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— Oye guapa, ¿Por qué no te vienes conmigo un rato?— El típico delincuente se pega a Josiah, la novata que empezó el lunes a trabajar en el bar.

No es la primera vez.

La chica es guapa, mucho más de lo que tú serás jamás, y eso duele un poco. Sin embargo, la envidia no te impide acercarse a la mesa para echarla un cable.

— Perra.— Oyes al delincuente soltar por lo bajo una vez tú la alejas de él, pero hasta los insultos más crudos no te afectan ya.

No como antes.

— Gracias.—Josiah te mira como si fueses alguna especie de deidad en la parte trasera del bar, sin embargo eso apenas te enoja más.

— Si no quieres que la escoria de la sociedad se te pegue como una lapa, no actúes como tal. — Dices con despecho antes de darle la espalda y volver a tu puesto de trabajo. Te escapas rápido para evitar así que Josiah te responda. Después de todo, ¿Quién eres tú para dar lecciones? Una don nadie.

La humana más del montón.

Noticias de última hora...—  De repente suena el reportero por la tele momentos antes de enseñar parte de una lucha férrea entre héroes y villanos. Antes te habrías pegado a la pantalla, como una aficionada  incondicional. Sin embargo ahora...

¿Importa realmente?

— ¿El plato de la mesa seis donde está?— Quitas las vista del telediario y te centras en el cocinero que corre a pasarte el platillo.

Quien iba a decir que tú cambiarias tanto en tan solo dos años.

Y sin embargo, aquí estás.

La amabilidad no te hizo nada bien, por eso ahora predicas lo opuesto. Total, ¿Cambiará algo si apenas intentas ser buena tú?

No.

El mundo no es tan brillante para ti como es para los héroes. Solo ahora empiezas a sentirlo en tu propia piel lo que nunca serás.

No serás especial.



Loving Iron Man (Iron Man x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora