Estoy bien, váyase por favor.

—No le haré daño, déjeme ayudarlo—La voz amable llegó a sus oídos y aunque estaba dudoso de aceptar, terminó haciéndolo.

Aquel chico se agachó frente a la banca en la que estaba sentado y viendo los moretones en las muñecas de Jisung esbozó una mueca triste.

—Debió ser duro, lamento que te hayan hecho daño—. Dijo luego de hecharle un vistazo rápido—. Hay una farmacia aquí cerca, por favor espere un segundo.

Jisung no alcanzó siquiera a responder cuando lo vió corriendo en dirección a la farmacia, sus ojos se llenaron de lágrimas y una rodó por su mejilla mientras veía su muñeca con dedos claramente marcados que lentamente se volvían de un tono azulado, secándo su mejilla rápidamente cuando comenzaban caer las lágrimas.

—¿Estás bien? Ya regresé—Su voz apareció frente a él algo agitado por correr y nuevamente lo ve agacharse, para abrir una pequeña crema hechando una cantidad generosa en sus dedos y con cuidado la aplicaba sobre los hematomas que se comenzaban a formar—. Con esto debería calmar el dolor, necesitarás poner hielo para que mejore más rápido.

—Gracias—. Contestó en voz baja sin dejar de ver sus muñecas, entristecido pensando en las palabras que le había dicho Minho la noche anterior, él siempre tenía razón y debió poner más atención cuando dijo que debía tener cuidado al salir solo.

—¿Necesitas ayuda para regresar a casa? Puedo llevarte si quieres—Los ojos brillantes del chico frente a él decían lo sincero que estaba siendo y que no debía sospechar de él.

Entre más miraba sus facciones, más comenzaba a creer que debía tener al menos unos veinte años, se veía joven y preocupado, en ese momento fue que se sintió más ridículo al darse cuenta de que si o si debía ser mayor que ese chico y estaba recibiendo ayuda de él.

—No te preocupes por nada, vamos te llevaré—. El chico le acercó la mano y suspirando concluyó que no podía hacer nada más que aceptar su ayuda, asintiendo ante su propuesta.

Recibió una sonrisa de regreso y lo siguió hasta una casa cercana, donde luego de unas maniobras rápidas el menor sacó un auto blanco bastante bonito del garaje y abriéndole la puerta del copiloto le ofreció entrar.

Jisung subió sin decir más y cuando se encontraron en movimiento le indicó el camino hasta el hotel, el chico no dijo palabra alguna durante el trayecto, y desde el interior de su corazón se lo agradecía, se sentía horrible esa situación. Al llegar, el chico también bajó del auto y dejando a Jisung en la entrada del hotel comenzó a despedirse.

—Bien, ya estamos aquí.. cuídese por favor y quédese con esto—. Dijo con voz amable entregándole la crema que había comprado anteriormente.

Jisung la recibió avergonzado, viendo que finalmente el chico le regaló una sonrisa y caminó de regreso a su auto.

—¡Muchas gracias!—. Soltó rápidamente antes de que se fuera.

El contrario simplemente agitó su mano en el aire y se puso en marcha desapareciendo del lugar rápidamente, y dándose media vuelta Jisung corrió al interior del hotel subiendo hacia la  habitación bastante apurado.

Estando ahí pidió una bolsa de hielo urgente aprovechando que el actor aún no regresaba del trabajo, debía encargarse de aliviar aunque sea un poco el color morado que se había formado, al poco tiempo llegó su pedido y sin perder segundos se aplicó con cuidado en el área.