Sueños De Lobos

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MARIANA

Las ramas y las ramitas me desgarraban el vestido y la piel mientras atravesaba por el frío aire nocturno. Las nubes ocultaban la luna y sumían mi mundo en la oscuridad.

A penas podía ver metro y medio delante de mí. No sabía a dónde iba, pero estaba corriendo por el bosque, volando entre los árboles, esquivando raíces traicioneras...

Sentí como las hojas humedas bajo mis pies descalzos se aplastaban en el barro de la lluvia. En cualquier otro momento, habría disfrutado el olor del agua cayendo del cielo, pero no esa noche.

Esa noche, me estaban persiguiendo.

A través del sonido constante de las gota de lluvia que salpicaban repetidamente a mi alrededor, podía oír los paso al galope no muy lejos.

Y se estaban acercando. Lo que sea que me persiguiera corría a cuatro patas. Podía oír su jadeo.

Tropecé con un tronco caído, pero me levante y seguí corriendo. Mi mordedura de hombre lobo empezaba a palpitar, pero tuve que luchar e ignorar el dolor.

Me estaba adormeciendo.

¡AUUUUU!

Un aullido bramó en la noche. Estaba más cerca de lo que pensaba.

Tenía que hacer algo rápido.

Al seguir avanzando, mis pies se sumergieron en agua helada que me llegaba a las pantorrillas. Había tropezado con un arroyo, lo que me dio una idea.

En lugar de cruzarlo, continuaría río arriba para ocultar mi olor. No sabía si iba a funcionar, pero tenía que intentarlo.

Las rocas subacuáticas eran resbaladizas y estuve a punto de perder el equilibrio más de una vez al pisarlas. Los rápidos cercanos y poco profundos ayudaron a enmascarar el chapoteo que hacía.

¿Estaba funcionando? Me paré a escuchar.

¡AUUUUU!

El aullido sonaba más lejos que antes, casi desesperado, pero seguí avanzando. Sin embargo, cuanto más avanzaba, más se enfriaban mis piernas. El fuerte escozor del agua helada empezaba a quemarme las extremidades.

Tenía que salir.

Entonces, cruce al otro lado y comencé a correr por el bosque una vez más.

¿Donde estoy?

¿Hasta donde he llegado?

¿Como llegué aquí? Ni siquiera recuerdo haber salido de la casa de la manada.

No podía dejar que esas preguntas me persiguieran. Todo lo que sabía era que algo, alguien, me perseguía, y tenía que escapar.

¡AUUUUU!

Esta vez aullido tenía un aire de excitación: ¡había captado mi olor!

¡Mierda!

Corrí aún más fuerte.

¿Por qué estaba sola? ¿Donde estaba Jungkook?

Mordida Por El Alfa (Jeon Jungkook) (T1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora