—Peter se prepara y.. ¡está listo para otra anotación!—Peter lanzó la pelota.
—¡Auch!—Pero Edmund no la atrapó por estar viendo como la niña Wood le leía a la menor de sus hermanas.
—Ups. — se burló Peter—Despierta bello durmiente, y deja de mirar a Jane.
—¿Por qué no jugamos a las escondidas?—cambió de tema. Lucy quien escuchaba leer a Jane, también logró escuchar la propuesta de su hermano, eso la molestó "¿Cómo es que se atreve?" pensó antes de voltearse hacia la chica que había dejado de leer para escuchar a los demás.
—Dijiste que era un juego de niños.—le recordó Jane mientras se levantaba para estirarse un poco.
—A demás, aquí hay aire fresco.— puntualizó Susan con una sonrisa
—Es igual que el aire de adentro. — y con ese solo comentario de Edmund logro borrarle la sonrisa a su hermana mayor.
—¿Estás listo?—preguntó Peter cambiando de tema
—¿Y tú?— preguntó de vuelta Edmund mientras se preparaba para batear, y lo logró.
Habría sido un gran tiro si no hubiese roto una ventana.
(...)
Ya dentro los cinco chicos observaban el desastre que se había hecho dentro de la casa.
—¿Qué hiciste Ed?— suspiró molesto el rubio.
—Así me la lanzaste.— se defendió.
En el fondo se escuchaban los regaños de la señora McGridy.
Eso espantó a los chicos.
—Es McGridy.
—Vámonos.—no esperaron más y salieron corriendo
Corrieron por toda la casa, pasando habitación tras habitación, buscando un buen lugar para huir de la loca mujer que siempre amenazaba con enviarlos a los establos. Casi sin darse cuenta terminaron el habitación de el ropero. Edmund se acercó a este mismo y lo abrió, llamando a los demás para que entraran.
—¿Qué esperan?
—Edmund dime que no es cierto.— dijo Susan, molesta. Cada vez se escuchaban los pasos de la mujer mas y mas cerca, eso hizo que los tres escépticos a el mundo mágico hicieran caso a Ed y se adentrasen en el ropero.
—No se muevan. —Ordenó Peter
<¡Auch!> <¡No empujen!> <¡Ten cuidado!> <¡Edmund muévete!> <¡¿Qué haces, Jane?!> Gritaban en susurros todos dentro de ese ropero, el cual sin darse cuenta se hacía cada vez más grande, y cuando menos lo esperaban todos habían caído sobre ¿nieve? Sí, nieve. Estaban en Narnia y esta vez no solo para Edmund y Lucy, si no también Peter, Jane y Susan, los cuales estaban completamente asombrados.
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La profecía: Las Crónicas De Narnia [Edmund Pevensie]
Fanfiction-Después de todo eso, ¿sigues sin creer en la profecía? -Sí, Susan, así es.-le respondió la castaña ya cansada (...) -Eres demasiado necio. ¿Porqué no solo aceptas que es tú destino? La profecía lo dice hermano. -Ella apenas si me nota de esa maner...