El príncipe Caspian [cap.3]

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—Ya los escuché

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—Ya los escuché. — dijo con fastidio Caspian mientras volteaba a ver hacia atrás 

—Es que yo creo que hay que esperar a los reyes y reinas.— le decía el tejón mientras salía de detrás de una árbol. Caspian lo miró con cierta burla en su rostro y siguió con su camino.— ¡Bien déjanos! pero no creo que los otros sean tan comprensivos

—Tal vez vaya contigo, — le decía Nicabic mientras le seguía el paso— quiero ver cómo le explicas todo a los minotauros.

Caspian paró y lo volteo a ver sorprendido

— Minotauros.. son reales..

—Y tienen muy mal carácter.— el tejón

—Y además son inmensos.— Nicabic

—Gigantescos.— completo el tejón

—Y.. también centauros— les comentó Caspian, ahora, él siguiéndole a ellos ─¿ellos aun existen?

—Pues.. los centauros tal vez peleen a tu lado, pero no se que decidan hacer los otros.— le decía el tejón sin dejar de caminar

Caspian se detuvo, y por un momento pareció pensar muy bien su siguiente pregunta

— ¿Qué saben de Aslan?— los otros dos se detuvieron en seco

—¿De donde sacaste tanta información?— preguntó a la defensiva Nicabic

—Historias. — le respondió Caspian encogiéndose de hombros como si eso fuese lo más obvio

—Un momento, ¿Tu padre te contó historias sobre Narnia?— le preguntó el tejón

El bien parecido rostro del muchacho cambió a uno más serio 

—No..— Caspian pareció titubear— mi profesor. Oigan lo lamento, pero deben evitar preguntarme ese tipo de cosas. — algo molesto y hasta triste, se les adelantó.. 

El tejón olfateo el aire.

—¿Qué sucede?— le preguntó Nicabic

—Humano.

—¿Él?

—No..— olfateó de nuevo— Ellos. — dijo mirando a todos los soldados telmarinos que cada vez se les acercaban mas y mas, apuntándolos con sus arpones

<¡Ahí están!>  gritó uno. Caspian, Nicabic y el tejón no se hicieron esperar más y empezaron a correr.

Los soldados disparaban flecha tras flecha, ellos trataban de esquivar cada una de ellas. El tejón no pudo esquivarlas todas, y una de ellas terminó dándole por la espalda.

Caspian comenzó a correr hasta donde estaba el tejón 

—Toma llévatelo. Es más importante que yo.— le decía el herido con la respiración agitada mientras le estiraba el cuerno. Caspian lo tomó apurado y lo guardó. Estaban rodeados por los telmarinos, pero uno a uno empezaron a caer soltando gritos de dolor al mismo tiempo que terminaban en el suelo.

La profecía: Las Crónicas De Narnia [Edmund Pevensie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora