La noche había llegado y eso solo significaba algo.
Que ya no había sol.
Bueno, también que debía acompañar a Yoichi al punto blanco, pero la idea poco a poco le parecía menos alocada. Después de todo no es como si le temiera a morir o algo así.
Lo peor que le podía pasar ahora era volver a ver a alguno de sus amigos morir y dudaba mucho que Yoichi muriera así de la nada en una pelea, después de todo el parecía frecuentar el lugar.
Sí, aunque solo llevara dos días de conocerlo, ya se atrevía a llamarlo amigo.
Yoichi lo había citado en un parque cerca al hospital en la tarde y habían caminado y comido, hasta llegar a aquel lugar.
El castaño lo guió por las calles hasta llegar a lo que parecía un enorme colegio o más bien una universidad a medio construir. Con edificios a punto de caerse y hasta una cancha de futbol sin arquerías.
—Está muy oscuro todo —dijo el menor, quien sin duda habría estado aterrado antes.
Ahora estaba entre intrigado y aburrido caminando por el lugar.
—Shh ¿si escuchas? —el castaño sonrió poniéndose la mano a un lado de la oreja, para escuchar mejor.
Takemichi se concentró y rápidamente pudo escuchar el bullicio y muchas personas gritando.
—Vamos —el castaño le hizo una señal para que lo siguiera y comenzó a correr hacia el edificio con mejor apariencia del lugar.
Takemichi lo siguió y ambos entraron en él lugar logrando escuchar con más claridad los gritos animados y los golpes repartidos.
Al bajar una escalera pudo ver por completo el lugar y el oji-azul detalló su alrededor con desagrado. El lugar parecía una arena de boxeo, dos tontos pelaban en el centro y otros chicos, claramente pertenecientes a pandillas de toda la zona, los animaban desde los pisos superiores.
—¿Te imaginas que llegue la policía de la nada? —preguntó el oji-azul llevándose las miradas furiosas de quienes estaban a su alrededor—. Toco madera —concluyó sarcástico, haciendo la mímica al aire.
—¿Cuál es la necesidad de buscar enemigos tan pronto? —mencionó el castaño, tomándolo de los hombros y guiándolo por el montón de hombres.
—Este lugar apesta, literalmente —el castaño bufo divertido ante las palabras del bicolor.
—Solo quédate aquí, no te muevas y no busques pleitos con nadie. Iré a participar y tú ya sabes...—golpeó suavemente su hombro—. Hazme porras, que las escuche desde allí —finalizó señalando la arena.
—Sigue soñando —le respondió el oji-azul con desinterés y fue ignorado totalmente por el más alto, quien solo se alejó bajando a la arena.
El menor guardó las manos en los bolsillos de su pantaloneta y se dispuso a ver la pelea; hasta que un toque en su hombro lo interrumpió, haciendo que girara y se encontrara con un chico azabache que se le hacía conocido.
—¿Eres Hanagaki Takemichi? —preguntó con su rostro estresado y sin soltarle el hombro.
Takemichi pasó su mirada desde la mano de ese tipo hasta su rostro, antes de dar una respuesta afirmativa. Y de inmediato fue jalado por el chico que se veía a leguas que era mucho más fuerte.
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¿Y quién salvará a Takemichi?
FanfictionDespués de la muerte de Draken y ver a Mikey tan perdido; Takemichi, con su mente reviviendo constantemente sus errores del pasado y las muertes que presenció, no resiste una más y toma la desesperada decisión de callar los terribles pensamientos qu...