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— ¿Qué tal todo señorita?— Peter pregunta con las mejillas tan rojas como el tomate en la parte trasera del bar, en tu descanso.

Te hace gracia la inocencia de él como  también su preocupación. Es rara viniendo de un completo desconocido. Pero también se agradece de vez en cuando.

—Muy bien Peter. ¿Y tú qué tal?— Indagas por educación, intentando amenizar el ambiente antes de atacar al pobre chico con un largo interrogatorio, del porqué él estaba  en la mansión Stark el otro día.

—Estudiando duro, señorita.— Es la respuesta de Peter.— ¿P-puedo preguntarte algo?

—¿Por qué no? Suelta.— Dices dando una  larga mordida en tu bocata. El callejón en donde están Peter y tú es de lejos una vista privilegiada de Nueva York. Pero no que esto te importe de todas formas.

Hay tantos desastres en la ciudad que apenas quedan vistas hermosas en donde mirar. Aunque, vivir ya es precioso de por sí. Como también ser besada por Anthony Stark.

¡Maldita sea! Debes dejar de pensar en ello aunque sea por unos minutos.

—¿Tienes a alguien especial señorita?— La pregunta es incómoda para él. Lo sabes por la forma en que Peter se apoya en la barandilla de fuera, y su vista está pegada al suelo.

—¿Me estás preguntando si tengo novio? ¿Es eso?— Lo encaras dejando al lado tu bocata. Peter aún sigue mirando al suelo unos segundos más, antes de alzar la cabeza para mirarte detenidamente, y asentir sin llegar a decirlo con palabras. Él es adorable, y tú casi tienes ímpetu de avergonzarlo solo para que  Peter se ruborice más. Sin embargo al final no lo haces. El joven te está haciendo una pregunta seria, y lo justo es responder con la misma seriedad que él.— Bien, es complicado.— Empiezas sin saber cuál es la forma correcta de explicar lo que sientes.— Yo no tengo un "novio" Peter. PERO— Añades con rapidez.— Estoy demasiado obsesionada con alguien para siquiera imaginarme teniendo uno ahora. No sé si me explico.

Peter vuelve a asentir. Él parece un poco cabizbajo tras tu respuesta, por eso te sientes en la obligación de contarle algo genial que te ha pasado.

— Hey Peter.— Le das un pequeño empujoncito con tu hombro para que él se centre en ti una vez más.

—¿Qué es señorita?

—¿A qué no sabes quién me salvó el otro día?— Tu voz sale misteriosa y profunda. Pero Peter no parece muy impresionado con tu performance. — ¡Venga! Adivina.— Le sonríes a él.— Es un superhéroe, y uno muy molón además.

Entonces el joven se pone algo rígido mientras te escucha. Tú no lo entiendes porque.

—¿Un heróe?— Peter dice entonces a modo de cortesía.— ¿IronMan?

—Nop.— Es tu respuesta, y casi amenazas con interrogarlo por lo de la mansión Stark, sin embargo te contienes una vez más. Paciencia, paciencia.— El héroe lleva un traje de araña. ¡Vamos Peter! Te lo estoy poniendo en bandeja de plata la respuesta.

— ¿S-spiderman?

—¡Siiiii! Eso es, ¿Y adivina? Él parece ser muy amigo de Tony Stark.— Le dices como quien cuenta un secreto súpersecreto a alguien.  Y Peter se mueve incómodo a tu lado.— Por cierto Peter, el otro día yo te he visto en...

—¡Perdona señorita, pero tengo que irme ya!—  Él se pone en marcha casi de inmediato. Y ahora, quien está cabizbaja eres tú.

"Mierda."

Hasta luego Peter.Alzas la mano en alto como forma de despedida, pero el chico es rápido, probablemente no te haya escuchado siquiera.  Es una lástima que no hayas podido sonsacarle nada.

Sin embargo, como tienes tan presente el bendito beso de ayer en tu cabeza, apenas te preocupas.




Loving Iron Man (Iron Man x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora