Líder De La Manada

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MARIANA

Grité hasta que sentí que mi voz sangraba. Los ladridos de los lobos parecían reírse de mí.


Sus dientes brillaban en la oscuridad. Su olor era nauseabundo. Estaban lo suficientemente cerca como para poder alcanzarlos y tocarlos.

No podía saber cuántos eran, pero sabía que no había forma de luchar contra ellos.

¿Había sido todo por nada? ¿Formar parte de la manada, nombrarme Luna, entrenar para la transformación, encontrar a mi pareja...? ¿Qué sentido tenía todo eso?

Y ahora, estos lobos estaba aquí... Por mí.

Atacaron la casa de la manada y dañaron a mucha gente... Por mí.

Había puesto en peligro a mi manada. Me sentí como si hubiera defraudado a todo el mundo. Estaba llena de arrepentimiento.

Tal vez está era la forma en que debía terminar.

Así que cerré los ojos y espere los inevitable. Y durante mis últimos momentos, mientras oía a las bestias acercarse, solo dos personas pasaron por mi mente. Mi madre, y...

Algo grande se estrelló desde arriba, sacándome de mi parálisis.

Cuando abrí los ojos, vi que una gran rama de árbol había aplastado a tres de los canallas. Y encima de ellos había un lobo que detonaba poder, fuerza... Y virilidad.

-¡Kook!

Se les echó encima en un instante.

Sus brazos y sus piernas se habían transformado en algo animal, y los desgarró con sus garras.

Uno de los lobos fue degollado, rociando sangre a todas direcciones.

A otro de le rompió el cuello y fue arrojado a un lado como muñeco de trapo.

Un lobo hundió los dientes en el antebrazo de Kook.

Kook rugió de dolor, pero luego golpeó su cráneo con un trnco caído, matándolo al instante. Los lobos restantes giraron la cola y corrieron había la seguridad de la oscuridad. Kook había ganado.

Cuando el Alfa me devolvió la mirada, pude ver que era más lobo que hombre.

Estaba lleno de orgullo.

Luego echó la cabeza hacia atrás y dejó escapar una aullido victorioso.

¡AUUUUU!

Perdí todo el control.

Mis brazos rodearon su pecho antes de que su grito fuera completo. Incluso aún siendo medio bestia, lo encontré absolutamente hermoso. Creo que era mi propio lobo interior tratando de liberarse.

Lo quería.

Todavía no estaba preparada, pero mi deseo era innegable. Las ansias que sentía eran tan intensas que quería desgarrarlo y acurrucarme en su interior.

La marca de su mordida aún sangraba.

Sin pensarlo, puse mis labios sobre su herida y la besé con ternura. Hizo una mueca de dolor, pero pareció casi reconfortado por ello.

Mordida Por El Alfa (Jeon Jungkook) (T1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora