Mordida Por El Alfa (Jeon Jungkook) (T1)

La Marca Del Alfa 🌶️🌶️🌶️ (FIN)

MARIANA

Mi compañero encendió las lámparas de gas cuando entramos en la biblioteca.

Un frío en el aire me puso la piel de gallina, así que Jungkook tomó barios troncos y los echo a la chimenea. Consiguió encender el fuego y la habitación se calentó enseguida.

Me llevó al sofá, pero enseguida nos dimos cuenta de que era demasiado pequeño para lo que habíamos planeado, así que Jungkook me tomó por las caderas y me subió a una robusta mesa de lectura.

Varios libros cayeron al suelo.

Kook se colocó entre mis muslos, así que rodee su cintura con mis piernas y nos hacercamos el uno al otro.

Nos besamos apasionadamente, como si no nos hubiéramos visto en años.

Los bese por todo el cuello mientras él comenzaba a precionarse contra mí núcleo externo, pero no era suficiente. Quería sentirlo en mis manos, así que deslicé mis palmas por sus pantalones y agarré sus gemitales.

Gimió de placer.

No sabía exactamente qué hacer, pero empecé a mover mis manos hacia arriba y hacia abajo en su eje. Dejó escapar otro gemido, así que supuse que estaba haciendo algo bien.

Mientras lo hacía, sentí que sus manos se deslizabna por debajo de mi vestido y subían por mis piernas hasta mis bragas. Dejé escapar un grito de sorpresa cuando las partió en dos y las tiró a un lado. Le desabroché el cinturón y el pantalón para que pudiera liberar su erección.

Ahora no había nada entre nosotros.

Dejé escapar un gemido cuando comenzó a masajear su pene entre mis pliegues. Mis muslos se aferrar on aún más mientras él seguía estimulándome.

Le desabroché los botones de la camisa y lo bese a lo largo de la clavícula y por el pecho. No me cansaba de ver su físico musculoso.

Sin pensarlo, mi boca se movió ligeramente para que mis dientes se alargaran.

Mordí su firme pecho con mis caninos, pero no lo suficiente como para romperle la piel.

Dejó escapar un pequeño jadeo de dolor, pero me dijo que podía seguir, así que continúe dándole pequeños besos.

Mi deso por el se estaba volviendo abrumador. Estaba hambrienta de algo más que de jugos preliminares. Podía ver en sus ojos que su apetito también crecía.

Así que me incliné a su oído y susurre:

-Estoy lista.

-¿Estás segura? -preguntó.

Y yo asentí con la cabeza.

Agarró mis caderas y las reajustó sobre la mesa. Respiré brevemente y de forma superficial para anticiparme.

Y fue entonces cuando sentí su punta deslizarse dentro de mí. Solté un grito que llenó el gran salón. Hice una mueca de dolor cuando se adentró mas, pero la sensación fue increíble.

Se detuvo momentáneamente para que pudiera recuperar el aliento, pero le dije que siguiera. Se deslizó lenta pero tiernamente hasta que estuvo completamente dentro. Mi cuerpo se estremeció por la sensación de felicidad que resonaba en todo mi cuerpo.