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El sol reflejado en las grandes ventanas de la mansión Stark es lo que te despierta al mundo de los vivos. Todo es hermoso allí, no hay nada que no sea.

Te molesta tanta perfección a decir la verdad. Ni un jarrón roto, ninguna mancha de moho en las paredes.  Ni siquiera una ínfima mota de polvo en el suelo.  Tú no eres perfecta, y por lo tanto, no te agradan las cosas que lo son.

Anthony Stark es un héroe después de todo. Él se habrá herido alguna vez, y sin embargo, el suelo es capaz de reflejar  tu viva imagen como un espejo. No hay residuos de sangre. Nada. Ni migajas de ganchitos en alguna parte.

No se parece en nada a un hogar.

Por suerte, no tienes tiempo de pensar demasiado en lo que has hecho anoche, como por ejemplo, el rechazo. Alguien entra en el comedor y eso es una distracción más que bienvenida.

— Señor Stark yo necesito..— Un joven de tez clara y voz exasperada entra a gran velocidad en el recinto. Parece nervioso por un momento antes de verte. — ¿Señorita?—  Él dice claramente sorprendido.

— ¿Peter Parker verdad qué sí?— Le sonríes amigablemente por un momento.

—¿Qué hace usted aquí señorita?—Te pregunta de sopetón, y eso te hace gracia.

"Me gustaría hacerte exactamente la misma pregunta." Piensas contigo misma, pero no llegas a formular la cuestión.

Iron Man te lo impide.

—Ya sabes como funciona Peter, de vez en cuando me toca salir a salvar damiselas en apuros. — Aparece Tony entonces, dejando a un lado el vaso de whisky que estaba a punto de beberse. —Gajes del oficio.

— ¿Ha vuelto a tener otro accidente? — Peter parece realmente preocupado, lo que te hace sentirse un poco culpable. Sin embargo, Iron Man interviene una vez más.

— Ella ha tenido un exceso de trabajo chico. Eso ha sido todo. —Explica.  — La alcancé antes que se desplomara en el suelo. No te preocupes. — Dice. — Pediré a Happy que la lleve a casa  y fin de la historia. — Se acerca al joven y le toca el hombro con ternura.

Es bonita la vista. Casi te parece paternal.

A lo que sientes ganas de preguntar si son familia o algo del estilo, pero rápidamente te quitas la idea de la cabeza. No te lo dirán de todas formas.

— Hola señorita. — Happy aparece de forma tan repentina que te hace dar un salto. —¡Córcholis! Perdona, no ha sido mi intención asustarte.

— N-no pasa  nada Happy. —Intentas tranquilizarlo cuando oyes de fondo una débil risita. Giras la cabeza y ves a un Tony de buen humor.   A él le hace gracia.

Esa tontería no debería de afectarte tanto, y sin embargo lo hace.












Loving Iron Man (Iron Man x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora