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El día se te pasa entre nervios y ganas.

Quieres ver a Tony, volver a besarlo como ayer. Sentirse segura en los brazos del héroe. Pero el trabajo nunca acaba, y las mesas que vaciar se acumulan.

Desde que te disculpaste con Josiah, llevas un peso menos que cargar en la espalda. Parece que poco más y fluctúas en el aire.

No te importaría sentirte de esta forma una temporada entera.

—¡Mesa 15! —Te grita el cocinero, y te apresuras a coger el platillo.

No es el mejor trabajo de mundo, pero no te queda otra de todas formas.

♣♣♣

—¿Puedes venir un momento, por favor?— El encargado te coge de banda media hora antes de que te vayas. Y cuando él hace esto, nunca es para algo bueno.

—¿Ocurre algo jefe? —esbozas una cálida sonrisa, porque estás feliz y no tienes motivos para esconderlo de nadie.

—He estado mirando las horas que vienes estado haciendo, y me debes muchas.—cruza las manos mientras sienta en la silla de cuero del despacho. Y la mirada afilada.

—Sí, lo sé. Me han asaltado aquel día y...

—Entiendo, entiendo. —te interrumpe, como si aquello le trajese sin cuidado. — Pero esas horas las tienes que recuperar de alguna forma. Así que he pensado que usted podría empezar a recuperarlas hoy, a poder ser.

—¿Hoy? —los ojos se te agrandan con desconcierto. La sonrisa incluso se te deshace del rostro.

"Imposible." Piensas en que has quedado con Tonyhoy, y que necesitas verlo. Pasar rato con él.

—Necesito una respuesta ahora. —Te atosiga el encargado con una mirada fría.

—B-bueno, podría hacerlo mañana...

—No lo creo. —la forma como él te habla, da la impresión de que tu opinión no importa realmente. Y eso escuece. Porque el encargado sabe que tú necesitas del trabajo, y de momento, no lo puedes perderlo ahora. —Ya sabes como son las cosas.

— Sí, por supuesto. —te obligas a sonreírle, porque no te queda otra. —Me quedaré hasta que cierre el bar.

—Perfecto. — el encargado te sonríe antes de señalar la puerta con el dedo índice para que te vayas.

"Maldito."

Tus manos se convierten en puños por un momento, y, sin embargo, no hay nada que puedas hacer al respecto, por eso tomas un largo suspiro y alcanzas el móvil que te regaló Tony en el bolsillo de tu delantal.

<<Me toca quedar hasta el cierre del bar hoy. No creo que podamos vernos hoy.

Lo siento.>>

Te suena de otro mundo el tener que despachar a Tony así. Mucho más cuando realmente no deseas hacerlo para empezar.

Entonces oyes alguien abrir la puerta del bar, y sabes que aún te queda una larga noche por delante.

Metes el móvil en el bolsillo de tu delantal, esbozas una sonrisa que ya no te sale genuina, y te encaminas a dar la bienvenida al cliente.

—¡Buenas noches! ¿Vas a querer una mesa, señor? ¿O prefieres la barra?

—La barra, por favor. —el cliente responde.

—Acompáñeme entonces. —asientes con amabilidad.

Loving Iron Man (Iron Man x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora