Bienvenida A La Manada

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MARIANA

Una densa niebla cubría el bosque mientras lo recorría, pasando mis manos por las ramas de sus árboles.

Estaban todos muertos, y sin embargo, de alguna manera, eran más hermosos que los árboles cubiertos de follaje.

Perlas blancas y suaves se esparcian por el aire, volaban tan alto que no podría decir donde terminaban.

Todo parecía igual en todas las direcciones, pero no me sentía perdida.

Era extrañamente mitigador.

Un zumbido débil sonó agradablemente en el aire y mientras un ligero viento me despeinaba, sentí como si me susurraran al oído.

Alcance a ver una larga cabellera rubia y blanca que había visto antes en alguna parte.

Corrí hacia ella, y una brisa de humo comenzó a arremolinarse a mi alrededor hasta materializarse en una hermosa mujer.

Me resultaba muy familiar, y cuando me tomo de las manos, a varios metros del suelo, supe que podía confiar en ella.

-Mari, tienes mucho que aprender -sonrió cálidamente- no será fácil al principio, pero hay quienes te ayudarán a guiarte en tu viaje.

-¿Como tú? -pregunté.

-No, niña, te he llevado tan lejos como he podido. Mi hogar no está en tu mundo.

-No entiendo... ¿Que me va a pasar? ¿Acaso estoy viva? -pregunté confundida.

-Si, pero cuando despiertes, tu vida no será la misma de antes. Estás destinada a cosas mucho más grandes, hija mía.

-¿Quién eres? ¿Cómo te conozco?

-Me conoces en tu corazón, Mari.

Puso sus largos y elegantes dedos en mi corazón.

-Recuerda esta palabras: sabrás en quien puedes confiar... -dijo, empezando a desvanecerse.

-Espera, ¿que palabras? ¡No te vayas todavía!

Me acerque a ella, haciendo de repente una conexión.

-¿Eres mi... Mi tía?

-Lupus Paulo -dijo suavemente, desapareciendo.

***

Bip. Bip. Bip.

Bip. Bip. Bip.

¿Que esta pasando? ¿Donde estoy?

Tenía la visión borrosa, pero la habitación parecía prístina, toda blanca.

-La mordedura fue profunda, pero se curará, con tiempo. Sin embargo, el proseso debería acelerarse significativamente después de la transición de su cuerpo.

-¿Y cuando será eso exactamente, doctor? -preguntó una voz profunda y ronca.

-Es difícil de decir, pero no debería de tardar mucho.

¿Quienes son estas personas? ¿Que es ese sonido?

Una vía intravenosa se aferraba a mi muñeca y un monitor a mi lado emitía lentos pitidos.

¿Esto es un hospital?

-¿Crees que su cuerpo pueda soportar la transición? -volvió a preguntar la voz ronca- es muy... Pequeña. Podría partirse por la mitad.

Mordida Por El Alfa (Jeon Jungkook) (T1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora