𝙲𝟸𝟺 𝙽𝚞𝚎𝚟𝚘 𝙲𝚘𝚖𝚒𝚎𝚗𝚣𝚘

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Días pasaron.. días en los que todos nos acostumbrábamos a esta nueva vida, a nuestra familia algo peculiar.

Abigail y yo estábamos felices de vivir juntas, regresando a esa época de jovencitas cuando éramos inseparables. Armando y yo nos amábamos en todo momento posible.. y Katia.. Katia poco a poco iba aceptándome más.

"Ándale corazón, no seas tan gruñón, di que sí." Le suplicaba a Armando en el desayuno.

"Sí papá, te va a encantar, y hace mucho que no celebramos nada en la hacienda.. ¿qué no dijiste que esto era un nuevo comienzo para todos?" Mi alcahueta de siempre, Abigail me seguía la corriente.

"Conmigo no cuenten, sabes que te quiero papá.. pero ando muy ocupada con el contrato de los González." Katia se levantó de la mesa, besó a Armando en la mejilla.

Cuando nosotras seguimos con nuestro ataque tratando de convencerlo, Katia rodó sus ojos y salió huyendo al despacho, la amargada esa.

"Está bien, está bien.. ustedes ganan, ¡mujeres!" Contestó Armando al fin exasperado, pero nosotras gritamos de la emoción abrazándolo al mismo tiempo. "¡Pero algo pequeño!" Advirtió "No quiero tanto escándalo. Contrólense por favor."

"Todo saldrá perfecto amor, deja todo en nuestras manos." Le di un beso rápido en los labios, y al igual que Katia salió huyendo del comedor.

Sería el cumpleaños número 55 de mi lindo gruñón, y lo pensábamos celebrar en grande.  También me parecía el momento perfecto para anunciar que pronto habría un nuevo integrante en la familia, bueno dos, pero aquella seguía guardando silencio.  Y para ser sincera.. no sabía cuánto tiempo más podría seguir guardándole el secreto, ¡soy tan mala para mentir!

Abigail y yo pusimos manos a la obra, organizando todo para la fiesta el fin de semana.  Mariachis, comida típica, decoraciones, arreglos florales, y la lista de invitados algo conservadora, solo sus amigos cercanos y algunos inversionistas que Katia nos pidió que incluyéramos.

El día llegó, el jardín lucía precioso, y poco a poco empezaron a llegar los invitados.  Incluyendo mis papás, Octavio y Suzy, y para mi disgusto Nora acompañando a su papá, esa tipa, hija de un amigo de Armando que alguna vez le coqueteo a mi hombre.

Traté de ignorar los celos que sentía, después de todo Armando solo tenía ojos para mi, yo era su mundo como él es el mío.

"Sammy... ¿ya viste lo qué está haciendo Katia?" Susurró Abigail en mi oído y busqué con la mirada a su hermana.

"¿Y ese quién es?" Pregunté con curiosidad.

"Es uno de los inversionistas que invitó Katia."

Katia se encontraba sentada al lado de un hombre muy distinguido que no despegaba su mirada de ella. Katia al darse cuenta que alguien más, aparte de Abi y yo, la observaba, sonrió coquetamente, tomando su mano en la suya y el hombre se acercó más, susurrando algo en su oído.

Ese alguien más que no despegaba su mirada de Katia era José, el trabajador de la hacienda que se había convertido en un amigo mío con nuestras largas platicas sobre caballos.. al ver ese intercambio entre Katia y ese tipo empuñó sus manos, y giró caminando rápidamente hacia las caballerizas.  Como buena chismosa y entrometida que soy.. lo seguí.

"Es Katia.. ¿cierto?" Pregunté al alcanzarlo.

"¡Sam! Me asustó.. ¿qué hace aquí? ¿No debería estar en la fiesta con los demás?" Evadió mi mirada, tomando un cepillo y pasándolo por la cabellera de Estrella, la que ahora era mi yegua.

"No cambies el tema José, y ya te he dicho que no hay necesidad de hablarme de usted."

Me miró nervioso, y no hubo necesidad de que me contestara.  La amargada esa lo tenía loquito.  Entonces.. ¿José es el papá? ¿Sabrá él que Katia está esperando un hijo suyo?  No.. no creo que José esté enterado.

"José.. ¿estás seguro que Katia no siente lo mismo? ¿Ha pasado algo entre ustedes?"

"Un caballero no habla de esas cosas.." contestó el tontito sonrojándose, me daba tanta ternura. 

Eran tan distintos.. pero imaginándomelos juntos los podía ver.. quizá José era la dulzura que Katia necesitaba para aplacar su amargura..

"Si la amas no desistas entonces.. que las diferencias sociales no sean un impedimento para ustedes."

"No lo es para mi Sam.. yo me muero por ella.  Por la Señorita Katia soy capaz de todo.. hasta retomé mis clases en la noche para terminar mi carrera y ser ese hombre que ella merece.. pero.. creo que no es suficiente.  La que no ve más allá del estatus social es ella, ¿entonces qué me queda a mi?" Su voz se quebró y estaba a punto de darle un abrazo cuando escuché la voz de Abi.

"¡Sam! ¿Qué haces aquí? Papá te anda buscando.. que quiere hacer un brindis y te necesita." Abigail dijo desde la entrada de la caballeriza, y le susurré rápido a José que después seguíamos con esta conversación.

Había llegado el momento.. con todos nuestros seres queridos presentes, Armando me tomó suave de la cintura y caminamos hacia la pista de baile para dar la gran noticia.. lo que yo no me imaginaba es que Armando tenía otro plan en mente.

𝓓𝓲𝓯𝓮𝓻𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora