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Mientras más él te besa, más le cuesta dejarte ir. Tony lo sabe perfectamente, y aun así no puede evitarlo.

Ayer él... Maldita sea.

Todo empieza a hacerse cuesta arriba, más de lo que Tony puede aguantar. Después de la batalla que tuvo ayer con delincuentes que ahora no viene al cuento, él tuvo el ímpetu de beber. El alcohol le tranquiliza, casi le pone en paz por momentos. Es gratificante.

Sin embargo, no es lo ideal. Entonces él pensó en ti, y que eres una distracción digna. Infinitamente más que el Whisky de Bourbon, o Ron.

Pero que eso sea eso lo correcto o no, es algo de lo que él no desea razonar ahora mismo. No mientras te devora la boca en el callejón detrás del bar en donde tú trabajas.

Si él no se controla, te desvestirá allí mismo. Tony sabe perfectamente que es capaz de hacerlo. Lo ha hecho antes. Infinidad de veces.

"¿Debería decirla que en el móvil hay un localizador?" Se pregunta por momentos. En los instantes cuando ambos interrumpen el beso para poder tomar bocanadas de oxígeno. Pero Tony está centrando el saborearte que no encuentra el momento adecuado.

—Oh mierda. — él observa como te espantas tras oír el rechinar de la puerta trasera del bar.

—¿Qué pasa?

—Mi hora del descanso terminó. Le toca a otro.

Tony se da cuenta de que miras a todos los rincones menos a él. Es evidente que te avergüenza ser pillada besando a Iron Man, y, sin embargo, a él, le hace gracia. Tony tiene ganas de mantenerte entre él y la pared hasta que le vean los demás, solo para vislumbrar en primera mano tu reacción. Pero se contiene al final.

Al menos está vez.

—¿Puedo verte hoy? —ni él mismo entiende por qué te lo está preguntando. Solo lo hace.

Quizá porque dormir abrazándote anoche le hizo sentirse en paz.

Como hace sabe dios cuanto, que él solo siente el peso de las pesadillas en la cabeza.

—Sí. —es la respuesta que tú le das.

Como también es la respuesta que él espera oír.

Tony ve entonces como te metes el móvil en el bolsillo del delantal antes de desaparecer detrás de la vieja y oxidada puerta del bar.

La sonrisa se deshace en el rostro del él con la misma rapidez que ya no estás. Hay problemas que solo Iron Man puede resolver. Y no con una sonrisa.

♣♣♣

Sobrevolar Nueva York hace tiempo perdió su encanto para Tony. No es algo que él lo haga por gusto, sino por practicidad.

La magia se quedó en alguna parte muy lejana del camino. Ojalá las cicatrices mentales también hicieran lo mismo. Pero no es tan fácil.

Llevar el traje de héroe nunca lo es.

—Ugh...—la garganta de Tony está seca, y por desgracia, ya no hay J.A.R.V.I.S para recordarle de mantenerse hidratado. La IA murió en el instante en que Tony tuvo la estúpida idea de crear a Ultrón.

En un pestañeó, él está en la mansión Stark. Pero nada es lo mismo. Las victorias no se sienten como tal, y las heridas son el premio que él se lleva a casa.

—¿Hasta cuándo seguiré así? —Tony se pregunta en voz alta consigo mismo. Pero no hay respuesta.

¿Algún día lo habrá? No importa. El mundo no se salva solo de todas formas.

—Tiene una llamada perdida señor Stark. —la voz artificial avisa a Tony en el instante en que entra en el comedor.

Loving Iron Man (Iron Man x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora