Parte 10

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Ohm caminaba de un lado a otro en el andén, con el corazón en la garganta no había visto a Pavel en persona desde la mañana después de su noche juntos habían hablado brevemente por teléfono en dos ocasiones, pero ninguna de sus agendas les había permitido el verse.

Pavel había sido llamado al distrito Hosco, para atender a un omega aparentemente embarazado de gemelos, una peligrosa aberración que tendría que ser manejada cuidadosamente y Ohm había estado ocupado con la mudanza y la servidumbre beta que había elegido ir, preocupado por cumplir la fecha límite de su padre aun así, Pavel le prometió estar en la estación de tren para despedirlo incluso si no podían hacer más que darse un abrazo fraterno, era importante para Ohm el ver la cara de su amante por una última vez, antes de que fueran separados por quién sabe cuánto tiempo. Necesitaba estar seguro de que no había alucinado las promesas entre ellos, o el compromiso de Pavel con ellos.

-Él vendrá -dijo Singto, arreglando el broche circular de esmeralda en su cuello, una moda que lo declaraba como un omega emparejado ellos sólo estaban unidos por la amistad, pero en público, Singto siempre llevaba un pin llamativo para disuadir la atención su belleza tendía a atraer más de que lo que él desearía, y Ohm, siendo un alfa no muy corpulento, no siempre ahuyentaba a otros hombres por su sola presencia.

-¿Qué pasa si cambió de opinión?

-No lo hizo

-¿Cómo sabes? ¡Está arriesgando mucho! ¿Y para qué?

-Por ti.

Ohm entornó los ojos.

-¡Ay, qué premio!

Singto se puso su bufanda con capucha plateada sobre su pelo agitándose con el fresco viento de otoño.-De hecho -dijo con seriedad, como si Ohm no hubiera hablado con sarcasmo.

Entonces, Ohm lo vio hombros anchos en un abrigo bien ajustado, un sombrero gris de fieltro en la cabeza, y una seria expresión en su rostro el interior de Ohm se derritió, su corazón se aceleró, y contuvo el aliento lleno de esperanza. -Hola -murmuró con nerviosismo cuando Pavel estuvo lo suficientemente cerca para escucharlo -. No sabía si vendrías.

La sonrisa de Pavel era blanca haciendo lucir más su piel blanca. -Verte partir de forma segura, es mi prioridad de hoy.

Ohm pasó saliva, examinando los ojos de Pavel, buscando alguna coherencia de lo que el hombre estaba sintiendo. -¿Crees que serás capaz de ir de visita? ¿Como lo platicamos?

Pavel lo sujetó del hombro, estrechándolo calurosamente mientras veía su cara. -Nada me complacería más, pero me temo que no puedo comprometerme en ir en una fecha en particular entre los gemelos en Hosco y el delicado estado de Gulf, puede que no sea capaz de tener libre un día completo. -Tres horas en tren a Virona y luego de regreso, es lejos

-concordó Ohm, con el corazón hundido

-. Si hay un problema con Gulf o el omega embarazado de gemelos, no serías capaz de regresar a tiempo -lo externó, así Pavel no tendría que hacerlo, y no se sentiría como que estaba poniendo excusas.

-¿Hay alguna posibilidad de que podamos encontrarnos a mitad del camino? -preguntó Pavel.

El nudo en el estómago de Ohm se aflojó. -Tengo que ver lo que mi padre planeó para mí con la apertura de la sucursal, pero sin duda los fines de semana serán libres.

-¿Singto no te extrañaría si vienes a mi encuentro?

Singto sonrió y respondió: -Voy a estar demasiado ocupado arreglando mi nuevo estudio de impresión, y planificando las próximas fiestas de noches de otoño, como para extrañar a Ohm por medio día o más de hecho, estaría dispuesto a prescindir de él para que ustedes dos puedan renovar sus votos.

Amor Entre AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora