Capítulo 6

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Pavel esperaba junto a la acera en su pequeño auto de dos puertas, observando la casa en avenida Roble, hasta que Kao salió por la puerta, enderezando su chaqueta mientras se dirigía hacia donde estaba estacionado su propio automóvil de cuatro puertas.

Pavel conocía de sobra el itinerario de Kao tenía sólo unos pocos segundos para atraparlo antes de que este condujera hacia los laboratorios de investigación en la calle Phinea, donde pasaba las mañanas trabajando en un proyecto personal antes de que se viera obligado a dirigirse a las oficinas de la fábrica de automóviles de su padre, donde trabajaba diariamente.

Esperó hasta que Kao estuviera abriendo la puerta del auto, entonces se puso a su lado, y empujó el cambio de velocidades a parking.

Bajó de su auto y agarró a Kao de las solapas, apenas registrando su expresión de sorpresa antes de empujarlo contra el lateral del auto gritando, los puños de Kao se elevaron, listo para defenderse.

Los ojos de ambos se encontraron y los de Kao se inundaron con preguntas.

Pavel lo retuvo con fuerza contra el lateral del auto hasta que Kao se liberó, acomodándose el abrigo y gritando:

-¡Dios Lobo, Pavel! ¿Qué sucede contigo?

Pavel volvió a agarrarlo de las solapas y se acercó a la cara.

Dos noches de insomnio lo habían hecho sentirse salvaje, y a juzgar por el reflejo en la ventana del auto, parecía más que salvaje.

-¡Te lo cogiste!

La expresión de Kao pasó de molesta a confundida, y viceversa.

-¿A quién? ¿Gulf? ¿De qué estás hablando?

-Te cogiste a Ohm.

La cara de Kao palideció, empujando más duro a Pavel, mirando alrededor de la acera vacía.

Echó un vistazo a la casa del vecino, dueño de la puerta de la cual estaban ahora parados al frente, levantó la mano, ofreciéndole una sonrisa y una explicación:

-Buenos días, señor Ragnak todo está bien es un forcejeo amable, pero estamos bien.

Pavel no se volvió para ver lo que hacía el vecino con las cortesías de Kao y sus propias palabras explosivas, en su lugar, se puso de nuevo cara a cara con Kao.

-Te lo cogiste.

-Lo sacudió con fuerza con cada palabra que salía de su boca

-. Y lo jodiste.

-¿Bajarías la voz? -Kao lo empujó sorprendentemente fuerte, tomando en cuenta su complexión se pasó las manos por su nuevo y moderno abrigo, sin duda elegido por Gulf, y respiró lento

-. Si me das una oportunidad, podemos hablar de esto.

Razonablemente.

Pero Pavel, tienes que calmarte pareces loco.

-Tú lo arruinaste.

Los ojos de Kao brillaron.

-Ohm no está arruinado pero si no te callas, lo podría estar.

-Kao trató de tocarlo a modo tranquilizador, pero Pavel se alejó su estómago se revolvió y sus ojos se sentían terrosos por la falta de sueño.

-No deberías conducir -dijo Kao

-. En este momento eres un desastre no sé lo que te está pasando, pero si te calmas, podemos ir a mi casa y hablar de esto...

-Se detuvo, volviendo a desviar su mirada hacia la acogedora casa que compartía con Gulf

Amor Entre AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora