Los síntomas de embarazo me pegaron de golpe y muy duro. Las nauseas y los mareos no cesaban, con mis sentimientos a flor de piel, y en esas condiciones no podía manejar, no podía regresar a casa y estar sola.. ademas estaba segura que Armando no pararía de buscarme.
Yo seguía ignorando sus llamadas y mensajes. Me sentía mal por dejarlo de esa manera, rompiendo nuestra relación sin darle alguna razón.. y eventualmente le contaría que es lo que pasaba, pero aún no era el momento.
"Chaparrita.. ¿que sucede? ¿Estás bien?"
Entró Octavio a la recámara de huéspedes donde me encontraba. Sentadas en la cama Susana acariciaba mi pelo mientras yo respiraba profundo, comiendo unas galletas saladas y tomando un té para ver si me ayudaba con las nauseas.
Miré a Suzy y ella asintió sonriendo. Salió de la recámara dejándome sola con Octavio y él se sentó a mi lado. Le conté todo, el comentario de Armando, y mi miedo al enterarme que esperaba bebé.
"¡Vas a ser mamá!" Dijo asombrado abrazándome, y cerré los ojos refugiándome en él.
Lo apreciaba tanto, Octavio siempre fue muy bueno conmigo. Ahora me daba cuenta que en él buscaba lo que tanto deseaba, lo que no podía tener, a Armando. Sus situaciones eran tan similares, de la misma edad, ambos viudos, con hijos. Algo amargados, aunque a Octavio se le pasó más pronto. Pero mi corazón siempre le perteneció a mi señor.. y lo que Octavio buscaba creo que ya llegó a su vida. Susana era un amor, la mujer perfecta para él y sus pequeños, aunque creo que ambos aún no se daban cuenta de lo que sentían, pero esas miradas entre ellos no me dejaban duda alguna.
"Tengo miedo Octavis.." susurré separándome de él.
"¿Miedo de que Sam? Serás una gran mamá, de eso estoy seguro. Los hijos son una gran bendición.. Tienes que contárselo al gruñón ese Chaparrita."
"¡No puedo! Me dijo que no quería hijos.. que sería un gran error. No soportaría su rechazo, que negara a nuestro bebé.."
"Sam.. a ese viejo lo conozco muy bien. Es un terco de la fregada, seguramente nunca se imagino que esto pudiera pasar.. Te apuesto lo que quieras a que se muere de felicidad cuando se entere que será papá de nuevo."
"No lo sé.. necesito tiempo, procesar todo.. Pero no le vayas a decir por favor, ni que estoy aquí tampoco."
"Tienes mi palabra Chaparrita... pero piénsalo bien, es su papá después de todo."
Asentí y Octavio me besó la frente y salió dejándome sola. Terminé apagando mi celular para no ver más sus mensajes, y pasaron un par de días en los que a pesar de los síntomas de embarazo me logré calmar un poco, aclarando mi mente y mis sentimientos.
Susana me cuidaba tanto y se preocupada por mi de tal manera que de inmediato formamos una linda amistad, me escuchaba, me aconsejaba, y me daba ese cariño de madre que en este momento tanto me hacía falta. Los pequeños de Octavio me llenaban de abrazos y besos a cada momento, haciendo dibujitos del bebé a quien pronto lo empezaron a llamar "nuestro primito".
La tercera noche en la Hacienda Arango música comenzó a sonar en medio de la madrugada despertando a todo mundo. Me asomé por la ventana y ahí estaba Armando, con una botella de tequila en mano, y músicos dando serenata, con él cantando a todo pulmón.
"Si quieres ahora
Niña, amada mía
Soy lo que me pidas
Pero, junto a tiPero, si te marchas
Que esta noche negra
Me convierta en piedra
Para no sentir""¡Ash, loco!" Bajé rápidamente las escaleras saliendo a donde estaba él.
Mi corazón se apachurró al verlo. Nunca lo había visto así de esa manera, tomado, lágrimas en sus ojos, sufriendo por mi culpa.
"Niña mía.. ¿por que te me fuiste así? Yo no se que hacer si no estas conmigo Samanta.." tambaleó y trate de sostenerlo de la cintura, pero que va, con este grandulón yo no puedo. Terminamos los dos sentados en un escalón.
"Armando, mira como estás.. Te dije que no me buscaras.. ¿como supiste dónde encontrarme?"
"Ah pues.. un pajarito me lo contó."
"Voy a matar a Abigail.." susurré, el día anterior había venido a hacer sus rondas revisando a los caballos de Octavio y me prometió que no diría nada.
"No te entiendo Sammy.. yo te amo, tú me amas.. ¿entonces por que te vas? ¿Por que juegas de esta manera conmigo? ¿Es por Octavio? ¿Volviste con él? Por que si es así voy y pongo a ese abusador en su lugar a purititas patadas.."
"Calma, mi amor, calma,.." suspiré abrazándolo. "No volví con Octavio, solo somos amigos. Te contaré todo, lo prometo.. pero no así. Necesito que estes en tus cinco sentidos, ¿ok?" Armando asintió haciendo puchero y sonreí.
Le pagué a los músicos para que se fueran, y con la ayuda de Octavio subimos a Armando a mi recámara. Le prestó unas pijamas, y pronto nos encontrábamos los dos en la cama, abrazados, por fin juntos de nuevo, cuanto lo había extrañado.. y el a mi, toda la noche no me soltó aún en su sueño.
Quizá si había exagerado al reaccionar de esa manera cuando me enteré de mi embarazo.. pero la noticia me había impresionado tanto, y me entró el miedo por su reacción.. Octavio tenía razón, Armando necesitaba saberlo, el momento había llegado, y mi fé estaba en el hombre de mi vida, en nuestro amor que podía contra todo, y que ahora crecía dentro de mí.
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𝓓𝓲𝓯𝓮𝓻𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪𝓼
RomanceBien dicen que si conoces a la persona correcta en el momento equivocado la vida vuelve a juntarlos de alguna manera. Y así fue mi caso. El hombre de mis sueños, el hombre perfecto, lo conocí cuando yo apenas tenía 17 años, y él ya era un hombre...