El tiempo había pasado con normalidad y con ello la película que el peliceleste escogió llegó a su fin. Ambos jóvenes la disfrutaron, riéndose mucho en el proceso, liberando el ambiente de cualquier tipo de tensión que hayan podido experimentar durante el transcurso de la mañana, gracias a aquella divertida comedia familiar.
Taehyung no tardó en levantarse, pidiéndole al joven de ojos infinitos que se quedara en su lugar, porque le demostraría lo bueno que podía ser en la cocina, aunque fuera con un plato sencillo como las gachas. Prometiéndole que si continuaba con su cuerpo físico de a poco iría subiéndole la dificultad, ya que todavía seguía acostumbrándose a las facilidades que le brindaba la tecnología de algunos electrodomésticos. Porque se moría de ganas de crear platillos más elaborados como los que había visto en la tv.
Sin querer había descubierto un nuevo sueño.
Luego de que Taehyung encontrará todos los ingredientes que necesitaría, se puso manos a la obra. Y con sumo cariño y dedicación, media hora más tarde ya estaba sirviendo aquel típico plato de gachas coreanas, que era considerada como una de las recetas que más beneficios traían a la persona que las comía, gracias a su alto valor nutricional.
El delicioso aroma llegó hasta la nariz de Jungkook, abriendo de golpe su apetito y sobre todo aumentando las ansias de probar la comida hecha por el peliceste, que también parecía muy entusiasmado porque lo hiciera.
El menor tomó sus cubiertos y dio el primer bocado, amando dicha preparación que no tardó en alabar como merecía.
—Está muy bueno Tae, te luciste.
—Qué bien, me alegra que te haya gustado tanto como a mí al prepararla.
El peliceleste le regaló una de sus hermosas sonrisas sinceras, luciendo tan mimoso como un tigrecito bebé a ojos del menor.
—Está delicioso, puedo decir que cocinas mucho mejor que yo—confesó Jungkook—. Podrá ser sencillo de hacer, pero lo que importa es la sazón y sin duda te ha quedado espectacular.
—Siento que me estás adulando mucho, Kook—rascó su cuello un poco tímido por la brillante mirada y dulces cumplidos del contrario.
—Claro que no, cualquiera podrá asegurarte que no soy de dar cumplidos vacíos. Porque cuando algo me gusta lo grito a los cuatro vientos.
"Al menos con este tipo de cosas, porque muy aparte de eso, tú solito te estás dando largas y no terminas de tener los pantalones para confesarte a ese lindo chico". Su conciencia fue la que habló en su mente, pero la ignoró.
—Te lo juro, pero si no me crees pruébalo tú mismo y verás de lo que hablo.
Taehyung asintió de acuerdo, llevándose una generosa cucharada hasta su boca.
Sí, ya comprendía de lo que el azabache estaba hablando.
Todos los sabores estaban perfectamente balanceados, tanto así que sus papilas gustativas se sentían adormecidas por lo exquisito que le había quedado.
—Tienes razón, para ser mi primera vez después de tanto tiempo, ha quedado mejor de lo que esperaba.
—¿Ves? Debías confiar en mi palabra—Jungkook sonrió y continuó alimentándose—. Es cuestión de que sigas practicando para mejorar tus habilidades—Taehyung afirmó con un movimiento de cabeza, e imitó el accionar del chico hasta que los tazones quedaron completamente vacíos.
Taehyung y Jungkook hicieron equipo para lavar y secar la vajilla. A la misma vez que se sumían en una conversación amena, que se basaba en lo que el peliceleste vio en aquel programa de cocina. Jungkook le escuchó con total atención y admiración, grabando en su mente cada mínimo gesto del mayor al relatarle sus impresiones.
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Lullaby in the lake; JJK & KTH
Random*ૢ. Su corazón estaba decidido a no volver a enamorarse, pero el destino tenía otros planes.*ૢ La noche había caído cuando Jungkook escuchó un precioso canto proveniente de un lago en medio de la espesura del bosque... Este era tan fascinante que fu...