Habían pasado ya dos días y mis hermanos se encontraban peleando contra los dueños de Roppongi. Sabía perfectamente donde iba a ser la pelea y que ellos terminarías ganando, asi que decidí no ir.
O eso pensaron ellos...
Estuve toda la pelea observando desde lejos por si les llegaba a pasar algo, algún que otro golpe se llevaron, pero nada más. Terminaron asesinando a esos dos y declarándose como los ganadores y dueños de Roppongi. Mis hermanos ya eran algo temidos, pero ahora eran intocables. Estos gritaron que si alguien me llegaba a poner un dedo encima, terminarían 5 metros bajo tierra y ellos se encargarían personalmente de enterarlos. Cuando dijeron eso tuve un escalofrío, "mejor tenerlos de amigos que de enemigos" pensé mientras los observaba con orgullo.
Sabía que pasaría en estos momentos, la policía se los llevaría y estos irían a la prisión para menores de edad. Estaba en dudas conmigo misma, ¿Debía ser egoísta y evitar que se los lleven o dejarlos y que conozcan a Izana y Kakucho? Estaba confundida. Es cierto que Izana en su momento no los defendió, pero se arrepintió mucho y estuvo hasta el último día de su vida cuidándome.
Me levanté de dónde me encontraba y me acerqué un poco hacia donde estaban ellos. Era un poco lejos, pero lo suficiente para escucharlos y que me vieran claramente. Quería que me vieran y eligieran ellos mismos que camino tomar.
Venir conmigo o ir a la prisión.
El primero en verme fue Rindou, este se quedó sorprendido al verme ahí, hasta que golpeó a Ran para que me viera. Estos dos estaban sorprendidos y enojados. Se sentía desde donde estaba su enojó, no sólo por haber desobedecido, sino porque había visto a mi corta edad como asesinaban a alguien. Podía leer sus expresiones fácilmente, estos tenían la típica cara de "me molesta que hayas venido, pero me da más miedo que nos tengas miedo" me dio ternura y pena al mismo tiempo.
El sonido de las sirenas de la policía se iba haciendo cada vez más fuerte, estos me miraron, sonrieron y con un movimiento me dieron a entender que me vaya de ahí, pero no reaccionaba. Mis piernas no querían moverse, quería quedarme con ellos "¿Otra vez me quedaré sola hasta que salgan? ¿Si los salvo se enojaran? No quiero estar sola" mis lágrimas empezaron a salir sin que me diera cuenta.
Ran vio mi estado y se acercó rápidamente seguido de Rindou, al verlos acercarse corrí hacia ellos y los abracé. Me daba igual si alguien nos veía o me veía como una niña, son mis hermanos maldita sea. Podía tener la mentalidad de una chica de 28 años, pero estaba en el cuerpo y con los sentimientos de una niña de 8 años, cualquier cosa me lastimaba y que se alejen era una.
-Princesa - habló el rubio - Se que estás triste, pero debes ser fuerte.
-Volveremos antes de que te des cuenta - le siguió el rubio de lentes. Estos dos abrazaban con fuerza a su hermana - Ahora vete.
-No queremos que te metan a ti también - estos me dieron un beso en el cachete y se fueron. La policía ya había llegado.
Luego de unos segundos, me fui corriendo con lágrimas en los ojos. Ellos eligieron su camino, ir a la prisión y yo no podía contradecirles.
Estaba triste, pero por otra parte feliz porque podrían conocer a Izana y Kakucho. Sin duda los ayudaría a estos dos, ya que fueron muy importantes para mi, así como los demás miembros de Tenjiku. No me importaba si me metía en problemas, los ayudaría.
Luego de unos minutos corriendo sin rumbo llegue a un parque, el cual estaba desolado lo cuál me gustó, ya que no abría nadie quién me moleste. Me senté en uno de los bancos y oculté mi cuerpo entre mis piernas. Luego de unos minutos, me senté bien y miré la luna embobada mientras alguna que otra lágrima recorría mi piel, “hace tiempos que no lloraba tanto, si que estoy en el cuerpo de una niña” pensé mientras me perdía en mis pensamientos.
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𝙻𝚊 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊 𝚖𝚎𝚗𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝙷𝚊𝚒𝚝𝚊𝚗𝚒.
RandomLuna es la hermana menor de los Haitani, una de sus mayores debilidades. Una trágica noche sus hermanos mueren en un conflicto con otras pandillas. Con los años no pudo soportar el dolor y decidió suicidarse, pero al hacerlo volvió al pasado cuando...