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Entre cristales rotos y mesas aún por limpiar, te mueves entres los destrozos igual que Josiah y los demás. Por suerte, fuera los estruendos se detienen luego de un rato. Aunque las noticias en la tele siguen de forma intermitente.

La batalla no acaba todavía. Es más, parece muy lejos de finalizar. Eso te pone los pelos de punta.

—Por hoy es suficiente. Seguiremos mañana antes de volver a abrir. —El encargado se digna a decir por fin, cuando él no ha movido un solo dedo en todo momento.

No hace falta decir que todos allí, ni se han molestado en cambiarse para ir a casa. Ni siquieras tú.

Lo único que coges de la taquilla es tu bolsa y las bambas de calle. Nadie dice adiós, cada cuál en su propio mundo, mientras Nueva York arde.

No es muy tarde, ni siquiera se ha hecho de noche aún, pero el miedo a que te caiga algo encima es abrumador. Y no solo tu eres la que mira al cielo mientras te alejas del bar.

Los héroes no pueden salvar a todos, por eso debes tener cuidado.

—¡Mierda! El transporte público habrá sido cortado como prevención. —Te das cuenta al acercarte al punto de autobús, y ver que hay agentes de seguridad allí. Los trenes tendrán un final parecido.

Así que tu alcanzas el móvil y buscas por un taxi, aunque por desgracia, te encuentras en la zona cercana al altercado, y ningún taxista en su sano juicio pasaría allí a recogerte.

—Mierda,mierda,mierda. —Tragas saliva con cansancio. —Toca caminar. Y todo por culpa del bendito encargado. —Si él hubiera dejado a que todos fueran antes, habría transportes en servicio.

En estos momentos son los que más echas de menos a Happy, o el traje de Iron Man, capaz de volar por los cielos. Igual que la primera vez que Tony te salvó de aquellos escombros.

"Dios, ¿Estará él bien?"

Tu asientes con la cabeza sin desanimarte. Porque Iron Man es Iron Man, y no hay forma de que él no gane una batalla y viva para contarlo.

De mientras, tu darás lo mejor de ti misma para seguirle el ritmo, y llegar sana a casa.

"Sí, ese pensamiento te gusta mucho más."

Cuarenta minutos caminando es lo que se tarda hasta el próximo punto de Taxi. Suspiras hondo y empiezas.

♣♣♣

Es algo de otro mundo ver la avenida principal llena de vehículos abiertos, casi todos vacíos, con los transeúntes acobijándose en lugares seguros, o zonas apartadas del conflicto. Y tu, siendo una transeúnte más como ellos también debes tener cuidado.

El GPS te guía a un callejón no muy lejos de donde estas, es un atajo que recomienda Google maps, y tu no tardas en cogerlo. Debido a la batalla, el callejón ahora se encuentra vacío. Una parte tuya siente alivio. No habrá nadie que robarte o sabe dios que.

Sin embargo, cuando estás a medio camino hecho, unos cinco minutos antes de salir de allí, oyes gritos.

—¿Qué está pasando? —Te paras en seco y miras hacía arriba. Nada cae del cielo, y no hay oído de disparos. Pero los gritos se hacen más constantes. Viniendo de las dos puntas del callejón ahora.—¿Qué hago? —Por instantes no sabes que hacer. Sin embargo quedarte allí, en medio del callejón, tan expuesta no es la solución.

Pero no pasa mucho hasta ver con tus propios ojos lo que ocurre.

Un padre con su hija corren hacia el callejón, llevan una expresión lacrimosa en el rostro. La niña llora desconsolada mientras van a tu estas. Y de repente, de sopetón, el padre tropieza o eso parece al principio.

—¡PAPÁ! —La cría chilla arrodillándose al lado el hombre.

"Oh Dios."

Las piernas de él se han convertido en polvo. No, no solo las piernas, todo él se está deshaciendo en nada. La niña sigue llorando desconsolada, y tú, en un principio quieres ir a ayudarla, pero, te sientes rara de repente.

Tu mirada baja hasta el suelo, y descubres con pavor, que a punto estas de tener el mismo final que el desconocido en frente tuya.

Quieres gritar, pero no te sale palabra. No duele, y sin embargo es aterrador ver como te vas convirtiendo en polvo.

Demasiado rápido.

—Tony...Necesito llamar a Tony. —Quitas Google maps y aprietas el número 1 para llamarlo.

Por desgracia, ni siquiera tienes tiempo de escuchar el timbrado de la llamada. Tus manos desaparecen con una velocidad abrumadora y el móvil cae al suelo mientras sigue sonando.

En este instante deberías de estar preocupándote por ti misma, pero, lo único que te pasa por la cabeza mientras dejas de existir es:

"Por favor dios, que Tony esté bien."

Loving Iron Man (Iron Man x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora