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Dedicado a @miss_rodriguez @Londinium675, para sus mentes pervertidas.

Narra Joseph

Joder, estúpido Williams y su estúpida manera de querer "a reglar" nuestro matrimonio, lo veía con cara de pocos amigos mientras el me sonreía todo feliz maldito capullo de mierda, me levante de la cama y me dirigí a la puerta para comprobar si lo que me había dicho era cierto y joder sí lo era, unos malditos mastodontes árabes estaban tras la puerta con una cara de estar estreñidos, cerré la puerta y me giré a donde mi marido quien me miraba pícaramente, ni lo pienses Williams tu y yo ni besos, mucho menos habrá sexo, así que quita esa mirada o te la quitó a golpes.

-entonces- dijo.

-entonces nada, cuanto tiempo me tendrás aquí- el se encogió de hombros y dijo.

-hasta que me perdones-levante mi ceja, en serio pensaba que lo iba a perdonar y de esta manera.

-con que ropa piensas que estaré en mi "estadía" aquí.

-traje ropa para ti, Ernesto preparó una maleta- que quieennnnn.

-quién?????

-Ernesto, él me ayudo en todo- maldito mal amigo y yo que pensé que me ayudaba a mi- al igual que Ivan.

-Ivan!!, pero si tu y él se iban a ir a golpes, no entiendo nada.

-todo fue planeado- dijo encogiéndose de hombros, enojado me di la vuelta y me dirigí al baño cerrando la puerta tras de mí, me despoje de la ropa y me metí a la ducha, necesitaba alejarme de todo pensamiento, me lave la cabeza y el cuerpo, salí envuelto en una toalla y me di cuenta que no había entrado la ropa al baño y no quiero salir en toalla con un pervertido y ninfomano afuera.

-Williams- lo llamé.

-que pasa Joseph.

-me puedes pasar ropa- pregunté.

-sí puedo, pero no quiero, no perdere la oportunidad de verte sólo en toalla.

-maldito pervertido de mierda- dije enojado y me arrepentí inmediatamente, al sentir unos pasos aproximarse a la puerta y al acordarme de cómo lo pone que le diga palabras así, pero aunque sea la puerta tiene seguro, o no- como entraste- dije al ver que abría la puerta, él  me enseñó la llave y maldije en mi interior, sentí como era cargado y colocado en el lavamanos y era abierto de piernas, con Williams posicionado entre ellas - Williams aléjate maldición- dije mientras lo empujaba y aunque yo no era débil, Williams era el doble de fuerte que yo.

-o no, sabes como me pone que digas palabras sucias, ahora no quieras que me alejé- se acercó a mí oído y dijo- te dejaré sin caminar por un tiempo- y solo esas palabras se necesitaba para poner mi piel erizada y hacerme temblar, sentí su mano posarse en mi entrada y como entraba un dedo en ella haciéndome lanzar un gritó, el me beso con fiereza y dios, este hombre era una maldita máquina del sexo solo con un dedo y ya me tiene a mil, sentí un segundo dedo en mi interior y como sus besos bajaban por mi cuello, dios no esto no puede pasar, yo estoy peliando con él.

-Williams pa.para-dije temblando de placer.

-ni aunque me lo ruegues- dijo sacando sus dedos y replazandolo por su miembro, grite al sentirlo en mi interior, me sentía completo, llenó en todo los sentidos.

Él comenzó a embestirme fuerte y sin piedad mientras que mi espalda chocaba contra el espejo, sí si, cuanto extrañaba esto o sí. Agarre fuertemente su pelo mientras pensaba que me rompería en miles de pedazos, escuchaba los gruñidos provenientes de mi esposo y sentí luego de un par de minutos más esa sensación familiar envargando mi vientre bajo y llegue al orgasmo gritando el nombre de Williams retumbando las paredes, al poco tiempo Williams se unió al mio y cayó rendido arriba de mí, mientras mi peso lo sostenía el espejo que en cualquier momento se rompería de tanto que me dí contra él.

Recuperé la compostura y alejé a Williams de mi, entre de nuevo a la ducha y quite todo rastro de semen de mi ano, me envolví en la toalla y salí del baño pareciendo un pingüino, seguido por un Williams muerto de la risa, busque unos bóxer y me los puse, busque en el closet ropa elegí un polo verde y unos pantalones jeans, me puse unos zapatos y tome el cel de Williams.

-tiene cobertura aquí.- pregunté.

-sí, puedes llamar todo lo que quieras- dijo dándome una sonrisa estúpida.

-eso iba a hacer - dije refunfuñando y dándome la vuelta, abrí la puerta y salí por ella, pase entre los mastodontes de seguridad, quienes me estaban siguiendo. Maldito seas Williams tu y tu psicópata manera de a reglar nuestro matrimonio

Bajé a la primera planta con ellos aún siguiendome, el hotel donde me encontraba era simplemente enorme y hermoso, me dirigí a uno de los sillones que se encontraban hay y me deje caer en el, arrepintiendome por el dolor en mis nalgas.

Fui rodeado por los de seguridades, malditos imbéciles. Sin prestarle atención a nada más desbloque el celular y llame a la persona a la cual tenía planeado matar.

Llamada telefónica.

-bueno- dijo la campante voz de Ernest.

-juró que cuando te vea te arrancaré las pelota y se las daré de cena a tu pez, maldito mal amigo.

-eh.eh Joseph?- pregunto con voz llena de miedo.

-quien más sino puto desgraciado hijo de tu madre, como me hiciste esto infeliz.

-Joshy, fue por tu bien lo juro.

-sí por mi bien y un cuerno, deja que le diga a Oriana lo que me hiciste y prometo que ella me ayudare cocer en aceite tu cabeza- escuche como la línea se quedaba en silencio, ese imbécil había colgado mi llamada.

Fin de la llamada.

-maldito me colgó - dije en voz alta.

-no creó que fuera el único que te colgara la llamada si le dijeses esas cosas- dijo una voz profunda y de un acento llamativo.

Dirigí mi mirada a dónde provenía esa voz y un hombre de unos 30 a 35 años, de facciones árabes, cabello y ojos oscuros me veía. Avergonzado porque había escuchado lo que le dije a Ernesto, me sonroje y el me regalo una sonrisa de dientes perfecto.

-Hola mi nombre es Fawad khan, el dueño de este hotel.

Disculpa por quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora