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Para los morbosos por naturaleza.

Narra Jack

Me estaba poniendo algo de ropa ya que desde que había despertado había estado desnudo. Me puse una franela y unos jeans rotos y baje a la cocina, tome una lata de cerveza de la nevera y me senté en la encimera, por lo que sabía sólo estábamos Apolo, Jace y yo en la casa, los demás habían salido a no se donde.

-Sí apolo te llevare tu cerveza, deja de joder por dios- dijo Luis, entrando en la cocina, se quedo paralizado al verme, desde la vez que Jace nos descubrió no nos habíamos vuelto a ver- hola- dijo dándome una sonrisa tímida.

-hola- dije dándole una mas confiada.

-como has estado- dijo luego de haber sacado una cerveza y sentarse a mi lado.

-bien a pesar de lo que a pasado - dije refiriéndome a la muerte de fredo, el tomó mi mano y la apretó yo se lo devolví.

-Jack con respecto a lo que paso la última vez - dijo y cayó a mitad de palabra.

-dime que no te arrepientes por favor, ya que yo no lo hago.

-por el contrario, te quería decir si querías terminar lo que habíamos comenzado la última vez- dijo dándome una mirada vergonzosa.

-en serio- el asintió- la verdad es que me encantaría, eh extrañado tus labios- dije, me baje de la encimera y me posicione entre sus piernas abiertas ante mi espera, tome su rostro y lo bese, necesitado de sus dulces labios, el me correspondió el beso, al principio sólo era eso un beso dulce y tierno, pero luego todo era mas intenso, me separe un segundo y tome aire, volví y lo bese con hambre atrasada y admiración debota.

-Jack es mejor que nos vallamos a un cuarto o nos descubrirán otra vez- dijo Luis y yo lanze un gruñido el tenía razón.

-que prefieres el cuarto de visita que hay aquí abajo o mi habitación arriba- dije besando su cuello lentamente.

-ahhh, maldición llévame al que quede más cerca- dijo envolviendo sus piernas a mi alrededor, lo carge como estaba y lo lleve por el pasillo que conducía a las habitaciones de la primera planta, que eran tres, entre en la primera que vi y cerré con seguro a mi espalda.

Lo lleve a la cama y lo deposite, le quite su camisa de cuadros, y bese su torso bien trabajado y sus tiernas y deliciosas pecas, llegue a su omóplatos y los bese, levante mi cara y volví a besar sus labios. Nunca e tenido sexo con un hombre, solo los veían y había cosas que me gustaban de ellos, pero de hay a llegar a acostarme con uno de ellos, nunca se me había ocurrido.

Me quite la franela y me deshice de mis pantalones quedando sólo en boxers, me despedí de su ropa por completo y me quede viendo la escultura de mármol que estaba frente a mi, su cuerpo había costado días y largas horas en el Gym y hoy la disfrutaría sólo yo.

-sin duda eres la perfección personificada- dije besando su pecho y llegando a su cara donde un tierno rubor lo cubria- estas seguro de lo que haremos- pregunté con miedo a que se arrepintiera.

-si, muy seguro- dijo asintiendo.

-antes que nada necesitó saber algo, eres virgen- su cara aumento de color y asintió lentamente, me sentí feliz de ser el primero, pero a la vez preocupado por hacerle daño- seré delicado lo prometo- el asintió y yo me termine de desnudar, bajé hasta su miembro y lo comenze a masajear con la mano, escuchaba pequeños gemidos que eran encerrados por una mano, levante mi mano libre y se la retiré de la boca, queriendo así decirle que dejará que sus gemidos inundarán la habitación, todas las habitaciones de esta casa eran insonorizadas, y creo entender porque mis padres lo decidieron así. Baje de nuevo y esta vez deslize su miembro en mi boca, escuchando el sonido de los dioses.

Sacaba y entraba su miembro de mi boca, luego de unos minutos más, deje el miembro sólo y baje a su ano, saque mi legua y comenze ah acariciar su pequeña y estrecha abertura con mi lengua, sus gemidos aumentaron y mi deseo con sigo, cuando sentí que estaba lo suficientemente preparado subí y me posicione entre sus piernas.

-Luis no tengo condón ni lubricante- dije avergonzado de haberme olvidado de algo  tan importante.

-no te preocupes por eso - dijo pasando sus dedos por mi cara.

-pero te dolerá demasiado- dije asustado.

-sólo haslo, por favor Jack te necesito en mi interior.

Solo hizo decir esa frase y me había olvidado hasta de mi nombre, lo bese profundo y tome mi miembro y lo coloque sobre su entrada, comencé haciendo una lenta presión y sentí como se tensaba, me detuve y lo bese cuando sentí que se había relajado lo suficiente, entre de golpe en el, causándole un grito de dolor, me mantuve quieto y bese las lágrimas que brotaban de sus dulces y hermosos ojos.

-mueve.muevete- dijo en un susurró, dicho a mi oído.

Comencé a embestir lento, para que se pudiera acoplar a mi tamaño. Cuando lo sentí totalmente agusto, aumente mis embestidas y el aumento sus gemidos gloriosos, hubo un momento en el que tope su lugar feliz y el grito que salio de sus labios hizo que dirigiera toda mi fuerza a ese sólo lugar, sus gemidos retumbaban en mi oído, haciendo que cada vez estuviera más cerca del orgasmo. Un par de estocadas más y él grito mi nombre a todo pulmón, un minuto después de él mi grito con su nombre hacia eco en las paredes.

Caí rendido arriba de él y él me atrajo con un abrazo. Di la vuelta y rodé con él encima, atrayendolo a mi tórax.

-gracias- dije

-porque - preguntó.

-por darme tu virginidad a mí- el se sonrojó y bajo la vista, yo levante su mentón y lo bese dulcemente. Así nos quedamos dormidos abrazados en el cuarto de visita, después de hacer el amor, sin saber que mi hermano había escuchado todo y poseía una cara de perversión.

Disculpa por quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora