Ayuda

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Los policías se llevaron a Woojin y atrás de ellos entraron Lia y Nayeon, por lo visto ellas los habían llamado; nos encontraron gracias a la llamada que recibió Ryujin por parte de Jisu. A Ryujin también se la llevaron para ayudarla con sus heridas y a mí para rendir mi declaración y hacerme unos chequeos.

-Ryujin-llamé su atención al entrar en un pequeño cubículo donde la estaban atendiendo en un centro de salud cercano a la zona.
-¿cómo estás?-me regaló una sonrisa.
-¿¡tú como estás?! Tienes el brazo roto, igual tu cabeza. Y heridas por todo el cuerpo-comencé a llorar.
-dime que te hizo-pidió con profunda preocupación.
-descuida, no logró hacerme nada en realidad. Ahorita acabaron de hacerme unos chequeos y todo salió bien así que quédate tranquila-tomé su mano.
-¿se lo llevaron?
-si, me hicieron algunas preguntas y ya. A ti también te las harán, luego podremos irnos-le regalé una sonrisa.

Entró una enfermera y colocó algo en el brazo de Ryujin para inmovilizarlo hasta que puedan enyesarlo, taparon la abertura de su cabeza y curaron sus heridas externas.
Después de que le formularan algunas preguntas llegó su padre para llevársela a un hospital en donde atenderían su brazo de mejor manera, no pude ir con ella ya que Lia me llevó de regreso a la universidad en donde me esperaban mis padres.
Llegué y tuve que explicarles todo y aunque se angustiaron agradecían que Ryujin me haya salvado. Yeji y Jeongyeon se encargaron de hacerle seguimiento al caso de Woojin y al final se aseguraron de que lo encarcelen.

Pov Ryujin

Ha pasado casi un mes desde que ocurrió todo ese problema, he tenido que ausentarme de la universidad mientras me pongo al corriente vía internet. Mi brazo sigue con el yeso pero ha mejorado bastante, así como el resto de mis heridas. Yuna me viene a ver por lo menos 4 veces a la semana y eso me pone contenta, aunque cuando viene con las demás no tenemos suficiente privacidad...de hecho aunque a veces la tenemos ella no quiere pasar a nada más que los besos, según porque si hacemos algo me lastimaré.
Estuve leyendo recostada en mi cama puesto que mi mamá me prohibe que esté andando por la casa, es igual de exagerada que Yuna. Todo en silencio hasta que escuché el timbre y supe que era ella, le abrieron la puerta y escuché como subía casi corriendo.
-Holaaaa mi amoor-entró saludando y me dio un corto beso.
-Hola...te extrañé-hice un puchero.
-ayer no vine porque tuve examen, pero te traje algo-informó dándome una funda. Al abrirla vi que su regalo se trataba de un buzo de ella impregnado de su olor a más no poder.-es para que te duermas pensando en mí.
-aunque no tenga esto siempre pienso en tí-informé-puedes dormir conmigo hoy porque mañana es sábado y sé que no hay clases.
-mmm podría hacerlo siempre y cuando te portes bien-se recostó a mi lado y apoyó su cabeza en mi hombro-¿te duele?-señaló mi brazo.
-no ya no, es molesto. Si me das unos besitos todo será mejor-pedí pícaramente y ella rió pero me hizo caso en seguida.
Los besos pasaron de ser cortos a húmedos y con mi brazo agarraba su cintura haciendo que se suba encima de mí.
-tu mamá podría entrar-habló como pudo chocando con mi boca.
-no lo hará-volví a apegarla.
Nos faltaba bastante el aire debido a la situación pero aún así no nos separamos.
-está bien...me quedaré contigo-dijo arrimándose en mi pecho.
-le diré a mi mamá-nos levantamos y me dirigí a donde mi madre mientras Yuna esperaba en mi habitación. La casa era bastante amplia así que para nada había problema.
-le alistaré el cuarto de huéspedes-informó mi mamá amablemente.
-ay mamá, ella dormirá conmigo-agregué casi suplicante y me lanzó una mirada sospechosa.
-pero...
-ella vino a pasar conmigo, dormirá conmigo-finalmente asintió aunque obviamente era por consentirme y regresé al dormitorio.

La noche llego y luego de cenar (Yuna me ayudó en casi todo al igual que mi madre) nos dirigimos a dormir, aunque yo no tenía planeado precisamente eso.

En cuanto nos acostamos la abracé con mi único brazo disponible y ella se acurrucó en mí dándonos calor mutuamente.
-Te amo-dije comenzando a besarla ferozmente sin darle espacio a una respuesta. El calor nos consumió y ella se subió sobre mí para continuar con los besos.
-yo te amo más-agregó en cuanto pudo separarse por falta de aire-ahora duerme-sonrió.
-quiero hacerte el amor-la acerqué mucho más tomándola por la cintura.
-¡claro que no! Estamos en casa de tus padres y además no estás en condiciones-justificó
-¡ya estoy bien! Y con respecto a ellos no te preocupes, no se oye nada-le lancé una mirada pícara.
Dejó cortos besos en mi nariz y el resto de mi rostro que aunque ya estaba curado seguía teniendo leves marcas de golpes.
-¿cómo vas con tu cabeza?-preguntó intentando cambiar el tema.
-bien, aunque está muy hinchada y goteando-dirigí mi mirada hacia mi parte baja.
-¡idiota! No me refiero a eso-rió escandalosamente.
-ahhh, pues la de arriba ya no me duele aunque mi mamá me sigue inspeccionando la cicatriz cada vez que puede-soné divertida y ella hizo una especie de puchero.
-mi amor...te he necesitado tanto-tomó mi rostro entre sus manos.
-y yo a ti, el que vengas todos los días me provoca más porque no me dejas hacer nada-reclamé.
-me da vergüenza, con tus padres aquí.
-en serio no te preocupes por eso. Déjame sentirte, ya vamos casi un mes sin hacer el amor...me urge estar dentro de ti-hice que se sonrojara de inmediato.
-no tengo el valor suficiente como para negartelo una vez más-sentenció y en seguida se enderezó para ella misma quitarse el suéter quedando con su torso completamente desnudo. Sin pensarlo llevé mi mano a su pecho y ella comenzó con el vaivén de sus caderas provocándome una pronta erección. De repente se bajó pero para quitarse el pantalón y su interior dejándome ver su cuerpo a la luz de la luna por unos segundos para así volver a recostarse y ayudarme a quitar mi camisa del pijama.
- Yuna mi vida, ¿has estado tomando las píldoras?
-descuida, lo he hecho estrictamente-sonrió victoriosa y reanudó su movimiento de cadera.
-siempre sueño con esto-informé y ella soltó una risita.
-eres una sexópata.
-es que me encantas-amasé sus pechos con mi única mano.

Estuvimos cerca de media hora en nuestra introducción y sus simples movimientos me hacían perder el control por completo.

Mates(2Shin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora