Real

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La observé y al parecer no se dio cuenta de que yo había ingresado, seguía en su mundo de modelaje como toda una diva sacándome una sonrisa, me acerqué sigilosamente y la abracé por la cintura.
-¡me asustaste!-rió apoyándose más a mí.
-¿te estás poniendo hermosa?-pregunté y ella asintió con la cabeza-pues mejor porque eres fea fea-bufé.
-tu eres idiota y no digo nada-arrugó la nariz y me empujó separándonos pero quedamos frente a frente.
De nuevo me acerqué para volver a abrazarla y deposité un beso que ella no correspondió...al contrario apretó los labios evitando que yo la bese como se debe.
-¿te enojaste? Era broma ...obvio que no eres fea, eres hermosa. Lo más perfecto del mundo-declaré y ella sonrió victoriosamente; intenté besarla pero hizo lo mismo que antes.
-¿esto es real?-preguntó de inmediato.
-¿qué?
-esto. Que estás enamorada de mí, que me amas y que estás conmigo-dijo seriamente.
-muy real. Te amo y no lo olvides, ha sido difícil llegar hasta este momento pero resultará, confía en mí-apegué nuestras frentes y se le escapó una lágrima solitaria.
-te amo Shin Ryujin-colocó sus manos en mi cabeza.
-te amo Shin Yuna-ajusté el agarre de mis manos en su cintura.
Nos mantuvimos un buen rato en aquella posición, con nuestras frentes pegadas y sintiendo la respiración de la otra hasta que ella sonrió e hice lo mismo. Me empujó dejándome caer en la cama pensando que se colocaría sobre mí pero no fue así, reanudó sus pruebas de vestimenta.
-oye, deja eso-fruncí el ceño.
-NO...oye me gustan tus sudaderas, las usaré más seguido-tomó una y se la medía frente al espejo.
-bueno siempre las usas, y no precisamente poniéndotelas-dije divertida.
-yo las tomo para sentir tu esencia, así que no te quejes-me lanzó una mirada molesta.
-pero no deberías porque siempre estoy contigo-seguía hablándole mientras me encontraba acostada en la cama.
-cuando estuviste en tu casa por mucho tiempo me desesperaba no dormir contigo, y era peor tomar una sudadera que casi ya no tenía tu olor-hizo un puchero.
-lo entiendo, pero ahora si estaré siempre contigo-sonreí mostrándole mis hoyuelos gatunos.

Siguió varios minutos con lo suyo así que opté por utilizar mi teléfono para distraerme, de repente interrumpió el silencio que inundaba la habitación.
-¿me ayudas?-dijo y yo dirigí mi vista hacia ella. Estaba con un vestido bastante corto y abierto en la parte de atrás...quería que lo cierre.
-¿a dónde vas?-hablé nerviosa.
-a ningún lado, solo me lo estoy probando-mencionó-ayúdame
-s-si claro-me levanté y me coloqué a sus espaldas quedándome inmóvil.
-amor solo tienes que subir el cierre, no es tan complicado-rió-y ni se te ocurra tocar, solo ciérralo-sentenció.
Puse mis manos sobre el cierre y lo levanté un poco, no pude contra mi impulso y lo volví a bajar para meter mis manos tocando su cintura.
-Ryu...-gimió intentando no sonar de esa manera.
-genial estás sin sujetador-dije en su oído para acto seguido comenzar a amasar sus pechos.
-te dije que me lo cierres-quiso interrumpir pero ni ella mismo intentó que eso funcionara.
-esto me estorba-susurré y baje la parte alta del vestido que ocultaba su torso dejándolo solo al rededor de su cadera.
Continué con mi labor en sus pechos y ella sacaba pequeños jadeos intentando ocultarse en mi cuello girando su rostro totalmente apoyada en mí. Con una de mis manos tomé su mentón y giré su cabeza obligándola a mirarnos en el espejo.
-es real-confirmé con voz ronca.
-¿q-qué?-preguntó con dificultad
-que nos amamos y disfrutamos estar juntas-metí mi mano bajo la falda del vestido y toqué su centro sintiendo su humedad sobre la tela de su braga.
No aguanté más y le arrebaté la prenda dejándola solo en ropa interior. Yo me guiaba mirándonos en el espejo y ella hacía lo mismo admirando mi expresión.
-mira eres perfecta- delinee su cuerpo con mis manos y ella rió.
Se hizo un poco a un lado y metió bruscamente su mano en mi pantalón para sacar mi miembro y observarlo a través del espejo, mi erección le facilitó la vista.
Mis manos sobre su cintura, ella intentando colocar una de sus manos hacia atrás para sujetar mi rostro mientras que la otra la mantenía sobre su abdomen ajustando mi abrazo. Nos observábamos la una a la otra sin movernos hasta que bajó su mano para tocar la punta de mi pene comenzando a hacer círculos sobre esta, luego recorrió el tronco siguiendo las venas que sobresalían y provocando jadeos en mí.
-esto...me encanta-dijo en tono sexy.
-¿mi pene?-pregunté de la misma manera.
-si, pero me refiero a esto-tocó de nuevo las venas-toda tu me encantas-sonrió.
Solté su cintura para poder meter mi mano bajo su braga sintiendo su intimidad totalmente húmeda causando sonidos obscenos con sus fluidos.
-está palpitando-mencionó extrañada tocando mi falo.
-es que quiere entrar-susurré en su oído para finalmente volver a abrazarla pero esta vez para llevarla a la cama colocándome sobre ella.
Me quedé simplemente así, sin movernos. Puso sus manos en mi cabeza mientras yo agarraba fuertemente su cintura y nos apegamos al punto de tener nuestras narices muy juntas...nos mirábamos fijamente y respirábamos al mismo ritmo disfrutando nuestra cercanía.
-¿me dejarás seguir con mi modelaje?-preguntó sobre mi boca.
-depende...-deposité un beso corto y me hice a un lado dejándola levantarse.

Me coloqué boca arriba en la cama observándola por completo con mi miembro todavía por fuera, incluso me acomodé mejor para obtener buena vista de lo que hacía mientras ella recogía ropa del piso.

Mates(2Shin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora