*ૢ Capítulo 32*ૢ

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—No es broma, cariño. Esto es muy en serio.

—¿Cómo puede ser posible, Nam? Siempre pagamos este servicio a tiempo, porque es mi mayor herramienta de trabajo—le recordó, temblando por los nervios—. Sigue intentando.

—En eso estoy...

El moreno continuaba presionando el mouse, pero la página seguía sin funcionar. Siendo fijamente observado por Seokjin, quien se dirigió hasta el dispositivo que les proporcionaba aquel servicio, notando que no había nada extraño en él.

—Esto es más raro—dice, pidiendo con un ademán que el pelirrojo se acercara para que pudiera verlo con sus propios ojos—. Supuestamente hay internet, pero la conexión no sirve.

—¡Por eso mi móvil dejó de reproducir música! —exclamó. Era lógico.

Namjoon abrió la boca por la sorpresa, y acto seguido tenía a Seokjin mostrándole su móvil.

El mayor tenía mucha razón. La red se mostraba conectada en el teléfono inteligente como en su laptop, sin embargo, el servicio no estaba en marcha, privándoles del uso de la red de internet.

—En algún momento de la tarde debió irse la señal, ¿no?

—Así parece. Voy a llamar para que lo arreglen de inmediato antes de que sea demasiado tarde...

—Sí, y yo les voy a decir a los chicos que nos esperen para que no se pongan nerviosos.

Seokjin le dio el visto bueno a su marido, dedicándose a marcar el número del servicio al cliente de la compañía que les proporcionaba el servicio de internet y telefonía. Namjoon redactó lo más rápido que sus dedos le permitieron un mensaje para Taehyung y Jungkook.

Pero cuando lo envió, se dio cuenta de que el texto parecía no enviado. Volvió a intentar mandando letras al azar para no entrar en pánico antes de tiempo, ni alertar a su marido, aunque todo indicaba que sería en vano. 

Reviso sus datos móviles y notó que tampoco valían. Esto era una pesadilla.

—Tampoco sirve en nuestros móviles, Jinnie.

—Maldición, ¿y si intentas con un mensaje normal?

—Buena idea, cariño—el de cabellos cenizos se dispuso a utilizar el servicio convencional de mensajería integrado a cada dispositivo inteligente, pero una vez más determinaron que fue una pérdida de tiempo.

—Estamos totalmente incomunicados—informó con pesar el menor, repitiendo en voz alta lo que decía en la pantalla de su móvil—. "No es posible enviar su mensaje ahora. Se enviará cuando el servicio esté disponible".

—No puede estar pasando—se lamentó el pelirrojo. Tan tranquilo estuvo minutos atrás, y ahora sentía que en cualquier momento se le bajaría la presión. El tiempo era precioso para ellos dada la situación. Por lo que le parecía injusto que les sucediera algo así. La vida no estaba cooperando con ellos y eso le preocupaba—. Y esta gente no me contesta tampoco. Ya sabía yo que debíamos cambiarnos a otra compañía que dé una mejor atención.

En ese preciso instante, un hombre le contestó desde el otro lado, motivo por el cual, el mayor no se contuvo de reclamarle sobre los inconvenientes que estaba experimentando.

Lo sabemos, Señor Kim, y le pedimos la más sincera disculpa. Pero por el momento no podemos hacer mucho. Nuestro equipo técnico tiene que revisar minuciosamente cada detalle para saber cómo proceder hasta resolverlo.

—¿Y mientras tanto qué? —cuestionó con un toque de desesperación en la voz—. Tenemos que conversar urgentemente con alguien y ni el internet, ni nuestros móviles sirven.

Lullaby in the lake; JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora