El Ataque De Los Canallas

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MARIANA

Canallas.

Acabo de enterarme de su existencia, pero ya estaba paralizada por el miedo. A juzgar por la reacción de todos, sabía que era algo serio. Había pánico en sus ojos.

Y la insinuación de Kook de que los ataques podrían estar relacionados conmigo añadió otra capa a mi angustia. ¿Era yo realmente responsable de lo que estaba a punto de suceder?

¿Qué era lo que querían de mí?

No soy nada especial.

Harper vino corriendo hacia nosotros.

-¡Alfa, han roto las defensas de la frontera! ¡Estamos bajo ataque!

Kook se tomó un momento para pensar. Observé con fascinación como empezó a ladrar órdenes a la manada.

-Todo el mundo en posición defensiva... Todos los no combatientes vayan a la seguridad de los bunkers. Vamos a aislarnos.

La Manda se puso inmediatamente en acción.

La gente corrió en todas direcciones.

Las puertas y ventanas estaba cerradas. Las luces se apagaron para ocultar nuestra presencia, mientras que las luces exteriores del estadio iluminaban los campos y los árboles del perímetro. Todos los que estaban fuera de los muros del castillo tuvieron que buscar refugio en otro lugar.

Era un caos organizado.

Empecé a empatizar con mi gente y con sus situación. Me conmovió la forma en que los más fuertes y capaces atendían a los ancianos y a los más jóvenes, y como los guerreros se lanzaban al peligro sin pensarlo dos veces.

Me preocupaba de verdad por la seguridad de mi manada. Era casi como si pudiera sentir lo que ellos sentían, una conexión con ellos como nunca antes había sentido.

Sky dijo una vez que mi instinto maternal de cuidar y proteger empezaría a aflorar cuanto más aceptará mi nuevo papel. ¿Era eso parte de convertirse en Luna?

Alex y Raphael corrieron hacia nosotros, cada uno de ellos armado con una especie de rifle ballesta. No hbai entrenado con armas así antes.

-Alfa, as instalaciones están aseguradas -aseguró Alex.

-Bien. Tomen lugar en la torre norte. Me dirigiré a la pared sobre la puerta principal. Puedes cubrirme desde allí.

Se puso en marcha hacia la pared, mientras yo me quedaba parada sin saber que hacer.

-Alfa -llamó Rapahel- deberíamos llevar a nuestra Luna a uno de los búnkeres. Estará mucho más segura allí.

Kook me miró y sonrió.

-No. Ella viene conmigo -dijo, extendiendo su mano- se merece estar a mi lado.

Mi corazón dio un vuelco.

Me quedé asombrada.

La alegría de saber que me quería a su lado, en un momento así, me decía lo serio que se estaba tomando el tratarme como su igual. Había cumplido su palabra.

Mordida Por El Alfa (Jeon Jungkook) (T1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora