Capítulo 1

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12/07/2***

-No me dejen, no me dejen, no me dejen...

Era lo único que salía de mi boca una y otra vez sin poder parar. Estaba llorando como una niña de 5 años cuando le quitan su peluche favorito.
Las dos personas que más amaba en este mundo se habían ido sin previo aviso. Mis dos hermanos habian muerto y yo no pude hacer nada al respecto.
Estaba indignada, enojada, triste, lo único que podía hacer era llorar y suplicar que fuera un maldito sueño y que en nada mi hermano Rindou me despierte para ir a la escuela y Ran me sobe la cabeza para tranquilizarme, pero no era una pesadilla. Era la maldita realidad.

El tiempo se me.habia detenido por un momento, pero volví en si por los ruidos que había al rededor de otras pandillas gritando y golpeándose. Luego de unos minutos se empezó a escuchar unas sirenas a lo lejos. Era la policía.

Cada líder dio la voz de irse, ya que obviamente nadie quería ser capturado por la policía.

Cada pandilla se empezó a subir en sus motor e irse rápidamente del lugar, pero habían algunas personas que pude llegar a ver, que seguían ahí mirándome a lo lejos. No me fijé quién eran. No me importaba.

-Luna! Tenemos que irnos. -me dijeron desesperados los miembros de Tenjiku del cual mis dos hermanos eran miembros, pero no tenía fuerzas para poder levantarme.

-Me quedó -dije ya sin fuerzas, con los ojos llorosos y nublados.

No me importaba si la policía me llegaba a agarrar, las únicas personas que amaba, estaban muertas adelante mio.

-No seas idiota! -Dijo el chico de pelo rubio de lentes mientras me tomaba del brazo con fuerza y me empujaba hacia él.

-Quiero quedarme hasta el final con ellos. -dije con tristeza y ya sin lágrimas.

-Idiota! No te dejare aquí, así que no sigas diciendo estupideces. -dijo mientras me seguía jalando del brazo con fuerza, pero a la vez con delicadeza para no hacerme daño.

-Te dije que me quedo Kisaki! -le dije mirándolo ferozmente a los ojos, a los cual el se quedó sorprendido, pero seguía sin soltarme.

-Luna, no nos iremos sin ti, así que o vienes por las buenas o te llevamos a rastras!? -me dijo el chico de pelo blanco y ojos violeta mientras se acercaba rápidamente hacia mi. Al estar alfrente mio rápidamente y sin que pueda reaccionar o evitarlo me cargó en sus hombro y me llevaron con ellos. Intente detenerlo, pero no podía, no tenía fuerzas. Solo podía ver a mis hermanos en el suelo, mientras me alejaba de apoco con lágrimas nuevamente en los ojos.

-RAN!! RINDOU!! -Gritaba sin parar una y otra vez. Los miembros de Tenjiku solo podían verme con tristeza y lágrimas en sus ojos, pero sin detener al chico de pelo blanco que me montaba en su moto y rápidamente la prendía y puso en marcha para no bajarme.

En el camino en moto solo se podía escuchar los ruidos de los motores de cada miembro de Tenjiku.
Al llegar a la "guarida" todos los miembros estacionaron sus motos y bajaron, pero no entraron.
Se quedaron al lado de sus motos mirando hacia donde estaba el peli blanco y yo. No tenía ni fuerzas de bajarme de la moto, solo quería que este sufriendo acabará de una maldita vez.

-Luna... -dijo intentando cargarme nuevamente.

-Casa...-pronuncia sin fuerzas, casi susurrando.

-¿Qué? -dijo acercándose al frente mio y apoyando su frente en la mía.

-llevame a casa...

-Luna linda, no deberías ir a tu casa en este estado. -dijo preocupado mientras apoyaba su mano en mi cabeza acariciendome con delicadeza, algo que no era de hacer, mucho menos al frente de los miembros de Tenjiku.

-Izana, por favor, llévame a casa... -pronuncie débilmente.

El peli blanco sin poder volver a negarse asintió. Miro al chico rubio con lentes, este le entendió y rápidamente fue a buscar un auto para llavarme a casa con un amigo suyo alto y con dos tatuajes en ambas manos.
Cuando llegaron con el auto, el peli blanco me cargo delicadamente en sus brazos y se subió al auto conmigo.
Al llegar al departamento, entramos en el ascensor, subimos hasta el piso más alto, salimos del elevador y caminamos unos pocos pasos hasta llegar a la puerta de mi departamento.

Al entrar los chicos me dijeron que se iban a quedar en el living para cersiorarse de que no haga ninguna estupidez. Les dije que me daba igual y entre a la habitación de Rindou. La cama era de dos plazas y encima de esta se encontraban dos buzos. En mi cabeza solo pensaba en que otra vez Rindou le había agarrado el buzo a Ran. Con solo pensar eso una leve sonrisa recorrió mi cara. Tomé ambos buzos. Todavía tenían su perfume a lo cual no pude evitar llorar.

De tanto llorar me quedé dormida, pero no por mucho. Soñaba con la muerte de ellos una y otra vez, era un bucle infinito.

A los minutos desperté y eran las 6 am. Estaba lloviendo, amaba los días lluviosos. Me levante de la cama y sin pensarlo dos veces me dirigí al techo del departamento para poder disfrutar de la lluvia.

Al llegar al techo me senté en la orilla, mire hacia el cielo nublado y cerré los ojos dejando que la lluvia y mis sentimientos se "apoderen de mi".

No sé cuánto tiempo me debí quedar en esa posición, pero sin darme cuenta estaba saliendo el sol a lo lejos. Miré en amanecer con una cara melancólica. En eso mi cuerpo toma el control y me paro en el orilla del edificio y miré para abajo.

-LUNA!! -gritaron los chicos mientras se dirigían hacia donde estaba con cara de preocupación.

-20 pisos... Iban a ser más, pero el arquitecto dijo que serían demasiados. Me hubiera encantado que sean más, hubiera sido una vista aún mejor. -digo sin pensar-

-Luna baja de ahí! -me dijo el chico de lentes y el alto con tatuajes en ambas manos. -No hagas ninguna estupidez! -dijo el peli blanco preocupado.

-Nunca les dije cuanto los amaba... -dije mirándo el atardecer-

-No era necesario que se los hagas saber, ellos ya lo sabían! -me dijo el chico de lentes acercándose de apoco hacia mi.

-Pero creo que tengo tiempo todavía. -dije sin poder controlar mi cuerpo. Me di la vuelta lentamente mirándolos a los ojos.

-LUNA! -dijeron acercándose rápidamente.

-Luna! No seas idiota y bájate de ahí inmediatamente! - me dijo el chico de tatuajes preocupado.

-Y esa cara Hanma? No es propio de ti.

-Te odiarán! -me gritaron los chicos a la vez.

-eh?

-Si lo haces, te odiarán! Ellos no criaron a una debilucha, criaron a una chica fuerte! -me dijo el chico de lentes mientras estiraba la mano hacia mi. -Piensas que su esfuerzo fue en vano?

Al escuchar esas palabras empezaron a aparecer muchos recuerdos en mi cabeza en donde estaba con mis hermanos, en donde me decían que debía ser fuerte ante cualquier obstáculo. Era molesto. Es como si mi mente y corazón me este haciéndo recordar estas cosas para no hacer una estupidez.


Hasta aquí el capítulo de hoy. Si les gusto me sería de ayuda que compartan, comenten y le den like para más capítulos.

𝙻𝚊 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊 𝚖𝚎𝚗𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝙷𝚊𝚒𝚝𝚊𝚗𝚒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora